Tras la muerte de una fan de Taylor Swift en Rio, Lula exige hidratación gratuita de asistentes por la ola de calor
La ciudad de Rio de Janeiro registró el pasado fin de semana una sensación térmica récord de casi 60 grados
El fenómeno no tiene precedentes cercanos. Las altas temperaturas provocaron situaciones límite en las poblaciones más vulnerables que carecen de adecuados sistemas de ventilación y refrigeración domiciliaria.
Estas condiciones llevaron a la suspensión de uno de los conciertos de la cantante estadounidense Taylor Swift luego de que una de sus fans perdiera la vida. Ana Clara Benevides, una joven estudiante de Psicología, murió a causa de un paro cardíaco provocado por la deshidratación extrema padecida durante el recital del viernes pasado.
La desgracia ocurrió a pesar de que se trataba de una atleta que se encontraba en muy buena condición física.
Según reportes de la cadena informativa O Globo, más de mil personas sufrieron desmayos y necesitaron atención médica durante el concierto a causa del calor.
Desde distintos medios de comunicación se acusó a los vendedores que se ubicaron dentro y fuera del estadio de cobrar enormes sobreprecios para las botellas de agua, jugos y gaseosas. El escándalo llegó a tal punto que intervino el propio presidente Lula Da Silva.
El Jefe de Estado brasileño determinó que, debido al cambio climático que afecta especialmente a las geografías tropicales y ecuatoriales, será obligatoria desde ahora la hidratación gratuita de los asistentes cuando se registren grandes concurrencias.
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Sobre el fenómeno, Carlos Zotelo, meteorólogo del CONICET, expresó: "Existe un centro de alta presión que llevó durante varios días aire cálido y no dejó entrar corrientes frías desde el Sur. Por ejemplo, el anticiclón del Océano Pacífico quedó estancado en Argentina. Esto generó una sensación térmica superior a los 56 grados en algunas ciudades brasileñas. Los "bucles" también afectaron al oeste de Paraguay y el noreste de Bolivia donde hubo temperaturas superiores a los 46 grados. La semana que comienza empezaría a ceder esta ola asfixiante en Río de Janeiro y el miércoles ocurriría lo propio en las otras zonas castigadas".
Los expertos atribuyen al calentamiento global y al fenómeno El Niño este pico y también una sequía histórica en el norte del país combinado con intensas lluvias y ciclones en el sur del país.