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Acción climática

¿Qué es el "canje de deuda por el clima" que pidió el presidente y cómo podría utilizarse?

Consultados por Carbono News, expertos en ambiente y activismo explicaron qué significa esta estrategia y opinaron sobre los proyectos ambientales que más financiación necesitan en el país.

Durante la Cumbre Iberoamericana, el presidente Alberto Fernández pidió un ‘canje de deuda por el clima' para "vincular a los procesos de pago de deuda con la acción climática". ¿Qué significa esto y cómo podría realizarse? Consultados por Carbono News, el exsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Nación, Carlos Gentile, el director y creador de Banco de Bosques, Emiliano Ezcurra y las organizaciones Extinción o Rebelión y Climate Save Argentina, explicaron la importancia de esta propuesta y dieron recomendaciones al respecto.

Según explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sistema de canje de la deuda por actividades de protección de la naturaleza es un mecanismo para fomentar las iniciativas conservacionistas en los países en desarrollo, al mismo tiempo que reducen su pago.

Consiste en que parte de la deuda externa sea comprada por agentes del sector privado o gobiernos amigos del país deudor a menor precio, y la intercambien por inversiones en moneda nacional del Estado en cuestión para financiar actividades de conservación. Para eso, los bancos comerciales acreedores (o los gobiernos) tienen que estar dispuestos a aceptar estos términos.

Aunque esto pueda parecer impensable, es decir, que los acreedores elijan reducir su cobro, la FAO explica que no lo es, ya que la realidad económica de muchos países en desarrollo y endeudados demuestra que "no pueden hacer frente a toda la deuda que han acumulado y, tal vez, nunca estarán en condiciones de hacerlo". "Ante esa situación, es posible que los bancos comerciales prefieran vender la deuda a un precio descontado en lugar de esperar un reembolso incierto en el futuro", concluye.

Así, los países deudores garantizan poder pagar su deuda y también, al proteger su ambiente, llevan beneficios climáticos al resto del planeta.

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¿Clima o naturaleza?

Para empezar, Emiliano Ezcurra explicó a Carbono News que lo que podría hacerse sería un "canje de deuda por la naturaleza", no "por clima", ya que esto último "es algo que todavía no está normado, no hay detalles, no hay experiencias con trayectoria".

El sistema de canje de la deuda por actividades de protección de la naturaleza es un mecanismo para fomentar las iniciativas conservacionistas en los países en desarrollo (Foto: Pixabay)

"Es un viejo mecanismo que tuvo resultados acotados en el pasado. Recientemente una iniciativa llamada Finanzas para la Biodiversidad propuso un nuevo mecanismo, que aspira a ser superador del anterior, llamado "Bonos de Cumplimiento de la Naturaleza", contó por su parte Carlos Gentile.

Y sumó: "Con estos bonos se premiaría a los países que cumplen ciertos resultados ambientales con una reducción en su deuda, y podrían usar esos ahorros de manera discrecional. No sé si el Presidente se refiere al mecanismo anterior o al nuevo".

¿Es viable en la Argentina?

"Si se trata del nuevo mecanismo (el de los bonos), habrá que acompañar su desarrollo, saber qué organismos y países acreedores eventualmente lo adopten y cuáles serán sus condiciones. Parecería que la iniciativa es considerada al menos por el momento por los organismos multilaterales y no todavía por gobiernos nacionales y acreedores privados, que habría que ver si estarán dispuestos a aceptar un planteo de este tipo", sostuvo Gentile.

"Nuevamente, asumiendo que se refiere a este nuevo mecanismo creo que es válido que el gobierno lo explore. Creo que en ese caso debería aprovechar la transversalidad del Gabinete Nacional de Cambio Climático -creado en 2016 en la gestión anterior de gobierno, ratificado por la Ley de Cambio Climático y continuado por el gobierno actual-, que contiene a todos los actores que deberían estar involucrados en un planteo de este tipo y sumar a todo el espectro político para asegurar su éxito y sostenibilidad en el tiempo", dijo Gentile y agregó: "Creo más allá de ello que deberían tenerse en cuenta ciertas consideraciones:

   Debería asegurarse que un acuerdo como este no implique ningún tipo de negociación de soberanía sobre los recursos del país deudor.

   Habría que conocer muy bien qué implicaría un acuerdo de este tipo en la relación del gobierno deudor con el país u organismo acreedor. Qué derecho le daría a este último sobre el primero.

   El mecanismo parece sensible en el punto de la discrecionalidad del uso del ahorro. Creo que esa discrecionalidad no debería implicar la posibilidad de darle ciertos usos, por ejemplo destinarlo a subsidiar combustibles fósiles.

   El mecanismo debería sortear un escollo similar al que se presenta en la negociación del Art.6 del Acuerdo de París: tendrá que asegurar que los países deudores que ya hicieron grandes esfuerzos por cuidar el ambiente no se vean desfavorecidos contra los países que no han hecho los mismos esfuerzos, ya que estos bonos se emitirían seguramente en función de compromisos ambientales hacia delante.

   El diseño del mecanismo deberá asegurar que el mismo principio que promueve no se vuelva en contra provocando que los países no dejen de cuidar el ambiente si no logran descuentos en la deuda".

Gentile: "El diseño del mecanismo deberá asegurar que el mismo principio que promueve no se vuelva en contra provocando que los países no dejen de cuidar el ambiente si no logran descuentos en la deuda" (Foto: Pixabay)

Por su parte, para el director de Banco de Bosques, sería "interesante" crear un mecanismo de "canje de deuda por el clima", pero remarcó que ya existen dispositivos similares, como uno llamado REDD+, impulsado por la ONU, que ayuda a los países a reducir las emisiones de la deforestación.

Este se basa en que los países desarrollados proporcionen una compensación financiera a aquellos países en desarrollo que logren reducir sus emisiones a nivel nacional provenientes de la deforestación y degradación y que apoyen la conservación de las reservas existentes de carbono de los bosques, la gestión sostenible del bosque, y el aumento de las reservas de carbono de los bosques.

"Sería un complemento importante para sumar a la ley de bosques", argumentó Ezcurra. Y detalló que actualmente esta norma es violada y no se cumple con su presupuesto.

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"La realidad está en las inmobiliarias, lo demás es todo discurso. Hoy podés comprar bosques y pasar las topadoras mañana con un permiso firmado por la autoridad competente. Si decimos que la cuestión climática está en el centro, hagamos cumplir la ley de bosques para evitar esto porque nuestras mayores emisiones son por la deforestación", concluyó Ezcurra.

Fomentar la agroecología y apostar a energías limpias

Según los últimos datos del INDEC, la deuda pública argentina es de 335.582 millones de dólares. Alrededor del 40% es con privados, otro 40% con agencias del sector público y el 20% restante es con organismos multilaterales y bilaterales.

Gracias al mecanismo de "canje de deuda por naturaleza", hacia fines de la década de 1980, organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) compraron parte de la deuda de Ecuador y, así este país se comprometió a reducir la deforestación. Otro ejemplo fue Filipinas, en 1988, cuando la WWF compró 390.000 dólares de su deuda y la Haribon Foundation, una organización ecologista de ese país, utilizó los fondos para realizar diversas actividades de conservación, como parques nacionales.

Consultados sobre en qué proyectos ambientales invertirían para reducir las emisiones y mejorar la calidad de vida de las personas en el caso de que se consiguiera para la Argentina alguno de los mecanismos internacionales de "canje de deuda" antes mencionados, organizaciones activistas dieron sus puntos de vista.

"El país necesita urgente invertir en agroecología y la renovación de su matriz energética", dijo Martín Vainstein (Foto: UTT)

"El país necesita urgente invertir en agroecología y la renovación de su matriz energética. Sin embargo, también debe haber un freno a la extracción de bienes comunes naturales que no solo atentan contra la salud pública sino que tampoco generan trabajos a largo plazo y quiebran economías regionales", aseguró el coordinador de Climate Save Argentina, Martín Vainstein.

"Primero, el Poder Ejecutivo tiene que financiar el proceso de adaptación del campo a prácticas agroecológicas, comunitarias y familiares, desincentivando el acaparamiento de tierras para producción masiva de cultivos con agrotóxicos. Es la mejor manera de comenzar a garantizar que todes tengamos un plato de comida sobre la mesa", continuó.

"En segundo lugar, debe tener una política real de freno del desmonte, cuyos terrenos se destinan a la ganadería intensiva contribuyendo al calentamiento global tanto por la liberación de gases de la tala y de la producción ganadera", añadió.

Por último, explicó: "En tercer lugar, debe destinar fondos a un cambio de matriz energética como lo demostró la crisis de hidrocarburos del 2008/09. La única forma de tener un país soberano en materia de energía es dependiendo cada vez menos de fósiles y más de renovables".

Desde Extinción o Rebelión coincidieron en la importancia de cambiar la matriz energética y mutar a prácticas agroecológicas para reducir emisiones y mejorar la calidad de vida.

"Una de nuestras demandas principales es la apertura de la democracia", sostuvo Ornella Bao (Foto: XR Argentina)

"Una de nuestras demandas principales es la apertura de la democracia y creemos que en el caso de que hubiera algún reconocimiento de los países del norte global en cuanto a la deuda ambiental que tienen con el sur, la salida sería preguntarle a los habitantes de los distintos territorios, que hoy se ven sacrificados por sectores industriales o económicos, qué es lo que quisieran hacer con sus tierras", destacó la vocera de XR, Ornella Bao y argumentó que en Argentina "casi nunca se ponen en funcionamiento los plebiscitos".

"La verdad es que hay casos de sobra como por ejemplo en Andalgalá, Catamarca, que se les está queriendo imponer la megaminería como una solución económica, y este pueblo está diciendo hace años y años que no es lo que quieren, que hay otras salidas a la crisis", concluyó Bao.

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