Unir la salud humana, animal y ambiental para prevenir la próxima pandemia
Mientras alla degradación de la tierra, explotación de la vida silvestre, extracción de recursos y cambio climático, las enfermedades zoonóticas no desaparecerán.
A comienzos de julio se dio a conocer un informe conjunto de Naciones Unidas que mira hacia atrás y se enfoca en las causas del coronavirus, y que enumera algunas recomendaciones para que los responsables políticos de las naciones trabajen en la prevención de futuros brotes de enfermedades potencialmente pandémicas.
Fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el International Livestock Research Institute (ILRI), es decir, el Instituto Internacional de Investigación Ganadera.
Para comprender el fenómeno hay que destacar que el Covid-19 es un exponente más de enfermedades causadas por virus que pasan de huéspedes animales a humanos. Lo mismo ocurrió con el ébola, el MERS y las fiebres del Nilo Occidental y el Valle del Rift.
La tendencia de las enfermedades zoonóticas, como se llaman, está en alza, impulsada sobre todo por la degradación de la tierra, la explotación de la vida silvestre, la extracción de recursos y el cambio climático, solo por nombrar algunos factores.
El informe "Prevención de la próxima pandemia: enfermedades zoonóticas y cómo romper la cadena de transmisión" advierte que el coronavirus no será el último brote que se cobrará vidas humanas y pondrá en jaque a las economías de todo el mundo.
El estudio enumera siete tendencias que impulsan la aparición creciente de enfermedades zoonóticas:
- Demanda creciente de proteína animal
- Intensificación de la agricultura no sustentable
- Mayor uso y explotación de la vida silvestre
- Uso no sostenible de los recursos naturales, acelerado por la urbanización, el uso del suelo y las industrias extractivas
- Viajes y transporte
- Cambios en las cadenas de suministro de alimentos
- Cambio climático
"La ciencia es clara: si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo nuestros ecosistemas, entonces podemos esperar ver un flujo constante de estas enfermedades saltando de animales a humanos en los próximos años", dijo el Director Ejecutivo del PNUMA, Inger Andersen. "Las pandemias son devastadoras para nuestras vidas y nuestras economías, y como hemos visto en los últimos meses, son los más pobres y los más vulnerables quienes más sufren. Para evitar brotes futuros, debemos ser mucho más deliberados sobre la protección de nuestro medio ambiente natural ".
Unos dos millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades zoonóticas, principalmente en países de bajos y medianos ingresos. Además de las muertes, estas enfermedades se traducen en pérdidas de productividad entre las poblaciones de ganado, lo que repercute directamente en la economía de cientos de millones de pequeños agricultores en pobreza extrema. Solo en las últimas dos décadas, las enfermedades zoonóticas causaron pérdidas económicas de más de 100.000 millones de dólares, sin considerar la pandemia de coronavirus, que se espera alcance los nueve billones de dólares en los próximos años.
Para prevenir estos desastres, el informe acerca diez recomendaciones para los gobiernos.
- Invertir en enfoques interdisciplinarios, incluyendo One Health;
- Ampliar la investigación científica sobre las enfermedades zoonóticas;
- Mejorar los análisis de costo-beneficio de las intervenciones para incluir la contabilidad de costo total de los impactos sociales de la enfermedad;
- Concienciar sobre las enfermedades zoonóticas;
- Fortalecer el monitoreo y la regulación de las enfermedades zoonóticas, incluidos los sistemas alimentarios;
- Incentivar prácticas sostenibles de gestión de la tierra y desarrollar alternativas para la seguridad alimentaria y los medios de vida que no dependan de la destrucción de hábitats y biodiversidad;
- Mejorar la bioseguridad y el control, identificando los impulsores clave de las enfermedades emergentes en la cría de animales y fomentando el manejo comprobado y las medidas de control de enfermedades zoonóticas;
- Apoyar la gestión sostenible de paisajes y paisajes marinos que mejoren la coexistencia sostenible de la agricultura y la vida silvestre;
- Fortalecer de las capacidades de los interesados en salud en todos los países;
- Poner en práctica el enfoque One Health en el uso del suelo y la planificación, implementación y monitoreo del desarrollo sostenible, entre otros campos.