Ambiente y naturaleza
Indolencia criminal

Un derrame de petróleo cada tres días en Venezuela. Ineficiencia propia e indiferencia ajena

La militarización de la petrolera estatal condujo a que no haya cuestionamientos internos hacia las formas desaprensivas que se tienen con respecto al cuidado del medio ambiente.

El año 2024 arrancó sin grandes novedades para Venezuela:

  • la justicia nacional confirmó que los principales candidatos opositores seguirán proscriptos (María Corina Machado, Vente Venezuela) y que las elecciones presidenciales de este año serán un chiste de mal gusto

  • la producción nacional de hidrocarburos sigue empantanada en torno a los 700 mil barriles de crudo por día (la cuarta parte de lo que generaba el país antes de la llegada del chavismo al Palacio de Miraflores)

  • el régimen encabezado por Nicolás Maduro sigue ocultando cada uno de los derrames de hidrocarburos que PDVSA genera en el mar Caribe y, especialmente, en el lago de Maracaibo, el mayor del país

Los vertidos recurrentes de combustible quedan grabados en videos, pero ya nadie se escandaliza, se han ido naturalizando. El deterioro es de tal calibre que la Asociación Civil Gente del Petróleo, integrada por ex trabajadores de PDVSA, ha registrado una agresión de grandes dimensiones al mar y a los lagos cada tres o cuatro días (siete u ocho por mes, como promedio).

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La empresa que en otro tiempo fue modelo en América Latina luce hoy su peor estado debido a una caída en picada de sus ingresos. 

El lago de Maracaibo está cruzado desde hace décadas por cientos de kilómetros de oleoductos subacuáticos que padecen múltiples fugas en distintos tramos. Por allí se filtra la producción petrolera dejando un gigantesco pasivo económico y medioambiental.

La falta de inversión por parte de un Estado Nacional quebrado es clave para el agravamiento de la catástrofe ecológica.

Consultado por Carbono.news, el ex alcalde general de Caracas y líder de la oposición, Antonio Ledezma, explicó: "La geografía más afectada hoy de Venezuela, el Estado de Zulia, siempre fue sinónimo de sol, médanos, playas, mar, corales, viento y sierras. Lugares ideales para la recreación y las vacaciones. En medio de esos prodigios se bautizó a la zona de Falcón como Tierra de Gracia. Pero, su subsuelo productivo generó la llegada de la industria petrolera y se concentró allí el 65% de la capacidad de refinación venezolana".

Ledezma, quien fue encarcelado durante dos años por la revolución bolivariana y hoy vive exiliado en España, agregó: "La falta de mantenimiento paralizó las plantas destiladoras de Cardón y Amuay, las cuales están operando hoy a un 10% de su capacidad instalada. Hubo en las últimas dos décadas renuncias masivas de la planta de personal técnico, profesional y obreros de PDVSA. El ex presidente Hugo Chávez se atrevió a despedir a más de 20 mil trabajadores especializados que representaban el alma de la petrolera. Los niveles de refinación se desplomaron y los derrames se volvieron moneda corriente".

Antonio Ledezma denunció que los vertidos no se van a detener porque la infraestructura interna está colapsada: "Por falta de mantenimiento adecuado y severas fallas en la operatividad, existe hoy una vulnerabilidad extrema. Particularmente, está afectado el oleoducto submarino que atraviesa desde Río Seco hasta el complejo Refinador Paraguaná. Pronto, todo puede quedar en ruinas".

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