Economía
Triple Impacto

Marcel Fukayama, director de Sistema B: "La política puede cambiar las reglas de juego a favor de una nueva economía"

El director ejecutivo de Sistema B Internacional presenta la Cumbre Latinoamericana de Liderazgo Público para la Reactivación Económica de Triple Impacto, con la participación de políticos de toda la región. Sociedades BIC, Compras Públicas de Triple Impacto y Marcos Institucionales para las Inversiones y Negocios de Impacto como condiciones bases para avanzar hacia nuevas economías de bienestar.

El COVID-19, sin dudas, ha sido la triste lupa que maximizó las resquebraduras y fallas de un sistema económico global que, por estas horas, pende de un hilo. Dentro de esa lupa, América Latina y el Caribe se destaca por ser la región más golpeada por la pandemia, producto de sus propias antinomias. En respuesta a los inmensos escombros que a fuerza de voluntad y creatividad habrá que levantar para reconstruir un continente entero, Sistema B internacional junto a CAF, IDRC, PNUD y SEGIB presenta la Cumbre Latinoamericana de Liderazgo Público para la Reactivación Económica de Triple impacto. Este evento que se desarrollará entre el 26 y el 28 de mayo "tiene como propósito generar un espacio de divulgación de las nuevas economías como el nuevo horizonte de la opinión política colectiva y de colocar a la economía -macro y micro- al servicio de las soluciones sociales y ambientales de gran escala".

A partir de charlas inspiradoras y de mesas de trabajo sobre Sociedades BIC, Compras Públicas de Triple Impacto y Marcos Institucionales para las Inversiones y Negocios de Impacto, la organización que acompaña a las empresas B del mundo busca crear las condiciones políticas, económicas e institucionales para gestar lo que en otros puntos del globo ya tiene nombre y apellido: la nueva economía de bienestar.

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Este modelo, liderados por Estados como por Nueva Zelanda, Escocia, Finlandia, Islandia e incluso Canadá y algunos estados norteamericanos, impulsa, entre otras medidas, un presupuesto para bienestar, el reemplazo del PBI por el índice de bienestar (que tiene en cuenta indicadores sociales y ambientales) y la incorporación en los parlamentos de comisiones de Defensa y de Preservación de las decisiones de generaciones no nacidas.

En diálogo con Carbono News, el director ejecutivo de Sistema B Internacional, el brasileño Marcel Fukayama, profundiza sobre el rol protagónico de la política y sobre los objetivos de la cumbre, con un fino análisis de las amenazas y oportunidades de la economía post-pandemia.

¿En medio de esta pandemia, cómo y para qué se propone una Cumbre Latinoamericana de Liderazgo Público para la Reactivación Económica de Triple impacto?

La Cumbre Latinoamericana de Liderazgo Público para la Reactivación Económica de Triple impacto surge porque el año pasado, con el inicio de la pandemia, empezamos a reflexionar sobre cómo impulsar políticas públicas en respuesta al COVID-19, pero dirigidas hacia una nueva economía inclusiva, equitativa y regenerativa. Una economía que combinando el poder del triple impacto nos permita hacer una reactivación hacia nuevos modelos y no hacia lo viejo.

Marcel Fukayama (Foto: Instagram)

Los extranjeros han llamado Build Back Better, Green New Deal o Green Recovery a una realidad que tiene poca claridad en Latinoamérica y para la que hemos creado este espacio que promueve rondas de conversaciones con más de 1000 personas desde seis países a partir del llamado Grupo GITRE (Grupo Internacional de Trabajo para la Reactivación Económica de Impacto) que lleva elaboradas más de 40 políticas públicas en respuesta a la pandemia y que trabaja en función de esta nueva economía y de la Agenda 2030.

De las 40 políticas públicas que se vienen desarrollando, escogimos aquellas que son estratégicas para fortalecer liderazgos públicos. Así, estamos movilizando a más de 500 personas de más de 15 países de nuestra región vinculadas a los liderazgos públicos políticos, es decir, funcionarios públicos, asesores, abogados, para conversar y poder llevar adelante estas propuestas. Nuestro principal objetivo es generar las condiciones para crear una comunidad internacional de liderazgos públicos hacia la economía de triple impacto.

Hay un antes y un después de la pandemia en la economía latinoamericana. ¿Qué valor tiene la economía de triple impacto en la reconstrucción que hay que hacer?

América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia en todo el mundo. Hemos perdido más de 500.000 vidas, 40 millones de empleos durante este proceso que generó, más allá de una crisis sanitaria, una crisis económica y humanitaria. Muchos de nuestros países han vivido crisis institucionales y políticas también. Hay todo un clima en Latinoamérica y el Caribe en el que la pandemia está exponiendo las fallas estructurales de este sistema: fallas de la inequidad, de la crisis climática. Sin embargo, estamos frente a una oportunidad: hoy, el 80% del número total de empresas de Latinoamérica son Pymes y representan al sector más vulnerable y el que, al mismo tiempo, genera más de un tercio de los empleos en la región. Entonces, si queremos cuidar de los empleos, de la actividad económica y, por supuesto, de la productividad y del desarrollo hacia una nueva economía necesitamos cuidar y proteger a las Pymes. En el caso de Sistema B, tenemos 700 empresas certificadas en la región y más de 30.000 otros emprendimientos que utilizan la medición de impacto B para medir, gestionar y transparentar su triple impacto. Por lo tanto, la oportunidad que vemos es la de aprovechar la fuerza de mercado y la fuerza de estas empresas para escalar, fortalecer modelos de negocios que resuelven problemas sociales y ambientales complejos hacia una nueva economía.

Otro punto que identificamos como oportunidad es que las empresas B tuvieron menos dificultad en la pandemia: aún sufriendo mucho ganaron mayor resiliencia. Solo en Brasil, a modo de ejemplo, más de un millón de empresas cesaron sus actividades desde el inicio de la pandemia. Y solo una empresa B entre 200 cerró. Esto muestra cómo las empresas B tienen más resiliencia, pero también mayor responsabilidad durante la crisis que vivimos.

En esta Cumbre se integra un factor primordial que es la política. ¿Qué recepción han tenido de líderes y funcionarios que hoy están ejerciendo su rol en la gestión pública para participar de esta propuesta?, ¿qué análisis haces del liderazgo político a la hora de pilotear la reconstrucción económica y la implementación de una nueva economía?

La política tiene un rol clave en la reconstrucción de la economía. Primero, para escalar estas soluciones que son innovadoras, pioneras, creativas y súper emprendedoras. Pero también nos permite fortalecer el ambiente institucional, es decir, incidir en cambiar las reglas de juego ya que el cambio voluntario de inversionistas o empresarios no va a suceder en el tiempo en que la sociedad y el planeta necesitan. Tenemos un sentido de urgencia y emergencia muy fuerte cuyas respuestas sólo se podrán acelerar con políticas públicas que creen un marco normativo, legislativo y regulatorio que sea favorable a esta nueva economía.

Hoy, según el Banco Mundial, tenemos 125 millones de empresas en el mundo mientras que, en el mismo nivel, somos 4000 empresas B certificadas. Si se compara, somos un grupo pequeño pero selecto, un grupo que está liderando e influenciando la construcción de este camino a partir de empresas que se comportan con propósito, responsabilidad y transparencia. A partir de las políticas públicas podemos estimular que los otros 125 millones de empresas creen estructuras que las lleve a comportarse como empresas B. 

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Muchos de los liderazgos públicos han mostrado gran interés en ofrecer propuestas, proyectos políticos alineados con los principios de esta economía equitativa, inclusiva y regenerativa. Todos están viendo que hay una gran oportunidad para desarrollar este ambiente institucional como respuesta a la crisis que vivimos por eso, esperamos movilizar cientos de liderazgos públicos. Países como Ecuador, Perú y Colombia fueron pioneros en incidir en las reglas del juego y aprobar la legislación de Sociedad de Beneficio de Interés Colectivo (BIC) que significa reconocerse como un nuevo tipo de empresa a partir de una estructura legal que promueva la práctica empresarial B con propósito, responsabilidad y transparencia. Esto nos permite empezar a incidir en estas reglas e impulsar acciones y conductas de equidad, inclusión, pero también de enfrentamiento a la crisis climática.

Hace unos meses, Pedro Tarak lideró un encuentro con actores de la macroeconomía mendocina e hizo especial énfasis en estar atento a las llamadas economías de bienestar. ¿El Grupo GITRE trabaja con miras a la implementación de este tipo de economías?

Para la Cumbre nos vamos a enfocar en tres propuestas: Sociedades BIC, Compras Públicas de Triple Impacto y Marcos Institucionales para las Inversiones y Negocios de Impacto. Esto nos permite generar condiciones para, en el futuro, proponer proyectos vinculados a la economía de bienestar. En ese sentido y más allá de las otras dos propuestas normativas que son muy operativas, el marco institucional es primordial por su rol estratégico político que permite a las instituciones, ministerios, Poder Ejecutivo, crear otras políticas públicas alineadas con este marco institucional para promover la economía de triple impacto como el índice de bienestar, o contratos de impacto social, fortalecimiento de fondos patrimoniales, entre otras políticas más específicas. Creemos que con este primer paso de GITRE y la Cumbre estamos propiciando las condiciones para avanzar en propuestas de economía de bienestar.

¿Con qué líderes y referentes públicos nos vamos a encontrar?

Vamos a tener panelistas, voceros, speakers de mucha referencia a nivel regional y también global. Para el primer día, donde trabajaremos con la Ley BIC, vamos a tener de orador a Jay Coen Gilbert, co-fundador de B-Lab y gran impulsor de la ley BIC en Estados Unidos. También contaremos con la participación de los tres principales implementadores de esta ley en Perú, Colombia y Ecuador: Alberto de Belaunde, Andrés Barreto y Paúl Noboa Velasco. Asimismo, tendremos un panel con juristas y expertos para implementar la normativa. 

En el segundo día, vamos a tener una conversación sobre compras públicas de triple impacto con especial referencia al caso de Mendoza y donde contaremos con el relato del intendente Ulpiano Suárez y del abogado Franco De Pasquale, impulsor de dicho proyecto en esa provincia. Luego, pasaremos a un panel de expertos coordinado por María Helena Fonseca Faller de la Asociación Nacional para una Economía de Comunión en Brasil. Es muy importante esta instancia porque hoy casi el 15% del PBI de Latinoamérica y el Caribe vienen de compras públicas, lo que destaca el rol preponderante de los gobiernos en el mercado. 

Y en el último día, Marcos Institucionales para las Inversiones y Negocios de Impacto, vamos a tener una apertura con grandes referentes y una charla inspiracional con Sir Ronald Cohen, cofundador de GSC for Impact Investing, quien desde los inicios del año 2000, ha sido un gran pionero en la economía de triple impacto, impulsando empresa B en Reino Unido.

¿Qué ha significado y qué balance haces de tu período al frente de Sistema B Internacional?

Personalmente ha sido un momento muy importante porque estamos en un lugar de mucha importancia para generar respuestas y resiliencia en la comunidad empresarial, pero sobre todo en la sociedad a partir de difundir que otro mundo es posible, que esta economía equitativa y regenerativa ya existe y está sucediendo. Por lo que el rol ha sido de dar luz, voz y sobre todo esperanza en un momento tan difícil como el que estamos viviendo. Esto me impulsa a pensar, sentir y querer estar aún más alineado con tal propósito.

Este año tendremos la COP26 en Glasgow, ¿qué espera sistema B y los referentes de la economía de triple impacto que suceda?

Estamos trabajando muy fuerte en un compromiso llamado Net Zero para promover las emisiones de GEI netas cero. Esto significa que estamos movilizando a toda la comunidad empresarial para adherir y elevar este compromiso que es fundamental para alcanzar el Acuerdo global de París que exige limitar el calentamiento del planeta en hasta 1,5°C hasta fin de este siglo, lo que representa un enorme desafío. Con las políticas públicas actuales estamos proyectando un calentamiento del planeta de 3,6°C promedio lo que implica una certera y cercana amenaza a nuestra especie, otras especies y a las futuras generaciones.

Más que nunca necesitamos promover el fortalecimiento de liderazgos, la colaboración en la acción climática y la incidencia en las reglas de juego. Estas tres propuestas combinadas vamos a llevar a la COP26 de manera concreta y consistente.

Más información sobre la Cumbre, programa y speakers.


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