Lobos: encontraron agrotóxicos en escuelas, plazas y hasta en el agua corriente
El INTA confirmó lo que los activistas ya aseguraban. Ahora, los vecinos luchan para que se prohíban las fumigaciones a mil metros de distancia del casco urbano.
Gracias a una investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) financiada por vecinos, confirmaron que en Lobos, partido de Buenos Aires, hay contaminación por agroquímicos en zonas rurales y urbanas, tanto en el agua corriente y el agua de lluvia, como en el suelo de jardines y plazas, en el aire y en la laguna. Con estos resultados, intentan que las autoridades impongan un límite de, al menos, 1095 metros, entre las personas y las fumigaciones, y que, también, disminuyan la cantidad de estas sustancias.
Para el estudio, se tomaron 13 muestras de los lugares "más representativos de la diversidad ambiental del Partido" según los vecinos, y demostraron que los pesticidas se desplazan en forma de gotas, partículas y/o vapores, y terminan contaminando no solo los campos donde fueron arrojados, sino también en zonas urbanas, a 7km de distancia.
Los vecinos informaron que los resultados obtenidos son "alarmantes". "Encontramos contaminación por plaguicidas en todas las muestras de la zona urbana y rural de Lobos, en el agua corriente, en el suelo de nuestros jardines y plazas, en el aire, en el agua de lluvia, y en nuestros cursos de agua y nuestra laguna", señalaron en un comunicado.
Los resultados según las muestras fueron:
- Contaminación del agua de consumo humano: hallaron once plaguicidas en aguas subterráneas, incluidas las utilizadas por las estaciones de bombeo municipales que están a 50 metros de profundidad. Uno de los herbicidas encontrados fue el 2,4-D y sus niveles "están 45 veces por arriba de lo aceptado por la Unión Europea que es la referencia tomada por el INTA en estos casos", explicaron.
- Contaminación del agua de lluvia: se registraron diez plaguicidas en una muestra de agua de lluvia tomada en la plaza principal de Lobos el 8 de abril de este año. "Nos llueven en la cabeza herbicidas e insecticidas, las mayores concentraciones fueron de Atrazina, Fipronil y otra vez 2,4-D", sostuvieron.
- Contaminación en áreas verdes: se encontraron 6 plaguicidas en árboles del casco urbano.
- Contaminación de los suelos: descubrieron cinco plaguicidas, en especial, de glifosato, en los espacios verdes de uso público, la plaza principal y los sectores recreativos de la Escuela N 3 de Chacras.
- Contaminación de los arroyos y canales que llevan agua y sedimentos a la Laguna de Lobos: 12 fueron los plaguicidas encontrados "debido posiblemente al lavado de los campos de cultivo durante los eventos de lluvia", detallaron. Además, en los sedimentos también encontraron siete agroquímicos, mayormente glifosato, 2,4-D y clorpirifós.
Este Monitoreo Ambiental fue realizado por el Laboratorio de Plaguicidas del INTA Balcarce, a cargo de la Dra. Virginia Aparicio. Vecinos autoconvocados y organizaciones (Alianza Clima vida y salud, Coplasa, FIT, Ecolobos, Fuerza Ecológica, Junta Vecinal Laguna de Lobos, Casa de la Cultura de Lobos), a través de distintas actividades, recolectaron el dinero para llevar adelante el estudio.
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"Demuestra la amplia distribución en el ambiente de Lobos de los diferentes plaguicidas utilizados por una forma de agricultura que depende de insumos químicos y de semillas modificadas genéticamente", agregaron.
La agricultura en Lobos fue cambiando con el tiempo. En 1989, alrededor de 48.000 hectáreas eran distribuidas equitativamente para el cultivo de avena, trigo, lino, girasol, maíz y soja. Pero, según explicó la ONG Naturaleza de Derechos, la situación al 2016 ya era muy distinta: más de 86.000 hectáreas cultivadas y la soja ocupando el 60%, seguida por un poco más del 20% de maíz, detalló en su página web.
"Desde que entró el cultivo transgénico en la década de 1990, en Lobos no hay ninguna ordenanza que regule su uso y el de los agrotóxicos", dijo a Carbono News la vecina y militante del PTS, Lara Ramassotti.
Primero la salud: un límite a las fumigaciones
"Tanto la Atrazina como el 2,4-D y el glifosato encontrados en casi todas las muestras en cantidades alarmantes son considerados disruptores endocrinos o sea que pueden provocar enfermedades de la glándula tiroides y de otras glándulas del sistema endócrino", enfatizaron los vecinos en el comunicado.
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Y agregaron: "Además muchas de las sustancias encontradas son probables causantes de cáncer en humanos. Existen estudios científicos muy confiables tanto a nivel nacional como internacional que demuestran los impactos nocivos de los plaguicidas hallados en Lobos".
La vecina Cielo Campos, parte de la asociación Fuerza Ecológica, contó que el doctor lobense Atilio Sgro, fallecido en 2020, venía denunciando "muchísimos casos de tiroides en gente muy joven" y le había pedido al Consejo Deliberante que se analizara el estado del agua de consumo de la ciudad, pero las autoridades no lo hicieron.
"En Lobos no hay especialización en atención a la salud en patologías graves. La gente viaja en las combis municipales gratuitas que van a los hospitales de La Plata y Buenos Aires para atenderse allí. Por eso, no podemos hacer la relevación de cuántos casos de cáncer hay. Esa información se pierde", agregó Campos.
Para los vecinos, hay que bajar la cantidad de aplicaciones de manera "urgente". "Hay evidencias que certifican que alejar las pulverizaciones y reducir las cantidades aplicadas disminuyen los residuos en el ambiente con el paso de los años", explicaron.
En octubre de 2020, el Círculo de Ingenieros Agrónomos envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que proponía solo 50 metros de distancia entre aplicaciones y personas. Por su parte, la Sociedad Rural presentó otro, pero de cero metros de distancia ya que, según afirmó Campos a Tiempo Argentino, esa entidad "sostiene que no hay ningún tipo de peligro".
Los vecinos vienen denunciando desde hace décadas que el control es nulo. Sin embargo, luego de enterarse de estas presentaciones, comenzaron a organizarse para demostrar que los agroquímicos sí contaminan. Por eso, recientemente, les mostraron estos resultados al Consejo Deliberante para que los tenga en cuenta al momento de actualizar la normativa de las fumigaciones que, según creen los vecinos por algunas declaraciones de concejales a medios locales, será luego de las elecciones.
"A partir de los estudios hubo un quiebre en Lobos. Estamos organizando un grupo de vecinos autoconvocados y de organizaciones para difundir lo que está pasando. Queremos que la ordenanza se trate antes y que sea lo que decida la comunidad ayudada por investigaciones científicas. La organización COPLASA propuso que las fumigaciones estén a 1095 metros de la población para que haya otra opción más saludable, pero tal vez sea mejor que estén aún más lejos", destacó Ramassotti.
Los vecinos concluyeron: "Debemos poner en alerta a las autoridades municipales, para que actualicen las normativas, monitoreen sistemáticamente el impacto en la salud de la población y en el ambiente, y tomen medidas que aseguren la protección de los acuíferos de los cuales se extrae el agua que abastece a la ciudad".