Activismo
Acción climática

De hijos a padres: crece en el mundo el activismo de las "familias por el clima"

"La lucha es intergeneracional", sostienen los padres que, movilizados por los más jóvenes, militan el activismo climático. La tendencia crece rápidamente en América Latina.

Si bien el activismo por el cuidado del ambiente está más vinculado a los jóvenes y las nuevas generaciones, cada vez más personas de todas las edades unen sus fuerzas para reclamar a las autoridades más acción climática. Las organizaciones de padres y madres por el clima son redes globales que luchan para garantizar un mejor futuro para el planeta.

Leonor Del Bosque y sus hijos activistas del clima de Monterrey (Foto: gentileza)

"Nuestros sistemas mundiales no piensan en el futuro, solo en satisfacer los deseos y necesidades del presente y eso está agotando los recursos de nuestro planeta y contaminando todo", afirman desde Parents For Future (PFF, Padres por el Futuro), que nació en el 2019 para apoyar a Fridays For Future -el movimiento climático liderado por jóvenes y niños, cuya referente más conocida es Greta Thunberg-. En poco más de un año, las organizaciones de familias por el clima están presentes en muchos países del mundo e impulsan su propia agenda.

Luchan por el futuro de sus hijos, quienes, según dicen, vivirán la peor parte de la crisis climática. En palabras de la vocera de la red global, la alemana Agnes Imgart: "Creemos que la crisis climática es una cuestión de justicia social e intergeneracional. Nuestra generación es responsable de esta crisis, por lo que también queremos ser responsables de garantizar un futuro justo y seguro a nuestros hijos", dice Agnes, mamá de dos activistas climáticos.

En América Latina el movimiento de padres y madres por el clima surgió a finales de 2018 en diferentes puntos de la región, y apenas dos años después tienen representación en gran parte de los países de la región.

De hijos a padres

A finales del 2018, impulsado por la ola climática global, nace Fridays For Future Colombia. Juan Giraldo, un joven activista de Medellín, inició las huelgas en la ciudad. La recepción fue positiva, muchos niños y jóvenes comenzaron a acudir a las movilizaciones que se organizaban todos los viernes.

Los familiares fueron sumándose al movimiento joven: tíos, abuelos, vecinos, padres y madres, unidos por la causa climática. Así nació Familias por el Clima, un grupo de madres y padres colombianos que forma parte de la red global de Parents For Future. Explicaron a Carbono News: "Luchamos por los derechos del futuro, que son los derechos de las generaciones para vivir en un planeta sano".

El núcleo duro de este colectivo lo forma un grupo de ecologistas; padres y madres que ya venían participando de otros grupos ambientalistas. Pero también, existen nuevos actores que se van sumando, muchas veces por acompañar y apoyar el activismo de sus hijos. Por ejemplo, en Colombia, Familias por el Clima acompaña los procesos liderados por niños y jóvenes como "Guardianes por la vida", la "Fundación Tu Planeta, Tu Casa" o las organizaciones de Fridays For Future presentes en el país.

Algo similar sucedió en México: un grupo de madres preocupadas por la contaminación del aire en el área metropolitana de Monterrey decidió unir fuerzas para buscar un mejor futuro para los niños y niñas que viven en este área. Así nació "Padres por el Futuro de Monterrey", una organización asociada a Parents For Future.

"Trabajamos con otras organizaciones ecologistas a nivel municipal y estatal para colocar la crisis climática en todos los planes de acción", cuenta Leonor Del Bosque, la vocera de la organización. Actualmente realizan labores de acompañamiento a los jóvenes de Fridays For Future de México y también tienen incidencia política a nivel estatal. "Ahora que estamos en contexto electoral, lo que hacemos es hablar con los candidatos para asegurarnos de que el tema ambiental está dentro de sus prioridades", explica.

Acción ambiental de Fridays for Future Monterrey apoyada por Padres por el Futuro de Monterrey (Foto: gentileza)

Carolina Zambrano es una de las integrantes más activas de Familias por el Clima en Ecuador, que se fundó también en apoyo a los jóvenes de FFF. "Lo que fue interesante es que muchas personas de diferentes puntos de Ecuador se fueron uniendo rápidamente", cuenta.

Carolina Zambrano y sus hijos, activistas de Familias por el Clima de Ecuador (Foto: gentileza)

El día de la marcha mundial por el clima, en septiembre de 2019, Carolina y un grupo de padres y madres se manifestaron junto a sus hijos. "Fue una sensación muy linda", contó la mujer. Después, establecieron dos grupos de actuación, uno de incidencia política en torno a los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, y una línea de trabajo enfocada a la educación ambiental en los colegios.

"Ahora con la pandemia estamos sobrepasados con otras tareas que se nos han duplicado y como madres climáticas no podemos hacer tanto como nos gustaría", cuenta a este medio la activista, que también trabaja en una ONG ambiental.

Esta situación se repite en muchos países de América Latina, con las particularidades propias de cada organización y territorio. La lucha contra la crisis climática tiene nuevos aliados: familias, padres y madres que, o bien se sumaron por accidente, impulsados por el fervor ambiental de sus hijos, o ya eran activistas ambientales. Para todos ellos la lucha climática es más potente si es intergeneracional.

Madres climáticas

"Familias, padres, vecinos, pero sobre todo madres están liderando este proceso", dicen desde Familias por el Clima Colombia. "Muchas madres son como las managers de sus hijos activistas. Les representan, les ayudan a conseguir entrevistas, a manejar la exposición mediática y la organización de las propias huelgas y manifestaciones", suman.

Esto le ocurrió a la madre de Salomé Ramos, una adolescente de 13 años que lidera una organización en la región del Meta, Colombia. "Desde los 10 años empecé a preocuparme por el cuidado ambiental de mi pueblo, por la basura que contamina nuestros ríos y nuestros bosques", cuenta Salomé a Carbono News. Tres años después creó la Fundación "Tu Planeta, Tu Casa" con la ayuda y representación legal de su mamá, también activista.

Salomé Ramos, joven activista colombiana (Foto: gentileza)

"En la tarde cuando termino la escuela es cuando hago las tareas de voluntariado con otros niños de entre cuatro y ocho años. Mi madre me acompaña y me apoya en todo lo que hago", agrega Salomé.

"Lo que acaba sucediendo es que algunos niños nos explican los procesos climáticos y lo importante que es cuidar la Tierra, no usar plástico, plantar árboles, reducir los residuos. Entonces, muchas madres y padres empiezan a concientizarse a través de las ideas y acciones de sus hijos y también al revés", explica la organización.

También en Argentina

Justamente eso fue lo que ocurrió en Argentina, cuando una veintena de padres y madres fundó PFF Argentina, impulsados por el activismo de sus hijos. "El detonante fue que nuestros hijos, sobrinos, nietos empezaron a basarse en la ciencia y realizaron cambios en sus hábitos y reclamando esos mismos cambios en nosotros, sus padres. Cambios en la alimentación, empezaron a reciclar, a compostar. Nos fueron educando y mostrando un patrón diferente que la mayoría de nosotros desconocía", cuenta María Graciela Anza.

PFF Argentina, que surgió en 2018 en distintos puntos del país, tiene actualmente unos 100 integrantes. "Continuamos creciendo cada día, también de forma global", dice Anza.

La lucha es intergeneracional

"Junto a mi mujer y mi hija Valeria lideramos el movimiento Guardianes de Chiribiquete, en la amazonía colombiana. Como familia hemos decidido actuar sobre lo que está ocurriendo: deforestación, contaminación de los ríos, cambio de conciencia, reforestación", cuenta Pipe Hernado. "Detrás de nosotros hay otros jóvenes, familias y también campesinos que desde su día a día transforman estos territorios en lugares de conservación y paz", comenta a Carbono News.

Según Parents For Future, es importante entender que el movimiento climático tiene que ser intergeneracional. "Es la forma de llegar a todos los sectores sociales y aumentar la acción global", dicen. En su opinión, el diálogo intergeneracional entre niños, adolescentes, padres y madres es enriquecedor y genera nuevas posibilidades para enfrentar la crisis climática. "La conversación se vuelve interesante porque se genera conocimiento y prácticas de acción aún más potentes", explican.

"Lo que nos importa es generar comunidad y justicia para las nuevas generaciones, queremos garantizar un ambiente seguro para vivir el día de mañana", cierran.

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