Ambiente y naturaleza
Pesca indiscriminada

La provincia de Santa Cruz quiere transformar a Argentina (gracias a la pesca) en la "nueva Perú" de China

El Régimen Federal de Pesca establecido por la Ley Nº 24.922, sancionada a fines del año 1997, le permite a las provincias dar autorizaciones para capturas de los recursos vivos en las millas del mar territorial adyacente a sus costas.

La provincia argentina de Santa Cruz, gracias a su facultad de dar autorizaciones para capturas de los recursos vivos en las millas del mar territorial adyacente a sus costas, quiere celebrar acuerdos con potencias extranjeras, siempre sujetos las decisiones a la supervisión final de la Casa Rosada.

En este marco, el actual gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, celebró en Fuzhou, capital de la provincia de Fujian, un memorando con la empresa Hongdong Fisheries para un "acuerdo de inversión". Se trata de la segunda empresa pesquera más grande del coloso asiático.

Los antecedentes de Hongdong Fisheries generan dudas sobre su fiabilidad como socio, ya que este holding ha sido señalado por prácticas de pesca ilegal y riesgo ambiental, acumulando incidentes en distintas partes del mundo.

Concretamente, en 2019, uno de sus buques ingresó ilegalmente en aguas argentinas, mientras que en África del Norte, su flota fue acusada de agresiones a pescadores locales. Estas prácticas han colocado a China en el primer lugar del ranking mundial de pesca ilegal y explotación laboral en el sector.

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Asistimos al cuarto intento chino de "hacer pie" en territorio nacional para abastecer desde los puertos patagónicos a los cerca de 500 buques chinos que pescan en la "Milla 201, en el borde externo de la Zona Económica Exclusiva.

Anteriores intentonas fueron:

  • la construcción de un centro logístico en Tierra del Fuego,

  • un hub pesquero en Chubut

  • un intento similar en Santa Cruz durante el segundo gobierno de la ex gobernadora Alicia Kirchner, quien también firmó una carta de intención con Pekín.

En todos estos casos, el Gobierno Nacional, que tiene la última palabra en cuanto a la construcción de puertos y acuerdos internacionales, se opuso a estas iniciativas ante el temor que existiera una mayor depredación del capital ictícola.

El inminente desembarco chino en Santa Cruz motivó la preocupación de la Cámara de Armadores Poteros Argentinos y la Cámara de Armadores y Pesqueros Congeladores de Argentina.

Ambas agrupaciones empresariales señalaron posibles riesgos para la industria pesquera nacional, ante la falta de claridad sobre si esta cooperación terminará beneficiando principalmente a la flota china.

Consultado por Carbono.news, el investigador de pesca marina Roberto Maturana alertó: "Se teme que el acuerdo se traduzca en la creación de una infraestructura que sirva solamente a los intereses extranjeros, beneficiando a los buques internacionales que operan en la Milla 201. Los actores locales y la conservación de los recursos naturales serán los más afectados".

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"Argentina no debe ser el Perú de las pesqueras asiáticas. Es urgente que el gobierno nacional prohíba esta radicación y que no les demos apoyo en un puerto patagónico. Si lo hiciéramos no vamos a lograr sacarlos más del país. Esto es peor que la radicación de la base militar de China en la provincia de Neuquén. Estamos hablando de una potencia que no respeta prácticamente ninguna norma a nivel internacional" cerró Maturana.

En tierras incaicas, los asiáticos están a punto de inaugurar uno de los puertos más grandes del mundo, Chancay, desde donde manejarán buena parte de la pesca del Pacífico Sur.

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