Premiaron un invento argentino que penetra en las plantas y reduce hasta un 80% el uso de agroquímicos
La startup Unibaio recibió un millón de dólares al ganar el primer puesto de Grow-NY 2024.
Los diseñadores de esta innovación para la industria agrícola crearon micropartículas de origen natural que se adhieren a los ingredientes activos de pesticidas y fertilizantes. Las mismas se obtienen a través de la síntesis de quitosano, un polímero natural derivado de los desechos del camarón. Estos desperdicios naturales son abundantes a lo largo de la costa patagónica.
Gracias a este proceso innovador, los agroquímicos ingresan de manera más eficaz en los cultivos y reducen las cantidades aplicadas obteniendo un mismo resultado. El producto se denomina TurboCharg y será lanzado en 2025.
Unibaio, una startup fundada por Matías Figliozzi, Claudia Casalongué, Vera Álvarez, María Florencia Salcedo y María Daniela Caprile compitió con otras 20 compañías finalistas de todo el mundo en la sexta edición del Grow-NY 2024, una competencia internacional de negocios de alimentación y agricultura dedicado a la innovación y a la tecnología, y obtuvo el primer primer premio con TurboCharg.
La compañía fue apoyada desde un inicio por el CONICET y por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Además, forma parte del portfolio de SF500, un fondo de inversión de Rosario que ya respaldó a 24 startups desde el comienzo de sus operaciones.
El Modelo Circular de UNIBAIO
"Desarrollamos micropartículas basadas en polímeros naturales y economía circular para mejorar el desempeño de los agroinsumos. Ellas atrapan los principios activos de plaguicidas, fertilizantes y fitosanitarios lo que les permite ingresar de manera más eficiente en las plantas y aumentar su efectividad reduciendo las dosis de aplicación hasta en un 80%" señalan desde la empresa.
"Nuestra biotecnología es capaz de reducir el uso de productos químicos en las prácticas actuales y permitir una nueva generación de productos biológicos que mejoran los rendimientos y la resiliencia de los cultivos mucho mejor que sus predecesores sintéticos" agregan.
"Nuestras micropartículas se obtienen a través de la síntesis de quitosano, un polímero natural derivado de los desechos de camarón que se descartan abundantemente a lo largo de la costa patagónica, lo que genera una importante contaminación ambiental e impacta negativamente en la biodiversidad costera, incluidas las poblaciones de ballenas".