Otra vez, el cambio climático volvió a batir récords por tierra, mar y aire en 2021
Según el Informe sobre el Estado del Clima Mundial 2021, cuatro indicadores clave del cambio climático (concentraciones de gases de efecto invernadero, subida del nivel del mar, contenido calorífico de los océanos y acidificación de los océanos) registraron valores sin precedentes
Es inminente, los efectos del cambio climático ya están dejando sus consecuencias en el medio ambiente y en las poblaciones de todo el mundo. Así lo han dejado explícito este miércoles los científicos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) a través de un documento que rinde cuentas sobre las condiciones meteorológicas extremas del año pasado.
El informe de la agencia de la ONU sobre el Estado del Clima Mundial en 2021 confirma que los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. Si bien el 2021 no batió el récord de temperatura, debido a un evento de La Niña al principio y otro al final del año que tuvieron un efecto de enfriamiento temporal, igualmente estuvo entre esos siete más cálidos, manteniendo la tendencia general de aumento de los termómetros. La temperatura media mundial en 2021 fue de aproximadamente 1,11 grados centígrados por encima del nivel preindustrial, según se señala.
Además de los efectos en el ambiente, los fenómenos meteorológicos extremos, la cara cotidiana del cambio climático, se cobraron la vida de muchas personas y costaron cientos de millones de dólares a la economía. También, pusieron en riesgo el acceso a los alimentos y el agua, llevando a un desplazamiento de personas que se ha acentuado en 2022.
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De acuerdo al informe, el contenido calorífico de los océanos alcanzó niveles sin precedentes. La capa superior de los océanos, hasta los 2000 metros de profundidad, siguió calentándose en 2021 y todo apunta a que lo seguirá haciendo en el futuro, un cambio irreversible en escalas temporales de cientos a miles de años. Todos los conjuntos de datos coinciden en que los índices de calentamiento de los océanos muestran un aumento especialmente marcado en los dos últimos decenios. El calor está penetrando en cotas cada vez más profundas. En algún momento de 2021, gran parte del océano se vio afectado por, al menos, una ola de calor marina "intensa".
Por otra parte, los investigadores señalaron que el nivel medio del mar a escala mundial alcanzó un nuevo máximo en 2021, tras aumentar una media de 4,5 milímetros anuales durante el período 2013-2021. Esta cifra, que es más del doble que la registrada entre 1993 y 2002, obedece, principalmente, a una pérdida más rápida de masa de los mantos de hielo, lo que conlleva importantes repercusiones para cientos de millones de habitantes de zonas costeras y aumenta la vulnerabilidad a los ciclones tropicales.
Sumado a lo anterior, alertaron que el cambio climático afecta a los ecosistemas y, en particular, a los terrestres, costeros, marinos y de agua dulce, así como también a los servicios que prestan. De acuerdo a lo informado, su grado de vulnerabilidad presenta diferencias en función del ecosistema del que se trate y algunos de ellos se están degradando a una velocidad sin precedentes.
En función de la rapidez con la que suba el nivel del mar, entre el 20% y el 90 % de los actuales humedales costeros corren el riesgo de desaparecer a finales de este siglo. Esto comprometería aún más el suministro de alimentos, el turismo y la protección de las zonas costeras, entre otros servicios ecosistémicos, aclararon.
Es preciso aplicar un plan de transición energética
Tras la difusión del informe de la OMM, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, difundió un video en donde consideró que los datos representan "una sombría confirmación del fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos". Frente a esto, llamó a tomar cartas en el asunto y propuso un plan de transición hacia las energías renovables a través de cinco pasos:
Tratar las tecnologías de energía renovable, entre ellas el almacenamiento en batería, como bienes públicos mundiales esenciales y de libre acceso;
asegurar, ampliar y diversificar el suministro de componentes y materias primas fundamentales para las tecnologías de energía renovable;
crear marcos legales y reformar la burocracia para igualar las condiciones en favor de las energías renovables;
desalentar los subsidios a los combustibles fósiles para proteger a las personas y comunidades más vulnerables;
triplicar las inversiones en energías tanto privadas como públicas hasta alcanzar, al menos, cuatro billones de dólares al año.
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"Las energías renovables son el único camino hacia una verdadera seguridad energética, hacia precios estables de la electricidad y hacia oportunidades de empleo sostenibles. Si actuamos unidos, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI", aseguró Guterres.
Para el funcionario de la ONU, el mundo debe actuar en esta década para evitar que se agraven los impactos climáticos y para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 grados sobre los niveles preindustriales.
"El clima está cambiando ante nuestros ojos", es preciso actuar de manera urgente
Por su parte, el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, aseguró que "es sólo cuestión de tiempo el que veamos otro año más cálido de los registrados".
"El clima está cambiando ante nuestros ojos. El calor atrapado por los gases de efecto invernadero inducidos por el hombre calentará el planeta durante muchas generaciones. El aumento del nivel del mar, el calor de los océanos y la acidificación continuarán durante cientos de años a menos que se inventen medios para eliminar el carbono de la atmósfera. Algunos glaciares han alcanzado el punto de no retorno y esto tendrá repercusiones a largo plazo en un mundo en el que más de 2000 millones de personas ya sufren estrés hídrico", explicó Taalas.
En ese mismo sentido, comentó que los fenómenos meteorológicos extremos tienen un impacto inmediato en nuestras vidas diarias. Para ilustrarlo, citó como ejemplos más actuales la sequía que se desarrolla en el Cuerno de África, las recientes inundaciones en Sudáfrica y las olas de calor en India y Pakistán.
Y aunque observó que los años invertidos en preparación de desastres nos han llevado a una mejor posición para salvar vidas, destacó que las pérdidas económicas siguen aumentando. Por ello, hizo un llamamiento para que se invierta en los Sistemas de Alerta Temprana, que son críticos para adaptarse al cambio climático, pero que tan solo están presentes en la mitad de los países miembros de la OMM.