Elecciones en Francia: Emmanuel Macron venció a Marine Le Pen en el balotaje ¿La energía nuclear derrotó a la petropolítica?
Francia votó contra la ultraderecha y reeligió a Emmanuel Macron con casi el 59 por ciento de los votos.
Emmanuel Macron, actual primer mandatario francés, será presidente por cinco años más. Este triunfo del centrismo tiene varios análisis posibles:
que el gran derrotado fue el extremismo,
que los votantes demostraron querer seguir siendo parte de la Unión Europea,
que las mujeres tienen un techo de cristal en ese país y por eso jamás tuvieron una presidenta electa,
que la petropolítica del eje Putin-Le Pen sigue sin poder triunfar en una elección nacional.
Durante toda la campaña, el joven presidente -tiene 44 años- puso de relieve que desde empresas rusas dedicadas a la exportación de hidrocarburos, se aportaron fondos para la campaña de la hija del legendario líder de ultraderecha Jean-Marie Le Pen.
Por años, Marine Le Pen manifestó su admiración por Vladimir Putin, al punto que aún hoy promueve "una alianza de seguridad con Moscú en cuanto termine la guerra". En los debates preelectorales, Macron acusó a Le Pen de apoyar la anexión rusa de Crimea en 2014 y de no considerar al primer mandatario ruso un criminal de guerra. "Usted depende de ese poder, usted depende del petróleo. Hay que tomar decisiones valientes, pero ni usted ni sus representantes están en ese punto. Usted no puede defender los intereses de Francia", disparó Macron.
Por su parte, la líder nacionalista recogió el guante: "No estoy de acuerdo con el bloqueo a la importación de gas y petróleo desde Rusia. Eso hará mucho daño al pueblo francés. No nos podemos hacer un harakiri".
Por su parte, Macron pudo demostrar que, durante su gestión, el país se volvió menos dependiente de Rusia. Una de las grandes apuestas de su administración fue la multiplicación de plantas que funcionan con uranio: son más rápidas y baratas a la hora de su construcción. Gracias a ello, aceleró la transición energética y no quedó inerme como su vecina, Alemania, donde se cerraron este tipo de centrales. La mayor parte de los hogares y las industrias alemanas quedaron en manos de gasoductos que nacen en tierras rusas.
Mirá también: "Por primera vez en varias décadas, Francia retoma la construcción de reactores atómicos"
En Alemania y por decisión de la cuatro veces electa canciller, Angela Merkel, desde hace una década, se están cerrando una a una las centrales de fusión luego de que ocurriera el trágico accidente de Fukushima, Japón, donde se registraron miles de muertos y medio millón de desplazados.
Consultado por Carbono.news, el ingeniero Jorge Barón detalló: "Puede decirse que la energía nuclear derrotó en las urnas al modelo de extracción de fósiles. Los galos estuvieron mucho mejor preparados desde el punto de vista energético para surfear las consecuencias de la invasión a Ucrania. Existen varios indicadores a favor de estas centrales que llegan desde el propio ambientalismo. Se trata de un tipo de electricidad confiable, porque genera muchísima potencia y las instalaciones se pueden aprovechar durante varias décadas de manera eficiente. Además, es una actividad amigable con el medio ambiente si los residuos se tratan de manera correcta, ya que el volumen a manejar no es muy elevado. Se puede almacenar sin mayores inconvenientes".
Actualmente, Francia obtiene cerca del 70% de sus MW de fuentes termonucleares gracias a que cuenta con 45 generadores activos.