Economía
Economía circular

Argentina reemplazará durmientes de quebracho y hormigón por otros elaborados con plásticos recuperados

Cuando los ingleses desarrollaron la red ferroviaria argentina en la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad de la centuria pasada, utilizaron quebracho colorado para sostener y alinear las vías que se construían

La madera de quebracho, muy dura y resistente, se extrajo durante décadas del extremo Norte de la provincia de Santa Fe. Hoy, esa especie arbórea se encuentra protegida, ya que su ciclo de reproducción y regeneración demora hasta 80 años.

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Ante esta limitación ecológica, la industria ferroviaria mutó hacia otro tipo de maderas provenientes de ejemplares menos amenazados y también, experimentó con éxito con las estructuras de hormigón.

Franco y Giuliano Frola. Foto: Gentileza

En la provincia de Córdoba, dos hermanos y socios, Giuliano y Franco Frola, revolucionaron los futuros trazados férreos gracias a la conversión de desechos plásticos en plásticos de alta resistencia. Juntos conforman el Grupo RFG, una empresa familiar donde también se desempeñan sus padres: Raúl y Mónica. Desde una planta ubicada en Monte Cristo, en las afueras de Córdoba Capital, ganaron una licitación de Trenes Argentinos para fabricar 100.000 durmientes. En la oferta se habían presentado veinte empresas.

La pyme nació en 2013, hace una década, bajo la consigna de fabricar bajo un concepto de sustentabilidad. Actualmente, allí trabaja un equipo de 25 personas en la creación de un producto cuya resistencia sirva para soportar el gigantesco peso que tienen los convoyes de carga.

 

¿De dónde sale la materia prima?

Los plásticos se compran a cooperativas de reciclaje cordobesas. Estas organizaciones son las encargadas de recibir y clasificar los residuos domiciliarios o empresariales en sus propios galpones. Hasta el momento, son escasos los municipios que disponen de una recolección diferenciada en origen. Este trabajo lo realizan los cartoneros en plena calle o los empleados de las plantas recicladoras urbanas.

Para la fabricación de los 100.000 durmientes demandados será necesario conseguir unos doce millones de kilos de plástico recuperado.

Raúl Frola. Foto: Gentileza

Consultados por Carbono.news, Raúl Frola explicó: "Nuestra compañía hace 10 años que se dedica al reciclaje industrial y al post consumo, buscando alternativas distintas a la comercialización de algunos materiales y productos. Todos sabemos que debemos generar este cambio de la economía lineal a la circular. Empezamos a ver que había una cantidad de materiales plásticos que no tenían valor comercial en el mercado. Esos terminaban en enterramiento o en basurales a cielo abierto. Buscamos alternativas para esos materiales y empezamos a ver que la producción de durmientes para ferrocarril a partir de plástico post consumo, podía ser una alternativa para canalizar esas miles de toneladas que se producen anualmente en Argentina. Estos productos podrían tener una vida útil de treinta años. Tal vez, un poco más. Luego, podrían ser recuperados ya que no se pudren ni se astillan"

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Con este descubrimiento, se logra un triple objetivo:

  • no se talarán árboles (se salvarán unos 27 ejemplares solamente con esta primera entrega)

  • no se enterrarán o destinarán al mar toneladas de desperdicios

  • se crearán no menos de 200 puestos de trabajo de manera directa e indirecta

Argentina necesita recrear un total de 20 mil kilómetros de vías ferroviarias para generar un enorme impacto productivo, especialmente en las economías regionales.

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