¿Las mareas podrían producir energía eléctrica que abastezca de hidrógeno verde a toda la humanidad?
Un científico argentino radicado en Bahía Blanca, Clemente Rebich, asegura que la propuesta es real.
La teoría de Clemente Rebich fue ya publicada por distintos medios especializados en LATAM y España. El invento se denomina G.E.M: Generador de Energía basado en la fuerza Mareomotriz.
Se trata de un mecanismo que permite aprovechar, casi de manera continua, las corrientes submarinas para hacer funcionar turbinas que originen los MW suficientes para abastecer a las grandes ciudades. La idea podría ser aplicada en cualquier topografía que lo permita: canales, rías, ensenadas, golfos y accidentes oceánicos.
Gentileza Clemente Rebich
Sería una manera de aprovechar un fenómeno que ocurre dos veces al día. La marea es una variación del nivel de las aguas que puede oscilar entre unos dos y quince metros de altura en un período de aproximadamente 12 horas 30 minutos, conforme a las diferentes morfologías costeras.
Actualmente, las plantas de este tipo necesitan un dique que se llene cuando suben las aguas. Luego, cuando las mismas bajan, los mecanismos se accionan y proveen de electricidad. Es un principio similar al que opera en las represas construidas sobre ríos de distintos caudales.
Gentileza Clemente Rebich
En la explicación técnica de su proyecto (ya registrado, patentado y publicado) el creador detalla que para esta construcción se deben erigir espigones, tajamares y diques sobre módulos en tierra firme. Luego, los mismos serían botados y tirados con remolcadores hasta los lugares elegidos.
Concretamente:
1- Se aprovecharía primero la fuerza del flujo subiente del agua durante la pleamar
2- Se haría lo propio con el reflujo durante la bajamar.
En ambos casos, las grandes masas de líquidos salados pasarían por turbinas ubicadas en conductos especiales. Sus movimientos motivarían que se accionen los generadores eléctricos.
Consultado por Carbono.news, Clemente Rebich detalló: "En Bahía Blanca, una ciudad con canales navegables y puerto de aguas profundas, las mareas se trasladan en aproximadamente cinco horas. Esto hace aparecer un torrente que permitiría llenar varios cientos de hectáreas en cada pleamar. Con la bajamar, se consumaría el mismo efecto, pero el viaje se daría en sentido contrario. Estoy convencido de que el G.E.M. desataría una fuerza incalculable para hacer girar grandes aspas a lo largo de centenares o miles de metros".
La potencia disipada por los movimientos oceánicos en el globo terrestre es del orden de 3 TW (tres mil millones de kilovatios). Para obtener semejante cifra con métodos contaminantes deberíamos quemar miles de millones de barriles de petróleo cada año.
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La fuerza mareomotriz puede aplicarse a grandes plantas de fabricación de Hidrógeno Verde porque es:
auto renovable,
no contaminante,
silenciosa,
con bajo costo de materias primas,
no concentra población,
está disponible en cualquier clima y época del año.
En una etapa superior, se ha planteado la posibilidad del G.E.M. 2, una unidad flotante y transportable que permite ser anclada en cualquier superficie marítima.
En un momento en el que el petróleo y el gas alcanzan valores siderales, parece apropiado conocer un poco más sobre esta esperanzadora iniciativa.