Ambiente y naturaleza
Obsolescencia programada

Que rápido se rompe todo ¿No?

Qué pasa con los electrónicos que duran cada vez menos y qué podemos hacer frente a ello

Abogada y diplomada en el Programa de actualización de Políticas Públicas y Cambio Climático. Autora del libro "Una vida sustentable"

¿Alguna vez te preguntaste por qué los dispositivos electrónicos parecen durar cada vez menos? Tal vez te acuerdes que antes, un televisor o un electrodoméstico podían durar décadas, pero en estos tiempos, parece que tenemos que reemplazar nuestros dispositivos cada pocos años. Este fenómeno, conocido como obsolescencia programada, es una estrategia deliberada de los fabricantes para acortar la vida útil de sus productos obligando a las personas a comprar nuevos equipos con mayor frecuencia.

La obsolescencia programada no solo afecta a nuestro bolsillo, sino que también tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se generan 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo. En Argentina, el panorama no es menos preocupante: cada habitante genera entre 10 y 12 kilos de residuos electrónicos por año, lo que se traduce en unas 500.000 toneladas anuales. De esta inmensa cantidad de residuos, solo un 10% se recicla adecuadamente.

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El destino de estos residuos es alarmante. Muchos de ellos terminan en los 5000 basurales a cielo abierto que existen en Argentina, donde las sustancias tóxicas que contienen contaminan el suelo, el agua y el aire. En el mejor de los casos, estos residuos llegan a rellenos sanitarios, pero incluso allí, el impacto ambiental es considerable.

Sin embargo, no todo está perdido. A nivel global, surgen iniciativas que buscan contrarrestar la obsolescencia programada. Un ejemplo destacado es el "índice de reparabilidad" implementado en Francia desde enero de 2021. Este índice es una etiqueta que informa a los consumidores sobre la facilidad con la que un dispositivo puede ser reparado, considerando factores como la disponibilidad y el precio de las piezas de recambio. Aunque en Argentina todavía no contamos con una ley similar, sería un paso importante para reducir la cantidad de residuos electrónicos que generamos.

Mientras tanto, como consumidores, podemos tomar decisiones más conscientes para minimizar nuestro impacto ambiental. Al comprar productos electrónicos, es recomendable optar por aquellos de mayor calidad, que tengan una vida útil más larga. Seguir las instrucciones de uso y mantenimiento del fabricante también puede prolongar la duración de nuestros dispositivos. Y cuando un dispositivo deje de funcionar, en lugar de descartarlo, debemos intentar repararlo.

En este sentido, iniciativas como el Club de Reparadores están ganando terreno en Argentina. Este movimiento promueve la reparación como una estrategia de consumo responsable y sostenibilidad, organizando encuentros de reparación colaborativos en diferentes localidades. Si la reparación no es posible, el reciclaje es la siguiente mejor opción. Existen organizaciones como el Centro Basura Cero y la Fundación Compañía Social Equidad que se encargan del reciclaje de residuos electrónicos en Argentina.

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Un caso ejemplar es el de la empresa Reciclarg, en Mendoza, que procesa entre 8000 y 10000 kilos de residuos electrónicos mensuales, recuperando metales valiosos como oro y plata. Este tipo de reciclaje no solo evita la contaminación, sino que también reduce la necesidad de extraer estos materiales de la tierra mediante prácticas mineras destructivas.

Para contribuir al reciclaje de residuos electrónicos podemos buscar en internet opciones locales. Simplemente ingresando en el buscador "reciclaje de residuos electrónicos" junto con el nombre del municipio o localidad en el que vivimos y ver las alternativas disponibles.

Imagen creada con chat GPT

La obsolescencia programada es un desafío, pero con conciencia y acción podemos mitigar su impacto y avanzar hacia un modelo de consumo más responsable y sostenible. Por eso, te dejamos algunos consejos para reducir el impacto ambiental de los residuos electrónicos:

Comprá consciente

  • Elegí productos electrónicos de buena calidad que tengan una vida útil más larga.

  • Buscá marcas que ofrezcan garantías extendidas y repuestos accesibles.

  • Informate sobre la posibilidad de reparar un producto antes de comprarlo.

Cuidá

  • Seguí las instrucciones de uso y mantenimiento de los fabricantes para prolongar la vida útil de los dispositivos.

  • Realizá limpiezas y revisiones periódicas para evitar el deterioro prematuro.

Repará

  • Intentá reparar los electrónicos dañados en lugar de descartarlos. Consultá a técnicos de confianza o participá en iniciativas como el Club de Reparadores.

  • Aprendé a realizar reparaciones básicas, como el reemplazo de baterías o pantallas.

Actualizá en lugar de reemplazar

  • Siempre que sea posible, actualizá los componentes de tus dispositivos, como la memoria RAM o el disco duro, en lugar de comprar un dispositivo nuevo.

Reciclá

  • Llevá los residuos electrónicos en puntos de recolección autorizados o buscá organizaciones especializadas en su reciclaje.

  • Evitá tirar dispositivos electrónicos a la basura común, ya que contienen materiales tóxicos que contaminan el medio ambiente.

Doná

  • Si tu dispositivo todavía funciona pero ya no lo necesitás, considerá donarlo a organizaciones, escuelas o personas que puedan darle un segundo uso.

Apoyá leyes e iniciativas

  • Informate y apoyá iniciativas legales que promuevan la reparación y el reciclaje de productos electrónicos, como podría ser la implementación de un índice de reparabilidad en Argentina.

Comprá productos reacondicionados

  • Considerá adquirir productos reacondicionados, que han sido reparados y certificados para su venta, a menudo con garantías similares a las de productos nuevos.

Reducí el consumo de dispositivos innecesarios

  • Reflexioná antes de comprar nuevos dispositivos electrónicos y evaluá si realmente los necesitás. Comprar cosas que no necesitamos contribuye al ciclo de obsolescencia programada y a la generación de residuos electrónicos.

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