Automóviles eléctricos y desarrollos forestales se suman a inversiones sustentables que se financiarán con el RIGI
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones que aprobó el Congreso Nacional a fines de junio de 2024 admite la producción de vehículos con motorizaciones eléctricas o de hidrógeno.
Muy pronto el mercado argentino verá facilitada la llegada de camionetas denominadas ecológicas. Por ejemplo, la Renault Niagara Concept con motorización híbrida se fabricaría aquí a partir de 2026 o 2027. Por su parte, Ford tiene la versión "verde" de su Ranger Black cuya fabricación local podría acelerarse gracias al RIGI.
En un país con casi tres millones de kilómetros cuadrados de extensión (el octavo más grande del mundo) el uso de camionetas para traslado de pequeñas cargas es parte de la cultura automotriz local. Se trata de una herramienta de trabajo vital que podría verse impulsada por los nuevos beneficios impositivos.
Las futuras furgonetas entrarán comprendidas en el rubro desgravado conocido como "Movilidad en base a nuevas tecnologías de motorización y tecnologías de transición energética".
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Existe un período de dos años (que corre desde el 28 de junio pasado) para ingresar al régimen de grandes inversiones.
Los "bioproductos" también serían beneficiados
La industria de la madera promete la generación de negocios por 6.000 millones de dólares en la próxima década en el marco del RIGI, de acuerdo a pronósticos del Consejo Foresto Industrial Argentino.
Se trata de bienes semi durables de alta demanda a nivel global que, además, generan intensa mano de obra en las provincias donde se radican las fábricas y comercios.
En Latinoamérica se han registrado desembolsos productivos por más de 30.000 millones de dólares en los últimos 20 años, amparados en sistemas de atracción de inversiones similares al que ha sido aprobado en el parlamento nacional. Por ejemplo, en Brasil, Chile y Uruguay se ubica hoy el 40 % de la producción mundial de pastas celulósicas.
Actualmente, el Consejo Foresto Industrial de Argentina involucra 1.3 millones de hectáreas de plantaciones y 53 millones de hectáreas de bosques nativos.
Supone exportaciones por 550 millones de dólares anuales y da sustento a unos 100 mil empleos directos, ya que beneficia a unas 6000 pymes de la cadena de generación y venta de muebles.
La expansión del sector significará un beneficio para las economías regionales de la Mesopotamia, el Chaco salteño y la Patagonia, especialmente.