Schlierberg, el "barrio solar" alemán que produce más energía de la que consume

Friburgo es una de las ciudades más importantes de la Selva Negra, al suroeste de Alemania. Constituye la principal puerta de entrada de una región que recibe más de tres millones de visitantes anuales.

En esta maravilla natural, rodeada de bosques de pinos, cascadas y montañas, se originó uno de los más importantes movimientos germanos contra la energía nuclear a mediados de los años ochenta.

Friburgo es la ciudad alemana con más horas del sol, lo que, combinado con políticas "verdes" de los gobiernos federal y regional, la convirtieron en una de las principales "green cities". Además posee el mayor número de instalaciones medioambientales en la Unión Europea.

Además, cada año se celebra en el mes de junio Intersolar, la mayor feria de la energía solar. Lo que la coloca a la cabeza en cuanto a energía solar fotovoltaica se refiere.

Uno de sus barrios más originales y sostenibles, Schlierberg, se ha convertido en un referente mundial de la energía y los paneles solares ya que todas las casas del vecindario han colocado receptores fotovoltaicos en sus techos. Se conoce como "el barrio solar".

Esta urbanización se destaca porque genera mucha más electricidad que la que consume. A través de un proyecto diseñado por la oficina del arquitecto alemán Rolf Disch, se hizo posible que Schlierberg produjera cuatro veces más energía renovable de la que demanda.

Hasta los años noventa, esta zona estaba afectada como base militar pero tras su reconstrucción integral pasó a manos civiles y nació una verdadera maravilla de la preservación.

Se erigieron decenas de viviendas que ya obtienen ganancias mensuales gracias a que le venden a la red los vatios sobrantes.

Concretamente, "recogen" 420.000 kwh anuales pero solamente necesitan 100.000 para iluminarse, calefaccionarse, refrigerarse y abastecer sus zonas comerciales e industriales.

La población de esta urbanización también:

• reaprovecha el agua de lluvia para no recurrir a los acuíferos subterráneos,
• utiliza materiales ecológicos en la construcción de sus edificios,
• se mueve en su interior solamente a pie, patines o bicicletas.

La intención de quienes idearon esta original movida fue demostrar que cualquier sitio que tenga un generoso ingreso de rayos solares está en condiciones de ser superavitario desde el punto de vista energético y estaría en condiciones de lograr una mejor calidad de vida para sus habitantes.