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No se puede tapar el sol con un dedo: el cuidado responsable de la piel

El sol es muy importante en nuestras vidas, tanto que sin él no existiríamos.

Comunicadora y profesora de yoga. Creadora de Flama Yoga.

Aunque a veces se desconozca, la exposición al sol por periodos cortos tiene muchos beneficios para nuestra salud:

  1. Ayuda a prevenir y controlar algunas enfermedades dermatológicas como la psoriasis, el acné y ciertas dermatitis. También, colabora con la cicatrización de las lesiones debido a su efecto antinflamatorio y sus propiedades terapéuticas, ya que promueve la epitelización y la circulación
  2. Ayuda al organismo a generar vitamina D fundamental para la mineralización de los huesos y de los dientes, ya que contribuye con la absorción y depósito de calcio en los huesos.
  3. Aumenta las defensas de nuestro cuerpo
  4. Metaboliza el colesterol. Ayuda a rebajarlo
  5. Baja la presión arterial al dilatar las arterias, lo que es ideal para los hipertensos
  6. Los rayos ultravioleta regulan la producción de melatonina, hormona que ayuda a definir los ciclos de sueño. La luz solar reduce sus niveles, lo que ayuda a sentirse más despierto.
  7. Beneficia el estado de ánimo, combate la depresión y el estrés, dado que promueve la síntesis de la serotonina, una sustancia relacionada con el bienestar.

Sin embargo, tomar sol sin las debidas precauciones resulta peligroso, aun para las pieles oscuras. Por eso, aunque los rayos UV sean fundamentales para sintetizar la vitamina D, la Organización Mundial de la Salud especifica que, para lograr este objetivo, en verano, es suficiente con 15 minutos al día, tres veces a la semana, en manos y rostro. Por lo tanto, esta no es la excusa adecuada para permanecer más de lo razonable bajo la luz solar sin protección adicional.

El primer protector solar de la historia tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial y se inventó para proteger a los soldados estadounidenses que trabajaban a la intemperie. Este producto se realizó a base de aceite de parafina rojo, que se obtenía del petróleo, una vez separada la gasolina y otros refinados, y evitaba que los rayos ultravioleta traspasaran y quemaran la piel.

Los rayos UV aceleran el envejecimiento de la piel, provocan quemaduras solares y favorecen la aparición de cánceres de piel. El Ministerio de Salud de la Nación informa que durante el período 2000-2010 (11 años) se registraron 7953 defunciones con un promedio anual de 723 muertes.

El "Informe sobre el Cáncer de Piel 2020: Deteniendo la Epidemia Global", elaborado por la organización Euromelanoma y la Coalición Global para la Defensa del Paciente con Melanoma, precisa datos cada vez más preocupantes y revela que en los últimos 10 años los casos anuales de melanoma (la forma más agresiva de cáncer de piel) han aumentado casi un 50% y se sitúan en 287.723 diagnósticos al año en el mundo, lo que supone unas 60.000 muertes anuales por esta causa.

Los protectores solares poseen un índice de protección (también llamado Factor de Protección Solar (FPS) que se mide en el laboratorio y describe la fracción de rayos ultravioleta que llegan a nuestra piel.

Por ejemplo, un protector solar de índice 15 deja pasar 1/15 de los rayos UV, por lo tanto, protege 14/15, o sea, el 93% de los rayos UV. Aplicando la misma fórmula, una crema con índice 30 nos protege del 97% de los rayos UVB, una crema con índice 50 nos protege del 98% de los rayos UVB. Estas cifras de filtrado tienen una validez de aproximadamente 2 horas y suponen que se ha aplicado la cantidad recomendada de protector solar para todo el cuerpo. Esta es la razón por la que ponerse regularmente un protector solar SPF 30 protege mejor que ponerse un SPF 50 muy de vez en cuando.

Protector solar y contaminación

Casi el 80% de los corales del Caribe han desaparecido en los últimos 50 años debido a la contaminación, la acidificación de los océanos, la pesca industrial, el desarrollo costero y el calentamiento del agua debido al cambio climático. El protector solar tiene una parte de la responsabilidad en la degradación de la vida acuática. Se estima que el 10% del coral del mundo está expuesto a cantidades significativas de protector solar.

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Por ello, desde hace varios años, el impacto de los elementos activos de los protectores en el medio marino ha estado en la mira de las asociaciones científicas de investigación y conservación. La ONG científica Haereticus publica cada año una lista con los protectores que son seguros para el medioambiente. Otro sitio práctico para quienes deseen analizar detenidamente la composición de su protector solar podría ser The Truth About Cosmetics.

Foto:  Servicio Nacional Oceánico de la NOAA

En los productos cosméticos, se encuentran todo tipo de partículas "nano", es decir, muy pequeñas. Las nanopartículas tienen una gran ventaja y una gran desventaja: por el lado de las ventajas, son invisibles a simple vista, lo que agrada a cualquiera que las use. En el lado negativo, son mucho más fáciles de ingerir por los organismos marinos. Esto simplifica las cosas a la hora de elegir un protector solar: si es transparente, probablemente sea tóxico para el medio marino. Por el contrario, si deja un color blanco no muy glamoroso en la piel, es el indicado.

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En general, dada la química que se encuentra en el protector solar, es mejor no inhalarlo, por lo que es preferible una crema líquida en lugar de un aerosol.

En última instancia, si se evita la exposición excesiva al sol, adaptando el horario y la vestimenta, menos protector se necesitará, lo que es mejor por razones de contaminación, billetera y salud.

La opinión profesional

Consultada por Carbono.news, Flor Tassi, médica especialista en dermatología de la Universidad de Buenos Aires y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, refirió: "Para una rutina completa de cuidado de la piel no pueden faltar una correcta limpieza, hidratación y fotoprotección que van a depender del tipo de piel, edad y época del año. Siempre se recomienda evitar el sol entre las 10 y las 16 h. El protector solar a utilizar tiene que tener un FPS mayor a 50, se debe colocar unos 20 o 30 minutos antes de la exposición y renovar cada 2 o 3 horas si uno se sumerge en el agua o transpira por alguna actividad. Hay que recordar siempre que el fotoprotector NO reemplaza la sombra, solo disminuye el impacto. Es para los momentos en que uno no puede evitar la exposición porque va a entrar al agua o a realizar un deporte. Y siempre es mejor complementarlo con ropa adecuada, como gorro y ropa con FPS".

Y agrega: "El protector debe utilizarse todo el año. El fotoenvejecimiento y la hiperpigmentación (manchas) están más vinculados a la exposición diaria de todo el año. Broncearse con el sol nunca es saludable. Si se quiere tener un tono bronceado, sugiero el uso de autobronceantes. Debemos cuidarnos siempre, en todos los momentos de la vida. Sin embargo, las quemaduras solares los primeros 5 años de vida son mucho más riesgosas, ya que los melanocitos (células que nos protegen de la radiación) no están lo suficientemente maduros para cumplir su función.

Y en relación con la contaminación de los mares sostuvo: "Hay ahora fotoprotectores "ocean friendly" que son biodegradables en un 60% y de eficacia probada, por lo que no haría falta consultar al médico para utilizarlos. Estos NO incluyen los productos "caseros" o preparados sin aval científico.

 

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