La pesca de arrastre es tan mala como la tala de árboles, envía el doble de carbono a la atmósfera que la flota global
El 20 % de los barcos que operan en el Mar Argentino utilizan redes de arrastre en el fondo marino y eso produce devastación en los ecosistemas a su paso.
Esta lamentable noticia es bastante conocida. Sin embargo, nuevas investigaciones demuestran que las consecuencias van más allá del daño a los cardúmenes.
Según publica la revista Frontiers in Marine Science los tejidos están arrastrando tanto alimentos como una enorme cantidad de carbono que debería quedar secuestrado donde se encuentra, en las profundidades.
El CO2 liberado por este tipo de actividad resulta ser el doble de las emisiones anuales de combustibles fósiles producidas por toda la flota pesquera mundial estimada en cuatro millones de embarcaciones.
Los océanos absorben cerca del 90 % extra del calor que genera nuestra civilización a través del bombeo a la atmósfera de gases de efecto invernadero.
Los mares nos ayudan a mitigar de forma natural el calentamiento global y se constituyen en los grandes sumideros de carbono. El fitoplancton absorbe CO2, luego muere y se hunde hasta el lecho alejando esos gases nocivos de la atmósfera.
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Consultado por Carbono.news, el investigador en pesca marina Roberto Maturana explicó: "Entre el 55% y el 60% del CO2 generado por la pesca de arrastre, que raspa el fondo marino, llegará a la atmósfera en un plazo menor a diez años. El carbono depositado en el fondo del mar es removido por los buques de arrastre. En su parte trasera, los barcos llevan unas puertas de acero que portan cadenas metálicas destinadas a que no se atasquen las redes y se corte en nylon. Eso genera un gran destrozo en el lecho del mar porque cortan todo lo que encuentran a su paso".
Algunos científicos equiparan la pesca de arrastre de fondo con la tala de bosques porque cuando el dióxido de carbono se disuelve en el mar se acidifica el agua. Por eso, los océanos están cambiando su PH a medida que la humanidad expande gas en el aire.
Por el momento, muy pocos países han prohibido totalmente la pesca de arrastre de fondo y no existen limitaciones globales para su práctica.