El coche más vendido del mundo ya es eléctrico. En Argentina, el negocio no arranca
Se trata de un hito histórico para la firma creada por Elon Musk y también para los coches eléctricos.
El Tesla Model Y superó en ventas al Toyota Corolla y se convirtió así en el automóvil más vendido del mundo, aventajando a los nafteros, según el último informe de la firma de analistas JATO Dynamics.
Este SUV (Sport Utility Vehicle) logró el récord global durante el primer trimestre de 2023. Es la primera vez que un rodado eléctrico se convierte en el más vendido del mundo.
Fuente: Tesla
Los analistas sostienen que este flamante liderazgo se mantendrá y tal vez se ampliará durante el resto del año. Se estima que las ventas superarán largamente el medio millón de autos en 2023, gracias a la comercialización de la marca en 53 países.
Además de al Toyota Corolla, Tesla venció a modelos como la Hilux o el Camry. El logro se alcanzó con independencia del costo final. Actualmente, el Corolla cuesta unos 26.000 dólares y el Model Y, después de todas las ayudas, desgravaciones y subvenciones, queda en unos 48.000 dólares. Casi el doble que su rival.
Las ventajas que hacen al Tesla más redituable se ven con el tiempo: menores inversiones en mantenimiento, menores pagos de impuestos y menores gastos en combustibles.
Fuente: Tesla
¿Qué pasa en Argentina?
El incipiente mercado nacional alcanzó valores aún muy bajos en 2022. El Sistema de Información Online del Mercado Automotor de la República Argentina (Siomaa) publicó que se patentaron 7.849 unidades (7.588 híbridos y apenas 260 eléctricos puros).
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Consultado por Carbono.news, Pablo Naya, Director de Proyecto y Desarrollo del Vehículo Sero Electric, expresó: "En nuestro caso, comercializamos unas cien unidades. Algunas no se patentaron ya que le vendimos a varias empresas que las usan internamente como YPF, Aluar, Loma Negra y Techint. Se mueven solamente en sus parques industriales. Con el dólar oficial tan bajo nos resulta imposible exportar, aunque existe bastante interés en países del continente. Estéticamente nos hemos modernizado bastante. Estamos incorporando tecnología y equipamiento: aire acondicionado, cierre centralizado, alarma y conexión para celular. Nuestras unidades fueron pensadas para usarse en trayectos cortos, con un máximo de 100 kilómetros".
En Argentina el problema es que a los empresarios les resulta casi imposible pensar y planificar a largo plazo. Se mueven mes tras mes, con cálculos, pruebas y errores. "Estamos preparados para producir 400 unidades anuales pero si no acompaña el mercado ni el contexto será difícil llegar a ese número. Con el actual escenario será casi imposible pensar en nuevas inversiones" agregó Naya.
Cuando se le recordó al emprendedor que desde el gobierno nacional se habla de un plan para que en 2030 la mitad del parque automotor sea eléctrico, respondió: "Es una paparruchada. Es imposible lograrlo. Tenemos una matriz energética donde no existe energía disponible para cargar esa cantidad de autos".
Y sobre la gravedad de la situación, el empresario agregó: "En cuanto a las dificultades que estamos teniendo en la importación se van complicando día a día. Como sabemos la falta de dólares es una realidad, hoy las terminales les están pidiendo que utilicen sus dólares para pagar importaciones o que esperen 100 días para pagarles a sus casas matrices. Sero eléctric tiene problemas desde el año pasado para importar algunos componentes, estamos informando a nuestros proveedores que está situación va a cambiar en el mediano plazo".
Y continuó: "Tenemos faltantes de proveedores locales que también son importadores de algunos componentes para terminar sus autopartes. En junio terminamos de entregar pedidos atrasados. Calculamos parar la producción a fin de junio por la falta de componentes que demoraron el envío desde Italia por problemas de inundación. Esperamos retomar apenas nos entreguen. En la industria en general, vemos un proceso de lento estancamiento, todo lo complementa la falta de precios relativos del proveedor local por la alta inflación que estamos sufriendo".
A los pioneros vernáculos los seducen con cantos de sirena desde Brasil y Estados Unidos. Quieren que trasladen sus sueños a esos países a cambio de créditos blandos, con intereses razonables. A nivel local, la sola idea de pagar tasas de tres dígitos anuales pulveriza cualquier iniciativa medianamente seria.