La importancia de los árboles en las ciudades: "Hay que romper veredas y plantar"
Buenos Aires está entre las urbes sudamericanas con menos espacios verdes por habitante. El ingeniero agrónomo Marcelo Tenaglia compartió consejos y recomendaciones para reforestar sobre el cemento.
Cada año, la actividad económica acaba con 15.000 millones de árboles. Esto significa dos ejemplares perdidos por cada ser humano que habita la Tierra. Las urgencias son mayores en las grandes ciudades ya que las especies urbanas juegan un papel cada vez más importante en la mitigación del calentamiento global.
Las calles que disfrutan de varias especies por cuadra registran temperaturas entre dos y cinco grados más bajas que las que carecen de un follaje reparador.
Se prevé que en 2050, el 80% de las personas estarán viviendo en metrópolis. En Latinoamérica, según el Banco Mundial, este proceso será aún más intenso: nueve de cada diez vecinos del subcontinente vivirá en zonas urbanas para mediados del siglo XXI.
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Si bien las ciudades cubren solo un 3% de la superficie terrestre del planeta, son responsables de tres cuartas partes de las emisiones globales de carbono, y consumen dos terceras partes de la energía generada a nivel global.
Latinoamérica verde (o más o menos)
¿Cómo se ubican las ciudades latinoamericanas en cuanto a la relación de espacios verdes por habitantes? La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que lo ideal es que haya entre 10 y 15 metros cuadrados por cada vecino.
Entre las metrópolis más complicadas está la capital peruana, Lima, que ocupa el último lugar de la tabla ya que tiene apenas dos metros cuadrados de verde por habitante. A pesar de tener un extenso litoral, frente al mar, sus calles internas suelen ser muy agobiantes.
Un peldaño antes, en el ránking de ONU Hábitat, se ubica Buenos Aires, capital argentina, con otro magro guarismo: seis metros cuadrados de vegetación por cada ciudadano. La Reina del Plata concentra uno de los mayores consumos de cemento per cápita de la región. El costo de metro cuadrado construido en dólares es, en algunos barrios, similar al que se abona en capitales del primer mundo.
Entre las ciudades con mayor oferta de espacios verdes se encuentran una colombiana y una brasileña.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó a Barranquilla como una de las más verdes del planeta. El programa llamado "Siembra Barranquilla" tiene previsto plantar 200.000 árboles adultos en el transcurso de cinco años.
Además, la alcaldía local está recuperando ciénagas para transformarlas en ecoparques, bosques urbanos y zonas de deportes náuticos y ciclovías.
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En Brasil, la otra "vedette" del subcontinente es Curitiba, en el estado de Paraná. Reúne extensas áreas verdes y uno de los transportes públicos más eficientes del mundo para atender a casi dos millones de habitantes.
"Crear sombra"
"Lo ideal es colocar varios árboles en cada vereda. Todas las aceras deberían estar ocupadas por especies de alineación. El mínimo no debería ser inferior a 12 metros cuadrados de plantas por cada vecino. Rosario tiene un árbol cada cinco habitantes, Córdoba y Mendoza uno cada veinte y Buenos Aires uno cada ocho habitantes", analizó Marcelo Tenaglia, exdirector de Parques y Paseos de la ciudad de Rosario, Argentina, en diálogo con Carbono News.
Para Tenaglia, lo más importante es combatir las "islas de calor" y crear extensos mantos de sombra. "Debemos tener coraje y romper veredas. Tenemos que plantar todo lo posible. Hay que cambiar polvo por hojas, flores y frutos, aunque esto último nos signifique mucho más trabajo", aseguró.
Y amplió: "Las mejores especies para colocar son las nativas, las que corresponden al bioma del propio territorio. Algunas plantas exóticas terminan perjudicando nuestro medio ambiente aunque lo embellezcan. Suelen producir semillas en exceso que invaden los pocos sitios que tenemos en equilibrio. La vegetación autóctona recupera mariposas, picaflores, aves y fauna en general. Debemos pensar en remediación y no en especies que crezcan rápido. Las necesidades políticas no deberían estar por sobre las ambientales".
Actualmente, Concepción del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos, está forestando solamente con nativas. "Recurrieron a arrayanes, guayacanes, ceibos, chañares, lapachos, laureles, algarrobos y durazneros, entre otros. Se trata de ejemplares de todos los tamaños que se pueden adaptar a cada una de las veredas a ocupar. Con trabajos de este tipo tendríamos ciudades mucho mejores" concluyó Tenaglia.