Reino Unido le dirá adiós a los vehículos diésel y a gasolina desde 2030
Según Cambridge Econometrics, esto podría generar miles de puestos de trabajo "verdes"y un crecimiento económico significativo.
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que el Reino Unido prohibirá la venta de nuevos automóviles y furgonetas con motores diésel y a gasolina a partir de 2030, e invertirá más de 2.800 millones de libras en coches eléctricos. Se hará diez años antes de lo que se preveía.
Estas medidas son parte de un plan medioambiental estratégico que prevé invertir 1300 millones de libras en la expansión de puntos de recarga eléctricos. Desde el Gobierno, comunicaron que los vehículos híbridos capaces de recorrer "distancias significativas sin emitir dióxido de carbono" continuarán a la venta hasta 2035.
Uno de los objetivos es la creación de 250.000 empleos en el Reino Unido. Además, señalaron que destinarán más de 12.000 millones de libras en inversiones para alcanzar las cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050.
"Nuestra revolución industrial verde recibirá la energía de las turbinas de viento en Escocia y el noreste (de Inglaterra), estará impulsada por vehículos eléctricos fabricados en las Midlands (centro de Inglaterra) y por las últimas tecnologías desarrolladas en Gales", afirmó el primer ministro.
Por otro lado, aseguró que mantuvo "extensas consultas" con fabricantes y vendedores de vehículos antes de anunciar su prohibición. En sintonía con esto, dijo que en el Reino Unido fabrican una "proporción significativa de los vehículos eléctricos en Europa".
También, planean otorgar 582 millones de libras en subsidios para bajar el precio y estimular la venta de vehículos de cero o "ultrabajas" emisiones.
Greenpeace UK declaró que la prohibición anunciada por el Reino Unido marca un "punto de inflexión histórico en las acciones climáticas". Según un informe de Cambridge Econometrics publicado por esta ONG, podría crear 32.000 nuevos empleos en 2030 y aumentar el PIB en un 0.2%.
Como parte del plan, se impulsará el uso de hidrógeno como combustible para la industria, el transporte, la generación de calor en hogares y el desarrollo de plantas y tecnología nuclear.