Salud y alimentación
Soberanía alimentaria

Chile: el arroz más austral del mundo se adapta al cambio climático, usa la mitad del agua y no precisa pesticidas

Productores trasandinos están logrando que el alimento más consumido del planeta, el arroz, se consiga prescindiendo de un alto uso de recursos hídricos.

La producción arrocera sustentable y climáticamente inteligente ahorra hasta un 80% de semillas y no utiliza herbicidas. Además, tradicionalmente, este tipo de cultivo siempre tuvo la más alta huella hídrica, ya que requiere unos 1700 litros de agua para producir apenas medio kilo de arroz.Se trata de una relación difícil de sostener en un escenario de escasez de lagos y ríos debido al calentamiento global y al efecto invernadero. Sin embargo, en este caso, utiliza 12.000 metros cúbicos de agua por hectárea en lugar de los 23.000 metros cúbicos que insume habitualmente. 

Actualmente, más de 10 millones de productores se benefician de esta metodología que se originó en África, pero que ya se extiende a más de medio centenar de países. Incluso, podría sembrarse y cosecharse también en la Patagonia Argentina.

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La ingeniera agrónoma Karla Cordero, encargada del Programa de Mejoramiento Genético de Arroz (equivalente al INTA en tierras chilenas) es conocida como "la reina del arroz". Es la investigadora responsable de darle una nueva alternativa a los emprendedores del vecino país para que puedan plantar casi en seco y de forma intensificada.

"Nuestro clima frío, en el sur del país, estimula el crecimiento del arroz libre de plagas y enfermedades, ya que estas no prosperan en ambientes de bajas temperaturas. Por lo tanto, el cultivo se desarrolla con baja carga química, libre de pesticidas y fungicidas" explicó Cordero.

La producción chilena supera a los arroces que se importan en términos de calidad, inocuidad y sustentabilidad debido a que se utilizan semillas locales, adaptadas a las condiciones de los suelos y el extremo clima de la Patagonia.

Acostumbrados a la tradicional inundación que requiere este tipo de cultivos, la propuesta de disminución radical de los líquidos es una gran respuesta ante la ausencia de precipitaciones que se ha dado en toda Sudamérica durante la última década.

Muchos cultivadores, ante la falta de chubascos y aguaceros suficientes, debieron disminuir la superficie sembrada en los últimos lustros.   

En el futuro cercano, todo podría cambiar para bien.

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