Denuncian complicidad del puerto de Montevideo con flotas de pesqueros extranjeros ilegales
Uruguay se habría convertido en un "eslabón principal" de la pesca ilegal en el Atlántico Sur ya que recibiría alrededor de 200 pesqueros irregulares por año, según denunció Milko Schvartzman, estudioso de asuntos marítimos e investigador de Greenpeace.
En los muelles uruguayos se daría cobijo a barcos con antecedentes de maltrato laboral y pesca sin autorización.
La Administración Nacional de Puertos de Uruguay, la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos y las empresas de logística portuaria formarían parte de un sistema que abastece de combustible, reparaciones y provisiones a barcos extranjeros que cometieron delitos en alta mar, según las propias investigaciones de Schvartzman.
Cuando un buque es capturado se lo inspecciona, se le aplica una sanción dineraria y se le advierte que no vuelva a ingresar a las aguas protegidas. La pesca ilegal deja pérdidas millonarias a los países y encuentra en el Atlántico Sur valiosos recursos para saquear: calamares, atunes, langostinos, peces espada y merluza negra.
Algunos de los capitanes a cargo hacen transbordo y esconden en pleno océano los peces robados. Cada año recalan en la capital charrúa entre 1.400 y 2.000 pesqueros. De acuerdo al activista de Greenpeace, unos 200 de ellos carecerían de autorización para pescar.
Hay otros delitos asociados a la pesca ilegal, como las malas condiciones laborales. Suele suceder que trabajadores asiáticos y africanos se tiren al agua cerca de la costa y lleguen nadando, pidiendo refugio. Se dio el caso recientemente de marineros chinos que tiraron botellas vacías al agua con mensajes escritos pidiendo socorro.
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Durante el invierno de 2022, la Prefectura argentina llegó a contabilizar 400 buques pescando ilegalmente en su zona de exclusividad. Hace 10 años, las embarcaciones infractoras detectadas fueron apenas la cuarta parte.
Consultado por Carbono.news, el investigador en pesca marina, Roberto Maturana, propuso una avanzada solución para este flagelo: "Si hubiera monitoreo espacial, todo se solucionaría. Los satélites pueden ser utilizados para rastrear las actividades pesqueras de la flota en tiempo real. Esto permitiría identificar el descarte y tomar medidas inmediatas y sanciones enmarcadas en la Ley 24922".
Y agregó: "Además, este tipo de búsqueda podría ayudar a prevenir la pesca ilegal, no regulada y no reportada de la milla 201. Las cámaras a bordo conectadas online podrían utilizar los sistemas de imágenes de los pesqueros para obtener videos de las capturas antes de ser izadas a bordo. Estas tomas deberían ser analizadas automáticamente utilizando técnicas de inteligencia artificial para determinar la especie, el tamaño y la calidad del pescado capturado. Así, los pescadores descartarían selectivamente solamente aquellos peces que no cumplieran con los requisitos legales".
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El ex oficial de la marina mercante, con 40 años de experiencia en alta mar, expresó: "Las aguas argentinas están repletas de boyas, sensores de media agua y dispositivos inteligentes. Mediante su uso se lograría recopilar información detallada sobre la actividad. Estos datos deberían ser transmitidos en tiempo real a través de redes inalámbricas. Luego, serían analizados mediante algoritmos para tomar decisiones. Hoy, no existen excusas para que nuestro país siga arrojando al mar más de 600 millones de dólares al año en pescado fresco. Con este tipo de medidas, se terminaría con el contrabando de piezas hacia Uruguay y Brasil".