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Inteligencia Artificial Verde: ¿El gran salto cultural y tecnológico para lograr la sostenibilidad planetaria?

La Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a aminorar el impacto ambiental de las empresas, para ello, debe aprender a "pensar en verde" porque la creciente e indigerible factura ecológica del entrenamiento de los algoritmos nos obliga a buscar el equilibrio entre precisión y sostenibilidad.

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Lograr la sostenibilidad del planeta se ha convertido en una de las grandes preocupaciones del mundo actual. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llaman a la necesidad de una acción urgente, holística y colaborativa para conseguir la sostenibilidad social, ambiental y económica, y miran las nuevas tecnologías como herramientas para encontrar una posible solución. Tenemos que aprovecharlas para desarrollar sistemas más sostenibles, implementando Inteligencia Artificial Verde (IAv) , que se aleja de las soluciones de eficiencia a corto plazo para centrarse en una práctica de IA ética, responsable y sostenible a largo plazo, que ayude no solo para mejorar nuestras vidas, sino también para garantizar un futuro más sostenible para las próximas generaciones.

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Recordemos que la huella ecológica de la IA depende de varios factores, incluyendo el hardware utilizado para ejecutar los algoritmos de IA, la cantidad de datos procesados, la energía requerida para entrenar y operar los modelos de IA, entre otros. Algunos aspectos a considerar son:

  • Consumo energético: la IA requiere de un consumo energético significativo, especialmente durante el entrenamiento de modelos complejos con grandes cantidades de datos. Esto puede tener un impacto negativo en el ambiente si la energía utilizada proviene de fuentes no renovables.

  • Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): el uso de sistemas de IA puede contribuir a la emisión de GEI, especialmente si la energía utilizada proviene de fuentes contaminantes como el carbón o el petróleo.

  • Residuos electrónicos: El desarrollo y la implementación de tecnologías de IA pueden generar residuos electrónicos que requieren un adecuado tratamiento y gestión para minimizar su impacto ambiental.

Las proyecciones para los próximos años son abrumadoras. Se prevé que en 2025 cada día se crearán 463 exabytes de datos y que los ‘data center', que proliferan como hongos, requerirán, en el peor escenario, casi 8000 terabytes por hora de datos en 2030 y, en el mejor de los casos, 3000 terabytes hora, lo que pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas para minimizar los recursos energéticos asociados al despliegue tecnológico.

Por todo ello, necesitamos imperiosamente desarrollar algoritmos verdes, un concepto que incluye tanto aquellos que son más eficientes y generan menos consumo energético para llegar al mismo fin, como los que con su utilización contribuyen a aumentar la sostenibilidad de otras actividades, por ejemplo, los que se emplean en la agricultura para reducir el gasto de agua y fertilizantes. Son las 2 vertientes de una misma revolución todavía embrionaria, pero que, según los expertos, es ya irreversible y da por resultado lo que llamamos IAv.

Imagen generada con Chat GPT

Sabemos que la IA puede colaborar con el ambiente de diversas maneras, por ejemplo:

  • Optimización en el uso de recursos: como la energía, el agua y los materiales, contribuyendo así a la reducción de la huella ambiental.

  • Predicción y prevención de desastres naturales: los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de datos climáticos y geoespaciales con el fin de predecir y prevenir desastres naturales como huracanes, inundaciones y terremotos.

  • Monitoreo y conservación de la biodiversidad: aplicada a la fauna y la flora, identificando especies en peligro de extinción y contribuyendo a programas de conservación.

  • Agricultura sostenible: implementada en la agricultura para optimizar el uso de pesticidas, fertilizantes y agua, contribuyendo así a una producción más sostenible y respetuosa con el ambiente.

  • Eficiencia energética: mejorando la eficiencia energética en edificios y procesos industriales, ayudando a reducir las emisiones de GEI.

En resumen, la IA puede ser una poderosa herramienta para abordar los desafíos ambientales y promover prácticas sostenibles en diferentes sectores. Podemos enfocarnos en algunas formas en las que se puede promover la IAv:- 

  • Uso de hardware eficiente y energéticamente sostenible para ejecutar algoritmos de IA, como procesadores de bajo consumo energético y unidades de procesamiento gráfico (GPU) optimizadas.

  • Optar por fuentes de energía renovable, como la solar, eólica o hidroeléctrica, para alimentar los centros de datos y equipos utilizados en la IA

  • Diseño de algoritmos y modelos de IA que sean más eficientes en el uso de recursos, como el desarrollo de redes neuronales más compactas y menos computacionalmente intensivas.

  • Implementación de prácticas de programación sostenibles que minimicen el consumo de recursos y la generación de residuos electrónicos.

  • Fomento de la transparencia y la responsabilidad en el uso de la IA en relación con el impacto ambiental, promoviendo la medición y divulgación de la huella ecológica de los sistemas de IA.

En otras palabras, la IAv busca integrar consideraciones ambientales en todas sus etapas de desarrollo y uso con el objetivo de contribuir a la mitigación del cambio climático y la protección ambiental.

Además de las prácticas mencionadas anteriormente, la IAv también puede incluir las siguientes iniciativas y enfoques:

  • Investigación en IA sostenible: promover la investigación y el desarrollo de tecnologías de IA que sean socialmente responsables y respetuosas con el ambiente.

  • Educación y concientización: fomentar la educación sobre la importancia de la sostenibilidad en la IA y promover la concientización sobre el impacto ambiental de las tecnologías digitales.

  • Colaboración y alianzas: fomentar la colaboración entre empresas, organizaciones y gobiernos para desarrollar e implementar soluciones de IA sostenibles y compartir mejores prácticas.

  • Evaluación de impacto ambiental: realizar evaluaciones de impacto ambiental en proyectos de IA para identificar y mitigar posibles efectos negativos en el ambiente.

  • Inversión en innovación sostenible: en tecnologías y enfoques de IA que promuevan la sostenibilidad y contribuyan a la protección ambiental, como el uso de IA para la gestión eficiente de recursos naturales.

Como se puede apreciar, la IAv se enfoca en promover el desarrollo y uso de la IA de manera sostenible y responsable, teniendo en cuenta el impacto ambiental de estas tecnologías y buscando soluciones que contribuyan a la protección ambiental.

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Con todo este escenario emergiendo, algunas empresas líderes en tecnología están enfocadas en desarrollar IAv y sostenible, incorporando prácticas y soluciones ecológicas en sus productos y servicios:

  • Google: ha implementado iniciativas de sostenibilidad en su infraestructura de centros de datos, utilizando energía renovable y mejorando la eficiencia energética en sus operaciones de IA.

  • Microsoft: ha anunciado su compromiso de alcanzar carbono neutralidad para 2030 y ha invertido en tecnologías de IA que ayuden a reducir las emisiones de carbono y promuevan la sostenibilidad ambiental.

  • IBM: ha desarrollado soluciones de IA y analítica de datos para ayudar a las empresas a reducir su consumo de energía, optimizar recursos y mitigar el impacto ambiental de sus operaciones.

  • Amazon: ha invertido en tecnologías de IA y aprendizaje automático para mejorar la eficiencia energética en sus operaciones logísticas y en la gestión de sus centros de datos.

  • Tesla: si bien no se enfoca exclusivamente en IA, la empresa automotriz líder en vehículos eléctricos ha integrado tecnologías de IA en sus vehículos para optimizar la eficiencia energética y avanzar en la transición hacia la movilidad sostenible.

  • DeepMind (propiedad de Alphabet): ha desarrollado algoritmos de IA para optimizar el consumo de energía en centros de datos y mejorar la eficiencia de sistemas de refrigeración, contribuyendo así a la reducción del impacto ambiental de las operaciones de data centers.

  • Wasteflow: utiliza IA para optimizar la gestión de residuos y fomentar el reciclaje, ayudando a reducir la cantidad de desechos que terminan en vertederos y promoviendo prácticas más sostenibles de gestión de residuos.

  • Ecobot: utiliza IA para automatizar y agilizar el proceso de evaluación y cumplimiento de regulaciones ambientales en la industria de la construcción, permitiendo una gestión más eficiente y sostenible de los recursos naturales.

  • Open AI: esta organización sin fines de lucro se enfoca en desarrollar IA de manera ética y sostenible, promoviendo la transparencia y la responsabilidad en el desarrollo y uso de tecnologías de IA.

  • LanzaTech: utiliza IA y análisis de datos para optimizar procesos de producción más sostenibles, como la captura y reutilización de emisiones de carbono en la producción de biocombustibles y productos químicos.

Imagen generada con Meta AI

Resulta esperanzador que estas empresas y organizaciones estén liderando el camino en el desarrollo de IAv, trabajando en iniciativas similares para promover la sostenibilidad en la IA y contribuir a la protección ambiental, utilizando así la IA y tecnologías relacionadas para abordar desafíos ambientales y promover prácticas más sostenibles en diversos sectores, contribuyendo con ello a la mitigación del cambio climático y al logro de un futuro sostenible.


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