Autos eléctricos: a falta de ruido, les agregarán sonido y aromas para detectarlos

En los últimos años, grandes marcas automotrices europeas, japonesas y norteamericanas como Jaguar, Porsche, Volvo, Ford, General Motors y Toyota han anunciado fuertes avances hacia la decisión de solamente fabricar autos eléctricos.

Ahora, se sumó el fabricante alemán Audi a esta decidida tendencia. La empresa, que es subsidiaria de la también germana Vokswagen, anunció que no fabricará motores a gasolina o diésel a partir del año 2026, dentro de un lustro. Marchan rumbo a la electrificación de toda su flota.

Sin embargo, aparecen en este venturoso futuro algunos inconvenientes impensados. Los rodados de este tipo se caracterizan por su baja rumorosidad, por lo que es necesario agregarles sonidos para que los peatones o ciclistas puedan detectar su presencia y evitar ser atropellados.

¿Cómo hará Audi para que sus vehículos hagan ruido? Desde ahora, todos los vehículos sin motor a combustión deben incluir un sistema de aviso acústico denominado SAAV porque el motor eléctrico apenas emite sonido a bajas velocidades.

A pesar de que el tránsito es el responsable del 85 % de la contaminación acústica de las calles, según datos de la Organización Mundial de la Salud, la seguridad de los más vulnerables en las arterias es la prioridad de las autoridades.

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¿Cómo harán los diseñadores del sonido para crear el ruido artificial?

El sonido externo de un ecológico Audi e-tron, por ejemplo, se crea a partir de más de 30 grabaciones superpuestas. Cada vez que se acelera, aparece este ronroneo. Un pequeño altavoz estará ubicado frente a la rueda delantera derecha. Si el automóvil conduce hacia atrás o marcha rápido, el ruido se hará más estridente.

La nostalgia del olor a gasolina

La veloz irrupción de los nuevos coches ecológicos en el mercado está despertando otro inconveniente: muchos compradores quieren que su unidad despida olor a nafta o gasoil.

Los más "tuercas" extrañan esa emanación tan característica de los derivados del petróleo que les entrega una sensación tan placentera como incomprensible. Este tipo de combustible supone un cóctel químico pero es el benceno el responsable del conocido aroma.

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Por ello, el gigante Ford ha preparado para su Mustang March E un "recuperador de olores" para simular que las modernas máquinas también provocan gases como los vehículos a combustión.

La empresa nacida en Detroit realizó una encuesta entre dueños de vehículos que arrojó que al utilizar un auto eléctrico el 70% extraña la "fragancia" del combustible.

El producto ya tiene nombre: se llama Eau de Ford. Se trata de una esencia en la que se combina el olor de la nafta con el del caucho. Ford ha recurrido a la mixtura de almendras, jengibre azul, lavanda, geranio y sándalo para lograr su llamativo objetivo.

"La nafta suele despedir un olor dulce al que la mayoría de las personas es particularmente sensible. El cerebro evoca recuerdos y los emparenta con situaciones familiares del pasado reciente o la lejana infancia. Nos lleva hasta viajes de vacaciones o fines de semana", explicó a Carbono News, la doctora Stella Maris Cuevas, especialista en olfato.

Esta poderosa conexión entre aromas y memoria se denomina fenómeno de Proust, en reconocimiento al autor francés quien asociaba su niñez con las galletas de magdalena sumergidas en té.

Pero, existen también explicaciones químicas que justifican esta suerte de adicción: "La inhalación directa de estos gases es sumamente peligrosa para la salud. Particularmente no me gustan pero existe gente que se ve estimulada por estos productos químicos que les producen astringencias. Esto suele ocurrir también con diluyentes como el thinner o el aguarrás que te pueden dilatar las vías aéreas".