Salud y alimentación
Agroquímicos

Cerveza cada vez más verde: avanza la producción de cebada agroecológica

El INTA y Quilmes ya trabajan para producir materias primas libres de agroquímicos. "Estamos cambiando una realidad de productores que vivían en el campo", aseguró uno de los expertos.

Cuatro de las diez marcas más valiosas de América Latina son fábricas de cervezas. Se trata de firmas tan importantes como Águila, Brahma, Corona y Skol, según un informe elaborado por la empresa de marketing y comunicación británica WPP.

Y es que se trata de una de las bebidas favoritas de la región. Donde más se consume es en Panamá -75 litros por año por persona- seguido de México, con 65 litros.

Les siguen Brasil, con más de 60 litros anuales per cápita, y luego Colombia, con 55 litros, siempre de acuerdo a datos publicados por la Organizaciòn Mundial de la Salud en su trabajo sobre la "Situación mundial del consumo de alcohol".

Mientras, los gigantes cerveceros latinoamericanos están apostando por una materia prima obtenida en campos que no utilicen fertilizantes. Los nuevos sistemas de producción se caracterizan por la baja o nula utilización de insumos químicos.

Un ejemplo indiscutible es Quilmes, un eslabón desde un par de décadas del holding Ambev, fabricantes también de la brasileña Brahma y muchas otras reconocidas cervezas, como Patagonia, Pilsen, Paceña y Corona.

La tradicional compañía creada por la familia Bemberg está ya trabajando con maltas orgánicas de bajo impacto ambiental.

¿De qué se trata?

A partir de la necesidad de obtener cebadas agroecológicas para crear productos sustentables, un grupo de productores ya está trabajando en campos que no utilizan químicos ni fertilizantes.

El ingeniero Martín Zamora, coordinador de la red de agroecología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), le explicó a Carbono News: "Tenemos una mirada holística, integral, de la producción. Gracias a los cultivos orgánicos, los chacareros están manteniendo altos rendimientos con menores costos ya que no deben invertir tanto dinero en insumos. Ahora, las grandes empresas se interesan por productos sin residuos de químicos y les garantizan un buen precio".

Martín Zamora (izq) investigador del INTA (Foto: gentileza)

Y agregó: "Desde el INTA estamos vinculando ambos extremos de la cadena. En 2020 ya tuvimos un total de 20 vendedores dedicados a las cebadas puras. En 2021 se va a incrementar la superficie y también el número de participantes".

El investigador, que tiene asiento en la planta experimental de Barrow, partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, añadió: "La agricultura regenerativa de los recursos naturales fomenta la fertilidad de los suelos. Estamos recuperando la biodiversidad que se había ido perdiendo. Estamos trabajando en indicadores que realizan un seguimiento de cada campo involucrado. Se trata de una forma totalmente distinta de entender este negocio: los buenos rendimientos van acompañados de una gran rentabilidad ya que las cerveceras les aseguran la comercialización total de las cosechas".

Según Zamora, las primeras pruebas han sido muy exitosas. La cerveza obtenida tiene un sabor idéntico o superior a las tradicionales ya que utiliza insumos muy nobles.

El programa incluye también el mejoramiento genético de los cultivos para que se adapten a futuros cambios climáticos. La transición está comenzando y los científicos se preparan para una adaptación irreversible.

La cerveza del futuro

El INTA colabora con el control del balance de los nutrientes, el análisis de la calidad del suelo y la biodiversidad vegetal. En los lotes se practican ensayos de densidad de siembra, inoculantes y curasemillas sin aplicar fertilizantes.

La cebada regenerativa es el futuro de la producción de cerveza. El horizonte de siembra se va ampliando año tras año gracias a la recuperación de los campos. Los ecosistemas se están restaurando con gran velocidad.

Ya se sembraron 150 hectáreas de cebada agroecológica, y para 2023 Quilmes proyecta alcanzar las 1500 hectáreas (FOto: INTA)

Las buenas noticias se van multiplicando en un mercado tan dinámico y competitivo. Las "cervezas ecológicas" generarán pronto muchos nuevos puestos de trabajo de manera directa e indirecta.

Los pronósticos más optimistas, como los de la firma de investigación de mercados Market.biz, hablan de una captación del mercado regional cercana al 20% para 2030.

Estas nuevas prácticas ahorran el consumo de carbono, fomentan la economía circular y buscan una correcta administración del agua en cada faceta del negocio.

Los pueblos rurales y las pequeñas comunidades cercanas a este tipo de sembradíos han mejorado sus perspectivas económicas para el corto, mediano y largo plazo.

El ingeniero Zamora no duda sobre lo que vendrá: "Lo social y ambiental es cada vez más importante para los consumidores. Estamos cambiando una realidad de productores que vivían en el campo con sus familias pero agobiados por los bajos precios y los altos costos de los insumos. Algunos de los nuevos jugadores tienen 100 hectáreas y otros llegan a sumar más de 2000. Este tipo de variedades saldrán al mercado en breve. Todo lo que sea orgánico es más equilibrado y sabroso".

Esta nota habla de: