Activismo
Ciudadanía y ambiente

¿Lo ambiental es político?

Pasaron las elecciones, pero la política está flotando en el aire ¿Se puede pensar el ambiente separado de la política? ¿Qué enseñanzas nos dejó este año electoral?

Abogada y diplomada en el Programa de actualización de Políticas Públicas y Cambio Climático. Autora del libro "Una vida sustentable"

El año electoral se hizo largo y durante estos meses hablé sobre las distintas posturas de los candidatos y candidatas a presidente, sobre los peligros que se encuentran detrás de las teorías negacionistas del cambio climático, sobre cuáles son las diferentes variables de estas teorías y también de las consecuencias ambientales de las políticas implementadas por líderes de Estado negacionistas.

Fueron meses de pensar en lo macro y de preguntarnos una y otra vez si a alguna de las personas postuladas para gobernarnos le importaba realmente esta problemática.

También rescatamos el hecho de haber logrado ejercer la presión suficiente en encuestas para que el tema "protección ambiental" entre en la primera ronda de debates presidenciales. Y lo cierto es que, más allá de lo que se haya expuesto e incluso independientemente del resultado de las elecciones, sirvió para que, al menos por un rato, el tema ambiental haya tenido centralidad a nivel nacional y que mucha gente que se encuentra alejada de los planteos haya podido visualizarlos.

Rescato también de estos meses que tantos hayamos perdido el miedo a expresar nuestra opinión política, entre otras cosas, porque sirvió para poner en evidencia que lo ambiental es intrínsecamente político. Muchas veces, durante este tiempo, quienes expusimos nuestra postura recibimos mensajes del tipo "pensé que era una página ambiental, no deberías hablar de política". Por lo tanto, si estos meses de alarma y de compromiso por parte de los ambientalistas en las redes sirvieron para hablar del vínculo entre el cuidado ambiental y la política, diría yo que valió la pena.

¿Por qué decimos que lo ambiental es político?

La política juega un papel fundamental en la forma en que se abordan y se gestionan los problemas ambientales. En términos legislativos, los diputados y senadores pueden sancionar leyes y regulaciones para proteger el ambiente, establecer estándares para la calidad del aire y del agua, la gestión de residuos, la conservación de la biodiversidad, entre otros, o bien tomar el camino de ignorar los problemas e incluso, agravarlos. Las decisiones políticas son las que determinan qué leyes se promulgan y cuáles no y cómo se aplican y se fiscalizan.

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Asimismo, las iniciativas sobre el desarrollo económico, la planificación urbana, la infraestructura, la energía tienen un impacto directo en el ambiente, así como lo tienen todas las determinaciones que tomamos cada uno de nosotros en nuestro día a día. La diferencia es la magnitud y la escala de una decisión de gobierno frente a una decisión individual.

Otro aspecto del vínculo ambiente-política, se encuentra en el ámbito internacional, donde la cooperación entre países en tratados y acuerdos internacionales sobre cambio climático, conservación de biodiversidad, protección de recursos naturales, etc., se ve influenciada por decisiones políticas y diplomáticas. Adherir o no a estos tratados, participar o no de las cumbres, presentar o no informes y compromisos, repercute en el cuidado (o no) de nuestra naturaleza.

Por otra parte, los recursos financieros asignados por los gobiernos para llevar adelante los programas ambientales, como aquellos de conservación, investigación de energías renovables o tecnologías limpias, son decididos por los políticos y legisladores y resulta fundamental contar con presupuesto e inversión adecuados.

Por todo lo expuesto, rescato la toma de conciencia política que se generó dentro del ambientalismo porque implica, creo y espero, que en un futuro cercano nos encontraremos con ambientalistas más comprometidos políticamente. 

El ambientalismo, en todos los gobiernos argentinos, ha sido parte de la oposición, porque hasta el momento, no hubo nadie que gobierne pensando en la preservación ecosistémica

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Si contamos con gobernantes y legisladores con mayor entendimiento de la problemática ambiental, nuestro trabajo podría ser menor, si contamos con gobernantes y legisladores con menor compromiso ambiental, nuestro trabajo será mayor. Nuestra Constitución Nacional contempla el derecho a un ambiente sano, un derecho por el que deben velar nuestros gobernantes y nosotros debemos recordárselo cada vez que sea necesario.

¿Cómo hacerlo?

La participación ciudadana en las decisiones políticas sobre temas ambientales es fundamental y el primer paso es educarse. "No es momento de bajar los brazos ni de cerrar los libros" me dijeron hace poco. Por eso, es imprescindible conocer los problemas ambientales a los que nos enfrentamos y sus implicaciones, llevarlos a las conversaciones cotidianas. El ambiente no solo tiene que estar presente en la agenda de las Cámaras, tiene que estarlo en nuestro día a día.

Ser ambientalista en soledad resulta agotador y muchas veces es frustrante, por eso es importante encontrar una comunidad, y si bien considero un gran espacio de contención la comunidad digital, creo aún más valioso encontrarse en el plano de lo real, participar en manifestaciones, campañas de sensibilización y acciones comunitarias, no solo para hacer equipo sino también para visibilizar nuestros reclamos frente a los tomadores de decisiones.

En esa misma línea, involucrarse en proyectos comunitarios e iniciativas locales, como puede ser la limpieza de costas y playas, la recolección de colillas en la ciudad, la siembra de árboles o la implementación de composteras o huertas comunitarias, puede tener un impacto directo y fomentar el compromiso de los vecinos en el cuidado del ambiente.

 Foto de OCG Saving The Ocean en Unsplash

Otra forma de accionar es participando de consultas y audiencias públicas sobre temas ambientales. Comentar, opinar y proponer es una forma directa de influir en las decisiones.

Finalmente, y vinculada con la educación, se encuentra la información. Consumir  portales independientes y redes sociales que analicen y profundicen en estas temáticas siempre es una herramienta valiosa para tener una mirada diferente a la que ofrecen los grandes medios. Compartir esta información, así como conocimientos sobre cuestiones ambientales y motivar a otros a participar activamente es clave para influir en las políticas ambientales.

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