Mientras se queman intencionalmente los bosques y humedales en toda Latinoamérica por intereses económicos, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) lanzaron el catálogo "Árboles y Palmas emblemáticas de las Américas" con el objetivo de aumentar la conciencia pública sobre el valor de la biodiversidad, los servicios y los beneficios de estas plantas.
El catálogo describe árboles y palmas de 29 países de América Latina y el Caribe (ALC) que fueron declarados como símbolos nacionales oficiales por su gran significado, y fue dado a conocer en el marco de la conmemoración del 78 aniversario del IICA.
Además, proyecta recuperar y conservar el componente arbóreo único de la región, con especies fundamentales para el desarrollo y la construcción de la identidad de varios países de ALC.
La publicación describe 24 árboles y seis palmas declaradas como símbolos nacionales en varios países del continente americano. También, señala las características edafoclimáticas (datos de clima y suelo), usos frecuentes, servicios ecosistémicos y establecimiento y manejo (silvicultura, manejo y conservación) de cada una de las especies.
Manuel Otero, Director General del IICA, declaró: "Lanzamos una iniciativa relevante para destacar la importancia de los productos, servicios y beneficios que los árboles y las palmas brindan a nuestras sociedades, así como para reconocer la trascendencia de la agricultura en el desarrollo y el bienestar rural americano".
Región Sur
Argentina
El quebracho colorado (Schinopsis balansae) fue declarado "Árbol Forestal Nacional" en 1956.
Logra alcanzar una altura de 10 a 25 metros y tiene un diámetro de 1.5 m. Se encuentra naturalmente en las provincias del Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Santiago del Estero y Santa Fe en zonas de altas precipitaciones.
En el pasado, se utilizó como materia prima para curtir cueros y se le valoraba por sus propiedades medicinales ya que su corteza seca presenta actividad antimicrobiana y, si se cuece en agua, se aprovechan sus propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antisépticas. La madera y la raíz poseen propiedades astringentes.
Muhammad Ibrahim, Director General del CATIE, agregó que los árboles y las palmas representan productos y servicios ecosistémicos dentro del marco del manejo sostenible de los recursos naturales, de amplio beneficio para la humanidad.
Según las autoridades, este tipo de iniciativas son necesarias ya que la región tiene los suelos degradados en un 50% y tiene un estrés hídrico principalmente en países del Corredor Seco, Chile, México y Argentina.
Brasil: Palo de Brasil
Chile: Araucaria
Paraguay: Lapacho
Uruguay: Ceibo
Región Andina
Bolivia: Pasopaya
Colombia: Palma de Cera del Quindío
Ecuador: Cascarilla
Perú: Quina
Venezuela: Araguaney
Región Caribe
Antigua y Barbuda: Whitewood
Bahamas: Guayacán de Vera
Barbados: Jagüey Blanco
Guyana: Palma Moriche
La Amazonía alberga alrededor del 50 % de los géneros de palma del mundo, así como el 30 % de las especies de palmeras de toda América.
Haití: Palma Real (También para Surinam)
Jamaica: Majagua
República Dominicana: Caoba (También para Bélice, de la Región Central)
Santa Lucía: Calabash Tree
Región Central
Costa Rica: Guanacaste
El Salvador: Matilisguat y Bálsamo
Guatemala: Ceiba
Honduras: Pino Ocote
Nicaragua: Madroño
Panamá: Árbol Panamá
Región Norte
México: Ahuehuete
Estados Unidos: Roble
Canadá: Maple
Los beneficios de los árboles y las palmas son numerosos. Son fundamentales para brindar frutas, madera, productos maderables, medicinas y alimentos para el ganado, además permiten al sector agrícola mejorar los suelos y los recursos hídricos mediante la captura del carbono, la polinización y dar sombra al ganado.
Cabe aclarar que contribuyen para una mayor resiliencia, mitigación y adaptación al cambio climático.