Ambiente y naturaleza
COP16

Panamazonía: el manejo forestal transnacional es clave para la conservación, pero los países llegan a la COP16 con tímidos avances

Desde hace décadas, los países amazónicos mantienen un tratado de cooperación, pero en los planes de acción no hay metas u objetivos claros para la gestión colaborativa

*Catalina Leite

Las ciudades de Tabatinga y Leticia parecen ser un solo municipio, pero están en países diferentes. La primera pertenece a Brasil y la otra a Colombia, pero la única división entre ellas es una línea imaginaria en la Avenida da Amizade (en Brasil), transformándola en la Carrera 6 (en Colombia). Ya al oeste de la avenida, la división geopolítica imaginaria está en algún lugar del río Amazonas y al otro lado se llega a Perú.

Mapa en este enlace

La frontera entre Brasil, Colombia y Perú es una sola en tierras amazónicas. En total, nueve países comparten el bioma como parte de sus territorios. Son 7.004.120 km² de tierra, y aún queda la extensión de la cuenca hidrográfica. Brasil tiene la mayor proporción de bosques (60,3%), seguido de Perú (11,3%) y Colombia (6,95%).

La conservación del bioma es vista por el mundo como uno de los puntos fundamentales para la protección de la biodiversidad y para combatir la crisis climática. El desafío es grande, debido a la extensión territorial y a los problemas diplomáticos. La cooperación transnacional para la protección de la Amazonía será uno de los puntos a discutir en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16 sobre Biodiversidad), que se celebrará entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre en la ciudad de Cali, Colombia.

Mapa de la Amazonía internacional. Crédito: Fuente: Red de Información de Amazon. Geo-Ambiental • Infografía de Catalina Leite, con apoyo de Yago Santos. Ver en este enlace

Históricamente, los países han articulado acuerdos destinados a la gestión unificada del bioma, muchos a través de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que fue creada en 1995 para implementar los objetivos del Tratado de Cooperación Amazónica, firmado en 1978. Sólo la Guayana Francesa no forma parte de la organización, que se propone "ser un foro permanente de cooperación, intercambio y conocimiento, guiado por el principio de reducción de las asimetrías regionales entre los Países Miembros".

La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica reúne a ocho países amazónicos, excepto la Guayana Francesa. Foto: Divulgación/OTCA

Uno de estos acuerdos es la Declaración de Belém, aprobada en 2023, cuyo texto promete "un nuevo impulso a la agenda común de cooperación (...) adaptándola a las nuevas realidades regionales y globales, para asegurar la conservación, protección y conectividad ecosistémica y sociocultural de la Amazonía".

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Expectativas para la COP16

El pilar principal de la COP16 sobre Biodiversidad será el Marco Mundial de Biodiversidad KunmiMontreal, establecido durante la COP15, en 2022, en Montreal (Canadá). El marco establece cuatro objetivos generales para 2050 y 23 objetivos para 2030, que sustituyen a las Metas de Aichi. El Marco establece instrumentos de implementación e indicadores de seguimiento para prevenir y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. A través del mismo, los países se comprometen a garantizar una biodiversidad valorada, conservada y restaurada para 2050, teniendo en cuenta no solo la fauna y la flora, sino también la etnobiodiversidad.

Para la COP16, los países deben presentar nuevas Estrategias y Planes de Acción Nacionales para la Diversidad Biológica (EPANB) alineados con los objetivos del marco mundial, algo que la mayoría, incluido Brasil, aún no ha hecho.

A principios de septiembre de este año, la OTCA celebró una reunión para discutir las agendas de la COP16, y estableció como prioridades abordar la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa de los beneficios generados por los recursos genéticos. Otro tema destacado fue la necesidad de fortalecer la aplicación de la ley y las políticas públicas para combatir la deforestación, así como de obtener financiamiento para estas iniciativas.

Sin embargo, en las estrategias y planes de acción nacionales sobre la diversidad biológica más recientes de los tres países con la mayor proporción del bioma, no hay un pronóstico claro para la gestión transnacional. Cada uno establece sus propias estrategias para la conservación de la Amazonía.

Porcentaje de la Amazonía por país. Crédito: Catalina Leite. Ver en este enlace

Brasil, en el NBSAP de 2017, trae con mayor protagonismo la creación de unidades de conservación (según el plan, 30% para la Amazonia, frente al 17% entre los otros biomas) y la demarcación de tierras indígenas. Colombia, en el plan 2017, propone la conservación y preservación combinada con programas orientados a la seguridad alimentaria y la promoción de las economías rurales, creando planes regionales de negocios verdes relacionados con la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (Gibse).

El plan más reciente del Perú es una versión aún más desactualizada, publicada en 2015, y apuesta por poner en valor los conocimientos indígenas y tradicionales para el desarrollo de tecnologías de desarrollo sostenible. El documento no define de manera concreta cómo se llevaría a cabo este estímulo.

En la evaluación de Bráulio Dias, director de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil (MMA), los países amazónicos han avanzado significativamente en acuerdos para la gestión transnacional del bioma, principalmente a través de la OTCA. Espera que en la COP16 sobre Biodiversidad se firmen otros tratados relacionados con la biodiversidad, los recursos pesqueros, los conocimientos tradicionales y la protección de los pueblos y tierras indígenas.

Bráulio Dias es doctor en Zoología por la Universidad de Edimburgo. Foto: María Leonor de Calasans/AIE

"Estas alianzas son esenciales. No basta con que un país trate de proteger si los demás no lo hacen", dice Dias. El tema de los recursos hídricos, uno de los focos de la Declaración de Belém, es un ejemplo de ello: la mayoría de las fuentes de los ríos amazónicos se encuentran en las regiones andinas. Si Colombia y Perú, por ejemplo, no logran conservar la Amazonía, los efectos de sequías históricas como las vividas en el norte brasileño en los últimos dos años serán cada vez peores.

A pesar de las experiencias políticas positivas entre los países amazónicos, el directivo dice que aún no hay un "escenario de mayor efectividad de los acuerdos". Existe una amplia demanda de capacitación técnica, implementación de políticas y financiamiento para trasladar las acciones del papel a la práctica.

El informe contactó a todos los ministerios de Medio Ambiente de los países amazónicos para conocer cuáles son las expectativas de acuerdos entre ellos en la COP16 sobre Biodiversidad. Además del ministerio brasileño, solo el ministerio peruano regresó, afirmando que espera encontrar "coincidencias de gestión y resultados conjuntos para las acciones destacadas" y que "espera decisiones globales que permitan priorizar la restauración y conservación de la selva amazónica".

La agenda ambiental solo avanza con la lucha contra la violencia

La bióloga y conservacionista colombiana Liliana Dávalos, del Panel Científico para la Amazonía (SPA), señala que cualquier esfuerzo por restaurar y conservar la Amazonía debe ir acompañado de la lucha contra el crimen organizado. El tráfico de drogas y animales, el acaparamiento de tierras, la minería y la tala ilegal son fuertes vectores de deforestación y utilizan estratégicamente las fronteras para transportar productos y evitar el alcance de los Estados.

"El futuro de la Amazonía está siendo asesinado", subraya Dávalos. Sin celeridad y financiamiento para combatir la violencia fronteriza, el escenario de amenaza a la vida y a la naturaleza tiende a empeorar.

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En agosto de 2023, la OTCA propuso la creación del Centro Internacional de Cooperación Policial Amazónica (CCPI-Amazonia), un proyecto coordinado por la Policía Federal (PF) brasileña y que reúne a oficiales de los ocho países amazónicos (excepto la Guayana Francesa), así como agentes de Estados Unidos y la Unión Europea. El CCPI-Amazônia tendrá su sede en Manaos y aún no está en funcionamiento. Según la PF, el edificio se encuentra en la fase de arrendamiento y estructuración, "incluyendo la instalación del mobiliario y equipamiento necesario para su funcionamiento".

Vista aérea de la Amazonía. Crédito: ©2011CIAT/NeilPalmer

En una nota, la PF explica que el presupuesto previsto para el proyecto de creación del CCPI-Amazonía es de R$ 16.386.500 (unos 30.077 dólares), monto que "no incluye el apoyo operativo o logístico que se brindará a otras unidades policiales o acciones integradas". El contingente policial permanente será de 20 policías federales, además de representantes de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública y de la Policía Federal de Carreteras (PRF), cuyos números específicos aún no están definidos.

"También formarán parte del contingente nueve representantes de fuerzas policiales de países amazónicos y nueve representantes de las secretarías de seguridad pública de los estados de la Amazonía Legal", dijo la agencia.

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Uno de los enfoques iniciales del CCPI será el rastreo del oro ilegal, un vector central de los conflictos que enfrenta el pueblo indígena Yanomami. La demanda mundial de cocaína también se refleja en los delitos en la Amazonía y la preocupación de Dávalos es que la financiación y el personal policial son insuficientes para desmantelar los conflictos. "Es mucho dinero en manos de narcotraficantes", reflexiona el biólogo. "Y no hay suficientes policías en el mundo para patrullar la Amazonía. Por lo tanto, necesitamos saber cómo los gobiernos van a traducir el financiamiento en la práctica", dice.

El conservacionista señala que si los gobiernos amazónicos actúan por separado, las organizaciones criminales pueden simplemente cruzar las "fronteras" fluidas y seguir articulándose en "redes de tráfico".

Avanzan las alianzas técnico-científicas

Durante la COP16 se presentará la Red Amazónica de Investigación e Innovación en Biodiversidad, conformada por nueve institutos científicos de Brasil, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. "Es un viejo sueño crear un instituto para la Amazonía (internacional)", comenta Henrique Pereira, director del Instituto Nacional de Investigación en la Amazonia (Inpa) y docente de la Universidad Federal de Amazonas (Ufam).

La Red Amazónica de Investigación e Innovación en Biodiversidad reúne a nueve instituciones de Investigación amazónica. Foto: Divulgación/RedAmazonia

De acuerdo con la investigadora, Brasil siempre será el destaque de la agenda amazónica porque posee la mayor parte del bioma. También por esta razón, los estudios científicos sobre el bioma se han concentrado en este lado de la frontera.

"Queremos promover la integración entre las investigaciones de los países. Necesitamos estandarizar nuestro lenguaje geobotánico, por ejemplo, para hacer un mapa de vegetación", explica Pereira. "La verdad es que la biodiversidad de la Amazonía es una gran desconocida", comenta el profesor, destacando los descubrimientos casi diarios de nuevas especies de seres amazónicos por parte de los científicos del Inpa.

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"Este es uno de los momentos más favorables para el surgimiento de la Red y de la coalición de países amazónicos", reflexiona. Colombia y Brasil, en las cifras de los presidentes Gustavo Petro (Colombia Humana) y Luís Inácio Lula da Silva (PT), "están impulsando la nueva ola" de acuerdos amazónicos.

"Esto también tiene que ver con la soberanía científica", dice. Uno de los objetivos de la Red es garantizar la formación de científicos amazónicos y Brasil asume el liderazgo en el tema: la presidenta ejecutiva del Instituto Peruano de Investigaciones de la Amazonía (IIAP), Carmen Dávila, una de las instituciones de la Red, fue capacitada por el Inpa. "Brasil es un referente y eso llama la atención de nuestros socios. Y también reconocemos esta capacidad en ellos".

Para la COP16 de Biodiversidad, la Red quiere llevar un dossier estratégico sobre el escenario de la biodiversidad amazónica y las amenazas a la misma. Ya se está organizando un encuentro entre la Red y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), con el objetivo de integrar las ciencias occidentales con el conocimiento indígena en la construcción de conocimiento sobre la biodiversidad amazónica.

*Este artículo fue producido con el apoyo de Climate Tracker Latin America y FES Transformação

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