Financiamientos sostenibles: el rol de las ONG para mejorar el mundo
Safe Drinking Water For All (SDW) es una startup brasileña que, gracias a un financiamiento, pudo aumentar la democratización del acceso al agua potable y al saneamiento básico en las comunidades más necesitadas.
Mucho se habla de la necesidad de conseguir fondos para llevar a cabo acciones por el clima, sin embargo, no siempre el dinero se invierte en proyectos de triple impacto. En este sentido, el rol de las ONG muchas veces es vital: consiguen financiamientos que ayudan a cambiar realidades y, en reiteradas ocasiones, son más rápidas que algunos gobiernos.
Social Innomarathon, lanzada por SAP y Socialab cada año, es una competencia regional que busca impulsar emprendimientos de impacto en Latinoamérica enfocados en resolver problemas sociales o ambientales a través de modelos de negocio sostenibles que usen tecnologías, herramientas digitales o la gestión de datos de manera novedosa.
Algunos de los proyectos ganadores en recientes ediciones fueron:
- Nilus (Argentina): plataforma que conecta empresas de alimentos que tienen productos que están por ser desperdiciados con comedores sociales. Esta startup, fundada en Rosario, con presencia en México y Puerto Rico, incrementó con SAP Business One su volumen de actividad entre un 50% y un 65%, lo que le permite entregar más platos de comida a más personas de bajos ingresos en distintas comunidades. Sin embargo, no todo es color de rosas, ya que algunos de los sponsors en la actualidad de esta ONG son discutibles, como el caso de Nestlé.
- Ecolones (Costa Rica): red de personas que reciclan e intercambian residuos por criptomonedas para utilizar en tiendas.
- Bikelite (Chile): solución para ciclistas que utiliza GPS para crear rutas seguras que evitan el riesgo de accidentes y situaciones como robos o calles dañadas.
- Safe Drinking Water For All (SDW): startup de Brasil enfocada en promover la democratización del acceso al agua potable y al saneamiento básico en las comunidades más necesitadas mediante soluciones innovadoras.
El jurado premió a SDW por su gran impacto social y por estar alineada con el ODS6 de la ONU: "Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos". La startup, que ha sido reconocida además por la ONU, es la responsable de desarrollar Aqualuz, un artefacto que mediante el uso de la radiación solar permite beber agua limpia de cisternas que captan agua de lluvia mediante la utilización de la tecnología SODIS (sigla en inglés para desinfección solar del agua). Este dispositivo es de fácil utilización, exige un mantenimiento simple y práctico además de tener una vida útil aproximada de unos veinte años. Aqualuz ya se ha convertido en una solución para más de 400 familias en seis estados del interior de Brasil.
Anna Luísa Beserra Santos, fundadora y CEO de Safe Drinking Water For All, es, a pesar de su juventud, una científica con una gran trayectoria en proyectos sociales. Con solo 15 años desarrolló Aqualuz; a los 17, fundó SDW para el desarrollo de las tecnologías necesarias para que el acceso al agua y al saneamiento constituyan un derecho universal; y con 18 años se convirtió en la graduada brasileña más joven en Liderazgo para Nuevas Empresas del MIT. Gracias a su trabajo, se hizo acreedora en 2019 al Premio Jóvenes Campeones de la Tierra de la ONU, el principal galardón del PNUMA para ese segmento de edad.
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En contacto con Carbono.News, Anna Luísa expresó que gracias a SAP pudieron "recibir un apoyo financiero superior y un reconocimiento internacional".
- ¿Cómo empezó a funcionar esta startup?
- Como científica, no tenía acceso a soporte para permitir la entrega de la tecnología. Así que decidí fundar mi propia empresa para facilitar la llegada de Aqualuz a quienes más lo necesitan. Hoy, además de Aqualuz, tenemos 4 tecnologías más en el portafolio, como los sistemas de baños secos con tratamiento de aguas grises y Aquasolina, un sistema de desalación de agua solar.
-¿Cómo funciona el proyecto?
Por lo general, iniciamos el proyecto yendo a conocer la región de impacto deseada por el socio para realizar un diagnóstico y desarrollar el proyecto que mejor impacte en la región. Luego, en el segundo viaje de campo, capacitamos a las comunidades e instalamos las tecnologías del proyecto (Aqualuz u otros). Y finalmente, realizamos un seguimiento social de las comunidades para mapear y obtener los resultados de impacto logrados con el proyecto. Todo esto se entrega al cliente en un informe detallado en línea.
-¿Cómo nació esta idea?
-A los 15 años, en 2013, comencé a leer un libro sobre la sequía en Brasil y me emocionó mucho la realidad en el sertão (desierto). Estaba muy triste porque sabía que también era una realidad en todo el mundo. Unos días después vi un cartel sobre un premio para científicos cuyo tema era el agua. Entonces, pensé que esta sería una oportunidad perfecta para convertirme en científica y resolver uno de los mayores problemas del mundo, la falta de acceso a agua potable. Tan pronto como comencé a investigar, me fascinó la cantidad de tecnologías disponibles para tratar el agua y me preguntaba cómo es que todavía hay personas que la padecen. Así nació Aqualuz.