Activismo
A cielo abierto

Andalgalá contra la megaminería: "Si tenemos que caminar hasta el fin del mundo lo haremos para defender la Vida y nuestra Tierra"

Cinco integrantes de la Asamblea El Algarrobo que resiste al Proyecto MARA hicieron un viaje de más de 1300km hasta CABA para exigir respuestas a la Justicia Federal.

Algunos tramos a pie y otros en vehículo. Así, integrantes de la Asamblea El Algarrobo recorrieron más de 1300km en nueve días desde Andalgalá, Catamarca, hasta la Ciudad de Buenos Aires para entregarle a la justicia dos petitorios que deben ser contestados a la brevedad. ¿El fin? Que respeten la ordenanza municipal 029/16 que prohíbe la megaminería en los Nevados del Aconquija y que clausuren el yacimiento Agua Rica, renombrado como Proyecto MARA tras su asociación con la minera Alumbrera, la más grande que tuvo el país y que, hasta ahora, las consecuencias de su contaminación ya demostrada aún no es analizada, a pesar de orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) que pidió investigar y reparar los daños ocasionados.

Alumbrera dejó ríos contaminados, pobladores que tuvieron que abandonar sus casas y enfermedades como cáncer a lo largo de varios lugares de Tucumán, como Concepción y Alpachiri, y en Catamarca. Tras 20 años de extractivismo de mega minería a cielo abierto que provocó derrames de metales pesados en el agua que la gente consume, llega ahora el Proyecto MARA, una unión entre esta minera y Agua Rica, otro yacimiento ubicado en zonas de glaciares en el cerro Aconquija.

Entre los peligros de la puesta en marcha de este proyecto está la pérdida de agua. Ahora, se encuentra en etapa de exploración, la cual incluye permisos de perforaciones de pozos en zonas prohibidas por la Ley de Glaciares. Además, para esta primera parte, se autorizó a la empresa a utilizar 20.000 litros de agua del Río Minas por día, durante un año. Y para toda esa cantidad de agua solo debieron pagar un irrisorio canon minero anual de $3650.

Mirá también: "De La Alumbrera a Proyecto MARA: Andalgalá y su defensa del agua frente a la megaminería"

Por tantas injusticias, vecinas y vecinos del pueblo Andalgalá que se encuentra próximo a Agua Rica, hacen rondas cada sábado alrededor de la plaza central "9 de julio" desde el "Mástil de la Dignidad". Además, para que la justicia no deje pasar por alto este atropello a la vida de las comunidades, cinco integrantes del movimiento fueron los encargados de entregar los petitorios en Buenos Aires.

En abril quieren acelerar la explotación, aseguran los vecinos (Foto: Gentileza)

"Tanto el gobierno de la provincia como la empresa minera Yamana Gold y sus socios, intentan hacer que se declare inconstitucional nuestra ordenanza que prohíbe la megaminería en nuestro territorio. Pero no les daremos el gusto, porque si tenemos que caminar hasta el fin del mundo lo haremos para defender la Vida y nuestra Tierra", dijeron desde la Asamblea.

Y continuaron: "También caminaremos para exigir la clausura del yacimiento Agua Rica, disfrazada como nuevo proyecto MARA, porque en Comodoro Py los vecinos y vecinas de Andalgalá denunciamos la existencia de glaciares y ambientes periglaciares, con todos los documentos científicos tanto del Estado como otras ONG. Exigimos que se haga JUSTICIA, que se cumpla la ley de protección de glaciares y se condenen a los integrantes de YMAD por el ilegal acuerdo entre empresas mineras y el gobierno para destruirnos, para volar nuestras montañas".

1300km: el camino de la vida

(Foto: Gentileza)

Eliana Guerrero (37) fue una de las caminantes. Es artista plástica, asambleísta, artesana, madre, luchadora, ciudadana y ecofeminista. En contacto con Carbono.news, señaló que en cada provincia a la que llegaban hasta llegar a destino hacías asambleas, ferias agroecológicas, organizaban charlas, y compartían, junto con otros movimientos, momentos de reflexión sobre las distintas luchas socioambientales que atraviesan, pero que, en un punto, se unen.

"No nos queda otra que tejer lazos, redes, usar el periodismo alternativo. La caminata fue muy movilizante, muy emocionante, como una bomba de emociones, una vorágine de experiencias, vivencias y diálogos en continua construcción. Está todo tan ligado, relacionado, que ahí es cuando podemos ponerle una imagen, palabra o acción a eso que venimos diciendo desde hace tiempo: que es una lucha contra un modelo enorme capitalista, saqueador, patriarcal, extractivista y contaminante que obviamente daña, divide, mata y deja solamente miseria", dijo.

La policía: entre el deber y el "deber"

Por un lado, la asambleísta contó que la policía "se les acercaba, le pedían datos, sacaban fotos", pero por otro, aseguró que muchos estaban de su lado de la lucha.

En Rosario, la andalgalense dijo que "gendarmería amenazó porque tenían banderas para proteger el agua". "No estábamos haciendo nada malo. No es delito pronunciarse públicamente, no es delito defender el agua, no es delito, ir y sacarle una foto a un vagón que se lleva todos nuestros minerales durante décadas. No es delito, son nuestras herramientas de poder para defender nuestros derechos humanos. Nos aferramos fehacientemente con toda convicción a defender nuestros bienes naturales como dice el Acuerdo de Escazú, la Constitución, y nuestra ordenanza". "Hay mucha persecución de los pueblos que nos autodeterminados de alguna manera", afirmó Guerrero.

También, narró cómo otros policías se unían a sus reclamos: "Nosotros no tenemos miedo, no queremos sembrar miedo, al contrario, se han generado debates con los policías, charlas con los gendarmes. A quienes eran de otras provincias (y no de Catamarca) le advertimos que no tomen agua de la canilla porque está contaminada y todos se asustaron. El miedo cambia de lugar cuando está planteado con convicciones y con esta claridad que llevamos siempre: la palabra, la idea, el sueño y sobre todo la lucha. La lucha no tiene violencia, al contrario, estamos denunciando lo que este Estado y que estas empresas extranjeras nos están haciendo a nosotros. En Famatina, La Rioja, los policías se sumaron a la foto del bloqueo histórico y fue muy movilizante para nosotros porque venimos de una persecución constante shockeante y de una violencia institucional muy naturalizada e impune".

"Cuando vi que los policías me asusté. Uno se dio cuenta y dijo: ‘Somos parte del pueblo, hijos de luchadores y luchadoras, nietos de asambleístas, también es nuestra lucha'. Así que fue todo un aprendizaje. Estoy muy agradecida a la vida porque está poniendo a las personas correctas en el camino", sumó.

"Orgullo es lo que siento por esta lucha de vecinos y vecinas que defienden esta hermosa tierra argentina que tanto da y tanto daño se le hace", concluyó Guerrero. Queda esperar la respuesta de la Justicia, pero sea cual sea este resultado, la lucha no terminará ahí.

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