La planificación urbana, clave de América Latina para reducir al 50% su consumo de recursos hacia 2050
Actualmente, las ciudades de nuestra región superan los niveles de consumo considerados como sostenibles. El crecimiento de la población amenaza con profundizar los problemas socio-ambientales sino se toman medidas en transporte y movilidad, edificaciones y construcción, gestión de residuos sólidos y agua y saneamiento.
Según el informe "El Peso de las Ciudades en América Latina y el Caribe: Requerimientos Futuros de Recursos y Potenciales Rutas de Actuación" elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA): "Los niveles de consumo de la mayoría de las ciudades de ALyC están por encima de lo que se considera sostenible, es decir, consumen entre 12 y 14 toneladas per cápita anuales de recursos, ya por encima de los límites de consumo de recursos que se consideran sostenibles: entre 6 y 8 toneladas per cápita al año".
"De no haber cambios en la planificación urbana y en patrones de urbanización y eficiencia de los diversos sistemas urbanos -continúa el estudio- el consumo de recursos podría elevarse a entre 14 y 25 toneladas per cápita al año 2050 en la región". Sólo en 2015, más del 50 % del stock material urbano de ALyC se acumulaba en Brasil y México.
El escenario empeora si se estima que, durante los próximos 30 años, se disparará el crecimiento de la población urbana global lo que implicará un aumento en el consumo de energía y materiales que, a su vez, multiplicará la generación de desechos de manera significativa. No por nada, los organismos internacionales señalan que las ¾ partes de los gases de efecto invernadero se generan en las grandes metrópolis del mundo.
Mirá también: "Las que antes parecían decisiones personales, como el tamaño de la familia, hoy tienen un impacto significativo en el planeta y en su entorno"
Pero, además, América Latina y el Caribe tiene la característica añadida de ser una de las regiones más desiguales del mundo: "El porcentaje superior de la distribución del ingreso captura el 54 % del ingreso nacional promedio. Chile, México y Brasil son los tres países más desiguales", destaca el informe del PNUMA.
En este sentido, la presión demográfica y el creciente consumo de recursos derivará en una profundización de los problemas socio-ambientales si no se toman medidas a tiempo. Ahora bien, ¿en qué consisten las posibles soluciones a este consumo insostenible?, concretamente, en apostar por una planificación urbana integral que, en consonancia a un uso eficiente de los recursos en sistemas urbanos, reduzca el peso de las ciudades de la región.
"Las altas tasas de urbanización en ALyC son una oportunidad para mejorar el consumo y la producción sostenibles desde el plano urbano. La transformación de las ciudades a través de modelos integrales de planificación y un uso innovador del suelo podría maximizar la eficiencia y sostenibilidad del uso de los recursos en todos los sistemas urbanos de la región y revertir las desigualdades que actualmente caracterizan a muchas de sus ciudades", explica el informe.
En detalle, los especialistas que trabajaron para dicho estudio, señalan que "la planificación urbana integral debe realizarse en conjunto con acciones sectoriales específicas en el transporte y movilidad, en edificaciones y construcción, así como en la gestión de los residuos sólidos y del agua urbana (agua potable y saneamiento)".
El resultado, en caso de cumplir con los desafíos de una planeación de estas características, será la reducción regional del consumo material anual entre 6 y 7 toneladas per cápita al año 2050.
Los retos socio-ambientales para América Latina
La crisis climática en América Latina y el Caribe azota, principalmente, a los sectores sociales más vulnerables. En definitiva, la crisis climática es una crisis social para nuestra región. Asimismo, el crecimiento urbano deja al descubierto la fragilidad de las urbes latinoamericanas para contener y responder a la presión demográfica lo que deriva en una inevitable profundización de la inequidad social y, por ende, de la injusticia ambiental urbana.
"Las condiciones precarias con falta de acceso a servicios básicos, lejanía de servicios urbanos, condiciones de violencia e inseguridad afecta a las poblaciones urbanas más vulnerables y refuerza los procesos de exclusión. En las ciudades de ALyC las mujeres están constantemente enfrentando diferentes formas de opresión, desigualdad, violencia, exclusión y pobreza. Además, existe una imperante desigualdad en la que viven los pueblos indígenas, afrolatinos y afrocaribeños, quienes han sido históricamente marginados y excluidos", remarca el análisis.
Mirá también: Asfixiada por la desigualdad social y la crisis climática, América Latina y el Caribe puso énfasis en reformular el sistema de gobernanza global
En concreto, el PNUMA menciona 3 desafíos ambientales para las ciudades de América Latina:
-Desafíos en el interior de las ciudades: estos corresponden a procesos y fenómenos que son causados internamente dentro del ámbito urbano. Por ejemplo, la contaminación del aire y las fuentes de agua, la generación de residuos sólidos y aguas residuales, y la degradación de los espacios verdes o la biodiversidad en la ciudad.
-Desafíos ambientales generados por procesos ocurridos dentro de la ciudad, pero cuyos efectos se sienten a escala regional y algunas veces a escala global. Por ejemplo, las emisiones resultantes de la movilidad motorizada o la sobre explotación de los recursos hídricos.
-Desafíos ambientales desde el espacio no urbano que afectan a la ciudad: estos procesos y fenómenos se generan en otros lugares y afectan a la ciudad, representando un problema ambiental para la misma. Por ejemplo, el cambio climático y las amenazas y riesgos naturales.
Ante este escenario, la peor opción es la actual: una urbanización no planificada. "Esta contribuye directa o indirectamente, a la erosión de los ecosistemas y los servicios ambientales que estos prestan (como la captura de dióxido de carbono o la infiltración de agua). Además, la urbanización no planificada está vinculada con un riesgo mayor de exposición a contaminantes atmosféricos carencia de servicios básicos modos de vida más sedentarios, alimentación malsana y un grado menor de actividad física", describe el estudio. En este sentido, los incendios que castigan a Argentina o a Chile son un ejemplo de la no planificación urbana y de un desequilibrio entre los diferentes hábitats.
Además -añade el informe- "el crecimiento de la población urbana genera una mayor presión sobre los recursos hídricos, un aumento en la generación de residuos sólidos, particularmente los del tipo inorgánico, y un significativo impacto ambiental producto del aumento del parque automotor, así como del tiempo promedio de viaje de las personas. Asimismo, el crecimiento no planeado de las ciudades ocasiona asentamientos informales que exponen a la población viviendo en ellos a mayores riesgos ambientales cuando se le compara con zonas de la ciudad planeadas".
A modo de graficar los efectos de una ausencia de planificación urbana, el PNUMA recopilar en su informe datos contundentes de los problemas socio-ambientales regionales tales como:
-Los ríos urbanos de más de 30 ciudades de ALyC se encuentran degradados, al menos en 18 países de la región, tanto por obras de ingeniería (p. ej. canalización y rectificación de cauces) como por contaminación de aguas, afectando desproporcionadamente a los sectores más marginados de la población.
-La exposición a contaminación atmosférica es uno de los peligros de mayor importancia y es compartido por muchas de las ciudades de ALyC. En las Américas (lo que incluye a EUA y Canadá), 93,000 defunciones anuales en países de ingresos bajos y medios, y 44,000 en países de ingresos altos son atribuibles a dicha exposición.
-Grandes sectores de la población aún continúan sin acceso a agua potable, sea por falta de infraestructura o de tratamiento adecuado. Se estima que únicamente el 50 % de los municipios tienen plantas de tratamiento de aguas residuales y de estas solo el 40 % se encontraba operando en 2019.
Mirá también: ¡Contaminados!: OMS endurece las guías de calidad de aire y América Latina y el Caribe se aleja aún más de lo recomendado
-Durante 2015 se generaron entre 188 y 197 millones de toneladas de residuos sólidos municipales, cifras que podrían aumentar alrededor de 46 % para el año 2050. Cerca del 90 % de los RSM de la región se reportan como recolectados, aunque debe advertirse que una proporción importante de los residuos sigue disponiéndose en rellenos sanitarios sin control ambiental, o bien, en sitios no aptos para su recepción, usualmente bajo esquemas informales o, incluso, fuera de la legalidad.
Ante semejante escenario y con una crisis climática que no frena sino cambiamos, planificar una infraestructura adecuada para la transformación urbana sostenible es una de las salidas posibles. "Solo la coordinación sistémica y la apropiación social de dicha transformación puede, efectivamente, generar las condiciones necesarias para eliminar inercias existentes", concluye el informe, haciendo especial llamado a una gobernanza inclusiva y articulada como así también al impulso y acceso de un financiamiento para infraestructura y edificaciones sostenibles y resilientes.