Islas de calor: los árboles pueden reducir las temperaturas urbanas hasta 12°C

Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima de Zurich comprobó a fines de 2021, gracias a informaciones satelitales, que los árboles disminuyen notablemente el calor de las ciudades. Durante los veranos, la reducción de la temperatura de la superficie terrestre podría ser de hasta 12 grados en los grandes conglomerados humanos.

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Las ciudades suelen ser más cálidas que las áreas circundantes debido a las enormes extensiones de asfalto y cemento que absorben el calor. A esto se lo conoce como "isla de calor". Un método de enfriamiento natural para estas islas son las especies arbóreas.

La investigación abarcó 293 ciudades de Europa con objeto de comparar las áreas más "verdes" con las más "grises". En Europa central, las diferencias de temperatura oscilaron entre 8°C y 12°C. Por ejemplo, en el mismo ejido, las calles que disponen de varias especies de árboles por cuadra registran temperaturas entre dos y cinco grados más bajas que las que carecen de un follaje reparador.

En el artículo publicado en la revista Nature Communications, los autores explicaron que la eficacia para mitigar el calor urbano en diferentes contextos climáticos "no se ha estudiado lo suficiente" ya que depende de cada zona. Sin embargo, apoyaron lo que resulta evidente: plantar y plantar árboles.

Si bien las ciudades cubren solo un 3% de la superficie terrestre del planeta, son las responsables de las tres cuartas partes de las emisiones globales de carbono y consumen las dos terceras partes de la energía generada a nivel global.

Se prevé que, en 2050, el 80% de las personas vivan en metrópolis. En Latinoamérica, según el Banco Mundial, este proceso será aún más notable y 9 de cada 10 vecinos del subcontinente vivirá en estas condiciones para mediados del siglo XXI.

¿Qué pasa en las ciudades argentinas?

Las Naciones Unidas proclamaron como "Década para la Restauración de los Ecosistemas" el periodo comprendido entre 2021 y 2030. Argentina se encuentra entre los 10 países a nivel mundial en materia de deforestación según la FAO, la agencia sobre alimentación de la ONU. En las últimas tres décadas, perdió unas ocho millones de hectáreas de bosques nativos. En 2019, Argentina declaró la emergencia climática y ecológica.

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Consultado por Carbono.news, el fundador de la ONG ambientalista Ecohouse Global, Máximo Mazzocco, afirmó: "Hoy el cambio climático es una realidad innegable. Según el IPCC, que reúne a científicos y expertos del todo el mundo, el año 2030 sería la fecha límite que tiene la humanidad antes de un colapso ambiental que puede transformar la tierra de manera dramática. Es decir, que nos quedan menos de 10 años para cambiar el rumbo. Es muy importante combatir las islas de calor y crear extensos mantos de sombra. Tenemos que plantar todo lo posible y, desde nuestra organización, trabajamos a diario para lograrlo".

Las mejores especies para colocar junto a los cordones de cada calle son las nativas, las que corresponden al bioma del propio territorio. Se debe pensar en remediación y no en especies que crezcan rápido para alegría de los votantes. Las necesidades de los políticos no deberían estar por sobre las necesidades ambientales.