El turismo "excesivo" preocupa a Europa: Venecia les pide a los viajeros que no la visiten
El fenomenal éxito de visitantes que logró Europa en el verano 2022 tuvo su "lado B"
Como otras ciudades europeas, Venecia ha recobrado su esplendor y ya recibe a 30 millones de viajeros por año según datos de la "Sala de Control Inteligente" local. Esto derivó en:
largas filas de espera en bares y restaurantes,
aglomeraciones en cada uno de sus máximos puntos de atracción (como la Plaza San Marcos)
proliferación de departamentos con sistema Airbnb (la mayoría de los residentes alquiló su propia casa y vive hoy merced a la renta obtenida)
fuerte contaminación de las aguas internas y del mar que la circunda, al punto que los delfines que habían retornado a los viejos canales huyeron una vez más, asustados por el ruido que provocan los humanos
la ciudad amurallada y su centro histórico sufren los excesos de veraneantes que dejan su dinero, pero también su basura.
las multitudes causan enorme destrucción del patrimonio histórico-cultural.
Esta fantástica urbe, que fuera declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, está hoy amenazada y, por ello, se ha planteado ser el primer conglomerado del mundo que exigirá el pago de un ticket a los pasajeros que quieran conocerla. La entrada tendrá un costo de entre tres y diez euros a partir de enero de 2023.
Las autoridades italianas asumieron que ya no es aceptable vivir cómo se vivía antes de la pandemia. Por eso, han colocado en internet avisos que señalan: "Estimado visitante, no le aconsejamos que venga en esta fecha porque es Ferragosto (día festivo de agosto) y habrá mucha gente. Eso le impedirá tener una visita tranquila"
¿Se tratará de un caso testigo que luego será imitado por otros grandes imanes turísticos del viejo continente?
Consultado por Carbono.news, el piloto de aviones Ezequiel Sicardi señaló: "La temporada estival europea ya supera los niveles pre-pandemia y se han generado grandes cuellos de botella, especialmente en la atención en tierra. Los aeropuertos no dan abasto, porque hay huelgas obreras y también, muchos trabajadores nunca volvieron a sus puestos laborales tras el confinamiento por el coronavirus. Holanda, Alemania e Inglaterra han debido cancelar centenares de vuelos. Los hoteles están abarrotados, desbordados. Las habitaciones costarán, en agosto de 2022, bastante más que hace tres años. A pesar de eso, las reservas se han disparado un 34% con respecto a 2019".
La llamada "temporada venganza", luego de tantos meses de abstinencia turística, está encontrando su techo. Conscientes de la problemática, las propias ciudades están marcando límites naturales al lucro desenfrenado.