La Fórmula Uno internacional acelera hacia su meta de ser carbono neutral en 2030
La historia del circo máximo del automovilismo mundial se puede explicar merced a sus principales sponsors.
En los años setenta, tras la crisis petrolera mundial, los capitales árabes fueron fundamentales para mantener la Fórmula 1 en funcionamiento. Así nació Saudi Williams, una escudería encabezada por Frank Williams. El diseñador inglés financiaba su desarrollo técnico gracias a petrodólares provenientes de Arabia Saudita. Dominó las competencias.
Los productores de hidrocarburos y sus derivados se hicieron presentes de manera invariable a lo largo de más de medio siglo a la hora de sponsorear las modernas unidades.
En los años ochenta, las compañías tabacaleras eran las que definían los colores de los bólidos: los McLaren eran rojiblancos por Marlboro, los Lotus fueron amarillos por Camel y también negros-dorados por John Player Special.
Con la prohibición en muchos países de mostrar publicidades de tabaco y alcohol, fueron las compañías tecnológicas de comunicación y las entidades crediticias globales las que tomaron la posta en el presente siglo. Actualmente, Ferrari, Mercedes, Red Bull Racing y McLaren, los principales teams, se sostienen con el aporte de firmas como Amazon, Hewlett Packard, Telcel, Claro, AT&T, Siemens y Dell Technologies.
Pero, algunas firmas de primer nivel, como Hugo Boss, entendieron que sus prestigiosas marcas no debían mezclarse con fuentes contaminantes de energía y, por ello, se pasaron a la menos glamorosa pero más apreciada Fórmula E, en la que todos los coches son eléctricos.
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Cambió el público, cambiaron los auspiciantes
La Fórmula 1 sigue siendo la cúspide de las carreras a nivel mundial, pero hoy no puede replicar su indiscutible liderazgo en innovación a la hora de mostrarse sostenible.
Es que las competencias se dan en grandes ciudades, generalmente europeas, donde asiste un público joven comprometido con el medio ambiente.
Actualmente, este fenomenal negocio deportivo busca continuar siendo líder para la industria automotriz pero, al mismo tiempo, quiere trabajar con el sector de las fuentes limpias para ofrecer, dentro de tres años, el primer motor de combustión interna híbrido.
Un carbono cero neto
El campeonato adoptará una logística más eficiente mientras que las instalaciones estarán totalmente alimentadas por fuentes renovables.
También se comprometerá a los aficionados sustituyendo vasos de plástico de un solo uso por otros reutilizables y se habilitarán opciones para que los espectadores lleguen a los circuitos de forma sostenible.
Los organizadores garantizan además que, luego de las disputas, todos los desechos se reciclarán o se compostarán.
El objetivo mayor consiste en alcanzar la neutralidad de su huella en 2030.
Por último, se está trabajando con la compañía petrolífera Aramco para desarrollar una nafta 100% ecológica que se introducirá en las unidades de potencia en 2026, cuando comience la nueva era de motores híbridos.