El retroceso en la regulación permitirá que EEUU emita 1800 millones de toneladas adicionales de gases de efecto invernadero hasta 2035, a cambio de un "ahorro" de más de 6400 millones de dólares.
Bajo la necesidad de supervivencia electoral, la Casa Blanca centró su campaña política en la amenaza de China, buscando desviar la atención pública lejos de su propia incompetencia.