¿De COP en COP?: las promesas de la cumbre climática esperan condensarse en la siguiente, en el petroestado de Emiratos Árabes Unidos
Los especialistas señalan, de forma casi unánime, la creación del fondo para daños y pérdidas como lo más positivo de la COP27, pero recién se decidirá su instrumentación en marzo de 2023
Si se necesitara alguna palabra para definir lo que fue la COP27 sería compleja o confusa. La Conferencia de las Partes (COP) número 27 de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) llevada a cabo del 6 al 20 de noviembre en Sharm El-Sheikh, en Egipto, tuvo luces y sombras. Sin embargo, algo quedó muy claro: la naturaleza de la crisis climática, que es profundamente humana.
Hablar del calentamiento global que estamos enfrentando no es -ni debe ser- un debate "científico", por el contrario, se trata de la forma en la que nos relacionamos como seres humanos entre nosotros, con el resto de los seres vivos y con el planeta. Por eso, aunque se dijo que fue contradictoria por haberse realizado en un país que viola constantemente los derechos humanos, es la demostración clave y tangible del mundo que habitamos.
La crisis climática no se trata solo de emisiones, sino de emisiones asociadas a las desigualdades, al racismo y a la ambición desmedida de unos pocos. El 1% más rico de la población mundial emite el doble de gases de efecto invernadero que la mitad más pobre del planeta, según un informe de Oxfam.
Esta última COP tuvo un avance: el Norte Global escuchó al Sur Global, es decir, los países se pusieron de acuerdoen la creación de un fondo de financiamiento específico para afrontar daños y pérdidas en los países en desarrollo, especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.
Los daños son los impactos negativos que quedan en los territorios luego de las catástrofes climáticas generadas por el aumento de la temperatura del planeta; las pérdidas son lo que ya no se puede recuperar.
Es la primera vez que entra en agenda este tema en una COP, sin embargo, por ahora es solo una frase: el comité de transición -que lo llevará adelante- comenzará su trabajo en marzo de 2023 para definir cómo funcionará y cuándo se pondrá en marcha.
Este fondo es distinto a los ya famosos 100.000 millones de dólares anuales para los países en desarrollo que solo contemplan acciones de adaptación y mitigación. Sin embargo, ambos desembolsos coinciden en el miedo al incumplimiento que generan en los estados vulnerables: en 2009, los países del Norte Global, los más desarrollados y contaminantes a la vez, prometieron 100.000 millones de dólares anuales desde 2020 hasta 2025 para los países del Sur Global, los que menos contaminan y los que más sufren las consecuencias de la crisis climática. Nunca cumplieron con ese monto y esta última COP no resolvió los pedidos de que se cumpla, que se actualice la cifra y que el pago continúe, también, más allá del 2025. Quedaron para la COP 28.
El objetivo es que la temperatura del planeta no supere un aumento de 2°C y, para esto, el Acuerdo de París es una parte fundamental y propone que el planeta no pase la frontera de 1.5°C. Sin embargo, según un análisis de Climate Action Tracker, si todos los países cumplen con los compromisos asumidos, estaríamos en un escenario de entre 1,8°C (lo más optimista) y 2,4°C. Es decir, no alcanza con que se cumplan los compromisos asumidos. De seguir así, la temperatura podría aumentar hasta 3,6°C. Hoy el calentamiento es de 1,2°C. El Secretario General de la ONU dijo que "la humanidad debe elegir entre solidaridad climática o suicidio colectivo".
Por eso, la mitigación es el eje principal de acción o debería serlo. El texto final sobre mitigación no tiene ningún avance respecto al de la COP 26: no se logró consensuar un acuerdo más fuerte que permita avanzar rápidamente en la descarbonización.
El silencio sobre el papel de los combustibles fósiles en la COP 27 fue una constante y quedó reflejado en el resultado del programa de trabajo de mitigación que, de todas maneras, continuará los próximos años. También, en la decisión de avanzar hacia "sistemas energéticos de bajas emisiones", lo que parece sentar el escenario para el gas fósil, en línea con la postura de la presidencia egipcia y a contramano de lo que dicen el IPCC, órgano científico-climático de Naciones Unidas, y la Agencia Internacional de Energía. Más de 80 países pedían la inclusión en los documentos de la eliminación gradual de los combustibles fósiles, pero no lo consiguieron.
En 2023, la COP28 se realizará en los Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre. El petroestado del Golfo contrató empresas de relaciones públicas para enfatizar su papel en la cumbre climática del próximo año antes de que comenzara la de este año buscando mejorar su imagen climática. En la COP27, 70 de los representantes de la industria fósil tenían credenciales de Emiratos Árabes Unidos.
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"Si bien se le da la bienvenida al financiamiento para daños y pérdidas, ya que es parte de la justicia climática, hay que tener en cuenta que un mayor aumento de temperatura va a traer más daños y pérdidas. Y ese mayor aumento de temperatura va a seguir sucediendo si no se aborda de forma urgente y transformadora la mitigación, la brecha entre lo que efectivamente se reduce y lo que se necesita. El nivel de presión de lobbistas de la industria petrolera de estos países fue fuertísimo, todo el mundo lo notó", dijo a Carbono.news Soledad Saliva, referente de Crisis Climática de Eco House Global (EHG) quien está haciendo una maestría en Derecho y Economía del Cambio Climático en FLACSO.
"Hubo una defensa férrea, que logró sostener el 1.5° C en un contexto en el que, simultáneamente, estaba sucediendo el encuentro del G20 del que mandaron un comunicado que pedía mantener el Acuerdo. Sin embargo, en el texto final de la COP, se pidió reducir los usos ineficientes del carbón, es decir, además de impulsar energías renovables, se incluyó el término "fuente en bajas emisiones", lo que le da una entrada al gas como energía de transición. La brecha entre lo que efectivamente se reduce y lo que se necesita reducir, se ablanda. Da un espacio a la transición más corto y reduce el beneficio de utilizar el gas lo mínimo posible hasta su eliminación, como la de todos los combustibles fósiles (face out) o reduciéndolo gradualmente (face down). Por eso, es importante sostener la participación activa y los reclamos", agregó.
Hay dos problemas fundamentales: quién paga todo lo que provocó y provoca este caos climático y cuándo van a cesar las emisiones. Históricamente, Estados Unidos y luego, la Unión Europea, son los responsables del aceleramiento del calentamiento global. Sin embargo, en la actualidad, China e India se subieron al podio de emisiones de GEI (aunque no en emisiones acumuladas a lo largo del tiempo). Y a pesar de que por esa razón, son países acreedores y deudores climáticos a la vez, EE.UU. y la UE están intentando que también aporten económicamente a los fondos (como al de daños y pérdidas).
Una estrategia para compensar las emisiones son los Mercados de Carbono. En esta COP, se entregó un documento guía sobre el Artículo 6.4 del Acuerdo de París, que establece un mercado "regulado" de carbono bajo supervisión de los países. Sin embargo, hay preocupación por parte de expertos y activistas porque incluye una definición de "remociones de carbono" tan amplia que incluiría, por ejemplo, desde plantaciones forestales como pinos y eucaliptos hasta la fertilización de los océanos. Además, la protección de los derechos de comunidades que se podrían ver afectadas por proyectos de mercado de carbono queda a discreción de los gobiernos, sostienen desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales de la Argentina (FARN).
Por primera vez, todo el Sur Global se mantuvo unido en una COP con un reclamo unificado de "justicia climática". Argentina presentó el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación frente al Cambio Climático y su Estrategia a Largo Plazo que debía desde la COP anterior.
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En su mensaje final, el secretario General de la Naciones Unidas, António Guterres, dijo: "Esta conferencia ha estado impulsada por dos temas principales: la justicia y la ambición. Justicia, para aquellos que están en primera línea y que no han hecho nada para provocar la crisis; incluidas las víctimas de las recientes inundaciones en Pakistán, que han anegado un tercio del país. Ambición, para mantener vivo el límite de 1,5 grados y sacar a la humanidad del precipicio climático".
Con menos de un mes de diferencia, del 7 al 19 de diciembre, comenzará una nueva COP, la número 15, sobre biodiversidad. Se trata de la Conferencia de Biodiversidad de las Naciones Unidas que se llevará a cabo en Montreal, Canadá, que trabajará en la adopción del marco global de biodiversidad posterior a 2020: el marco proporciona una visión estratégica y una hoja de ruta global para la conservación, protección, restauración y gestión sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas para la próxima década.
El problema no son las COP, instancias mundiales de diálogo, sino la implementación de los compromisos. La duda sigue en pie: ¿Cómo obligar a los poderosos a que cumplan con sus promesas climáticas? ¿Cómo responder ante la violencia climática?