Cómo es la mariposa monarca y por qué hay que protegerla

¿Sabías que la mariposa monarca habita en la Tierra hace casi dos millones de años? Esta especie evolucionó de tal manera que hoy, dentro de su clase, existe una "generación Matusalén" que puede vivir hasta ocho meses y viajar hasta 130 km por día. Su ruta migratoria es la más evolucionada de entre todas las especies de mariposas y, posiblemente, de cualquier insecto conocido hasta ahora. Sin embargo, este fenómeno se encuentra amenazado y, aunque en Estados Unidos está enlistada como uno de los animales en peligro de extinción, la excluyeron de la zona de acciones urgentes.

"Es decepcionante que el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de Estados Unidos haya negado la protección legal a la mariposa monarca, e instamos a la administración entrante del Presidente Electo Biden reconsiderar los hallazgos calificados como ‘justificados pero excluidos'. WWF, entre muchas otras organizaciones, ha notado un alarmante declive en las poblaciones de las mariposas monarca en los últimos 20 años", comunicó la directora de políticas de vida silvestre de World Wildlife Fund (WWF), Leigh Henry.

La mariposa monarca se distribuye desde el sur de Canadá hasta el sur de Perú y el noroeste de Argentina, pero también, puede verse en Europa, África, Asia y Oceanía, particularmente en Australia. 

Las adultas reproductivas viven de cuatro a cinco semanas. Sin embargo, dentro de su clase está la "generación Matusalén" que pueden vivir hasta siete u ocho meses y son migratorias.

Este tipo nace en otoño en Canadá y Estados Unidos, pero a diferencia de sus ancestros que tuvieron vidas efímeras entre un par de semanas y un mes, las mariposas migratorias viven más. Esta evolución, si se compara con los seres humanos, equivaldría a que las personas que vivieran un promedio de 75 años, en un futuro sus descendientes vivirían 525 años.

Las poblaciones de monarcas que hibernan en México se redujeron en un 80% en 40 años, y las occidentales que hacen lo propio en California disminuyeron escandalosamente: en 1997, eran más de un millón; cinco años atrás eran 300.000, pero en 2020, se contaron menos de 2000, según la ONG Western Monarch Count.

Las mariposas monarcas migratorias nacen en el sureste de Canadá y noroeste de Estados Unidos y comienzan su recorrido a finales de agosto. Atraviesan entre 1900 y 4500 km hasta llegar a los bosques montañosos ubicados en el centro de México a inicios de noviembre. Luego, hibernan hasta finales de febrero o mediados de marzo, en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, en el país azteca.

La mariposa monarca tiene dos pares de brillantes alas color anaranjado, con venas negras y manchas blancas a lo largo de los bordes. Su nombre científico es Danaus plexippus, que en griego significa "transformación somnolienta" y hace referencia a la capacidad que tiene la especie de hibernar y transformarse de oruga a mariposa.

Los machos poseen dos puntos negros a lo largo de las venas de sus alas y son más grandes que las hembras. Ellas, por su parte, tienen las venas un poco más gruesas.

"En América del Norte, el fenómeno migratorio de la mariposa monarca es masivo y complejo, y comprende tres países. En México, las mariposas monarca están consideradas "bajo una protección especial" por una Ley de Especies en Peligro de Extinción. 

Este estatus ha permitido el apoyo social, político, técnico y financiero por parte de múltiples sectores para la conservación de la mariposa monarca", explicó Henry.

Las amenazas de la mariposa monarca

El cambio climático y la reducción de su hábitat producto de la tala y del uso insostenible del suelo son las principales amenazas de la mariposa.

La crisis climática produce climas más fríos y húmedos que le complican tanto su rumbo migratorio como sus zonas de hibernación. Además, los patrones anormales y extremos de sequía o lluvia en los sitios de reproducción y alimentación en Estados Unidos y Canadá pueden ocasionar la muerte de mariposas adultas y, por consiguiente, tendrán menos alimento las orugas.

"El uso excesivo de herbicidas para la agricultura no sostenible y el desarrollo urbano "mal planeado" está acabando con el algodoncillo (Asclepias), plantas y hierbas que conforman el hábitat natural y esencial para miles de insectos polinizadores como las mariposas monarca y las abejas", explican desde WWF.

En México, las mariposas monarca necesitan bosques en buen estado para pasar el invierno y, si bien se consiguió disminuir considerablemente la tala ilegal de bosques dentro de la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, los asentamientos humanos de los alrededores también dependen de los bosques para actividades agrícolas y el turismo y eso genera tensión. 

Además, en este país, ya hubo dos muertes de activistas de esta reserva que cuidaban a las mariposas y se supone que están relacionadas a las presiones económicas.

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"La ruta migratoria de la mariposa monarca en México está recibiendo atención y recursos sumamente necesarios dada la importancia de conservar las flores nativas y los corredores de polinización esenciales para la supervivencia de la mariposa a lo largo de su viaje migratorio. Es importante también fortalecer estas prácticas en Canadá y Estados Unidos, donde es fundamental preservar los criaderos de las mariposas monarca con abundante algodoncillo", enfatizó la directora directora de políticas de vida silvestre de WWF.

"La protección de las mariposas monarca bajo la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos ayudaría a garantizar que se tomen las medidas necesarias para conservar esta especie migratoria y beneficiaría también a otros polinizadores, de cuyos servicios dependemos para el 75% de la producción de nuestros alimentos", concluyó.