La campaña londinense que penaliza a quienes mantienen el motor encendido

El gobierno de Londres lanzó una original campaña para concientizar a los automovilistas a apagar los motores de los vehículos a combustión cuando estén detenidos. Como parte del mensaje, cuentan que en apenas un minuto cada vehículo es capaz de generar humo dañino suficiente como para llenar 150 globos de cumpleaños.

Los automóviles, taxis, camionetas, autobuses y camiones representan más del 50% de toda la contaminación del aire de la ciudad. Cada tubo de escape envía a la atmósfera importantes cantidades de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global: según la Agencia Europea de Medio Ambiente, un coche a gasolina mediano emite de media unos 143 gramos de CO2 por kilómetro.

La comuna, liderada por el alcalde Sadiq Khan, está en plena transición hacia un modelo de traslado más sustentable, y para eso incorpora cada año a la flota de transporte nuevos colectivos impulsados con hidrógeno, y también eléctricos.

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Detenerse en cada parada

Como parte de la campaña "Engine Off, Every Stop" ("motor apagado, en cada parada") la policía londinense emite a los conductores una advertencia verbal para que apaguen el coche. Si no hace caso, se le libra una multa que oscila entre 20 y 80 libras, dependiendo del tamaño del rodado.

Pero la advertencia no durará mucho tiempo. En el corto plazo los policías podrán multar a los conductores que dejen el auto en marcha, sin previo aviso.

Según cifras establecidas por una investigación propia del Gobierno londinense, el motor en ralentí causa más estragos al medio ambiente que un carro en movimiento.

Uno de los sectores apuntados es el de taxis. Suman 25.000 en Londres y producen millones de horas de contaminación cada mes mientras aguardan pasajeros.

Para los camiones y automóviles que pertenezcan a grandes empresas las penalidades serán aún mayores (de tres y hasta cuatro cifras) para que las corporaciones adviertan con severidad a sus conductores.

Es posible que no se pueda evitar mantener el motor en marcha cuando un conductor se encuentra detenido en un semáforo o atrapado en un tráfico lento. Pero a menudo el ralentí en un estacionamiento es innecesario.

Un simple giro de la llave puede mantener el aire más limpio al tiempo que se ahorra dinero y combustible.

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El portal Todoautos analizó el sistema "start-srop" para evitar smog y, según sus pruebas realizadas, se reduce el consumo de nafta entre un 8% y un 15% si se apagan las unidades.

Consultada por Carbono News, la doctora Stella Maris Cuevas, otorrinolaringóloga y alergista, advirtió:

"El humo es una combustión incompleta del petróleo. Eso es lo que inhalamos. Ingresa por nuestras vías aéreas superiores y llega hasta nuestros pulmones. El smog termina dañando también la vía aérea inferior. Los más afectados son los bebés y niños que van en carritos y cochecitos ya que se encuentran a la misma altura que los caños de escape. Esos chiquitos pueden padecer alergias y los padres no saben cuál fue el origen real de la afección".

La experta en olfato agregó que "los casos de asma se están disparando en las ciudades como consecuencia del aire viciado. En los grandes centros urbanos de Latinoamérica no existen aún mediciones continuas que demuestren el tenor del peligro". En casos extremos, la contaminación deriva en enfermedades cardíacas, bronquitis crónica y cáncer.

Los automóviles generan también otras emisiones perjudiciales como compuestos orgánicos volátiles (COV), monóxido de carbono (CO) y óxidos de nitrógeno (NOX).

¿Existen avances tecnológicos capaces de controlar las emisiones?

La ciencia ha desarrollado un menú de opciones:

• convertidores catalíticos
• recirculación de gases de escape
• sensores de monitoreo del motor

De hecho, los vehículos actuales afectan un 99% menos nuestro aire que los vehículos construidos en la década de 1970.

Además, los estándares de calidad del combustible han sido muy mejorados. También, es alentador el hecho de que los motores eléctricos ya no necesitan ser "calentados", aún en los más crudos inviernos. Pero, la explosión del parque automotor, especialmente en el mundo desarrollado, está conspirando contra los resultados finales.