Putin y Xi Jinping no viajarían a la COP26 en Glasgow: ¿cuáles son sus compromisos ambientales?
Los jefes de estado de China y Rusia no confirmaron su presencia para esta Cumbre Climática que se celebrará del 31 de octubre al 12 de noviembre.
Desde el 31 de octubre y hasta el 12 de noviembre, la capital escocesa será la sede de una cita que puede resultar decisiva para la humanidad: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Unos 20.000 dirigentes políticos, diplomáticos y activistas de casi doscientos países (entre ellos la joven sueca Greta Thumberg) transformarán la ciudad con el objetivo de fijar políticas que logren reducir las emisiones de GEI contaminantes como el dióxido de carbono producido por la quema de carbón, petróleo y gas.
El cónclave mundial denominado COP26 llega seis años después de que el Acuerdo de París fuera adoptado por 196 naciones en diciembre de 2015. En él, los países se comprometieron a que la temperatura del planeta no supere los 1.5°C en relación a los niveles pre-industriales.
En Glasgow los distintos gobiernos deberán exponer acerca de sus NDC, es decir, de sus avances en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
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Sin embargo, dos super potencias como Rusia y la República Popular China aún no aseguraron la presencia de sus respectivos presidentes. Los organizadores creen, a esta altura, que es poco probable que tanto Xi Jinping como Vladimir Putin viajen hasta Reino Unido para ser de la partida.
Putin anunció recientemente que los rusos se tomarán diez años más de los estipulados por el Protocolo de París para convertirse en carbono neutrales. Concretamente, avizoran que recién en 2060 podrán cumplir con los compromisos asumidos.
Moscú pretendería reducir sus emisiones en un 80% de aquí a 2050 gracias al abandono del carbón como fuente de electricidad, entre otras medidas.
Anteriormente, el líder nacional en reiteradas ocasiones minimizó el papel del hombre en el calentamiento global.
Sin embargo, su extenso país (el más grande del mundo) viene sufriendo año tras año catástrofes naturales como los incendios y el descongelamiento prolongado de amplias zonas de la Siberia.
Mientras tanto, la RPCh es reconocida como la principal contaminadora del planeta (28% de los gases globales contra 15% de EE.UU). Por ello, el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, dijo a los funcionarios de Xi Jinping hace pocos días que "no existe forma" de que el mundo resuelva la crisis sin su "compromiso total".
Beijing es líder mundial en la producción de paneles solares y turbinas eólicas para energía renovable y está superando también a los EE.UU. en el mercado de vehículos eléctricos. Pero, aún dos tercios de su energía interna se producen a partir del combustible fósil.
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Un diplomático argentino, viejo conocedor de la política internacional, cree que pueden producirse en los próximos días un verdadero milagro inesperado. Consultado por Carbono.news, Diego Guelar, ex embajador argentino en Estados Unidos y también en Pekín, reveló:
"No hay que descartar que los chinos estén tensando la cuerda al máximo pero, finalmente, se sienten a negociar un tema tan trascendente".
Guelar supone que "China ya tiene sus propios planes y hoja de ruta para lograr sus objetivos medioambientales".
Para el experto, esta reunión podría ser un "oasis" en el medio de las muy complicadas relaciones entre China y Estados Unidos, ya que Washington suele criticar con dureza la política de derechos humanos que tiene el régimen rival en casos como los de Hong Kong y Taiwán.
El Gobierno del británico Boris Johnson, quién actúa como anfitrión, se juega mucho también en esta cumbre.
El premier inglés teme por la materialización de un rotundo fracaso justo durante una aguda crisis mundial por déficit energético que hace volar el precio del barril de petróleo y el gas complicando aún más la incipiente recuperación económica que se estaba registrando en el planeta tras casi dos años de pandemia.