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Cosecha de lluvia: las grandes ciudades recolectan el agua para reutilizarla

El investigador Carlos Ubaldo Paoli explica cómo funciona en Argentina y cuáles son las bondades de esta práctica.

Una de las soluciones más eficientes para hacer frente a la presente y futura escasez de agua es el aprovechamiento de los aguaceros. En países como Inglaterra, Alemania, Japón, China, India, Bangladesh, Israel, Estados Unidos, Australia y Singapur, las precipitaciones se aprisionan en edificios que cuentan con el sistema de recolección.

Sistema de recolección doméstica de agua de lluvia 

Luego, se las reutiliza en los baños, jardines, para el consumo de animales y prevención de incendios. También, sirven para emprendimientos productivos. En Israel se realizan micro-captaciones para árboles frutales como almendros y pistachos.

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En Australia, una isla-continente mayormente desértica, se aplica principalmente para abastecer a la ganadería y al consumo doméstico. Actualmente, muchas áreas rurales en el planeta dependen de la cosecha de agua de lluvia para su sustentabilidad.

También, es una salida muy importante para las grandes urbes en donde se está gastando mucha más agua de la que efectivamente disponen.

En los centros urbanos, las áreas expuestas a la lluvia son mayoritariamente impermeables (techos, calles y estacionamientos de automotores) por lo que la captación se puede realizar con inversiones relativamente pequeñas.

La techumbre levemente inclinada permite que el agua baje por los canales y luego descienda por unos tubos hasta tanques cilíndricos o cisternas preparados para almacenarla. Una vez depurada, pasa a depósitos sellados, a menudo subterráneos, para que no entre aire, luz ni materia orgánica.

El producto es apto para el riego, el llenado de los depósitos de inodoros y el lavado de la ropa. También, es posible potabilizarla para el consumo humano.

Este sistema trae beneficios de tipo económico, ambiental y social:

  • Es un recurso gratuito y fácil de mantener.
  • Ayuda a la conservación de las reservas de agua potable (ríos, lagos, humedales).
  • Reduce la utilización de energía y de químicos.

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Consultado por Carbono.News, el ingeniero Carlos Ubaldo Paoli, investigador y profesor de posgrado de la Facultad de Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral, explicó:

"La cosecha de agua es conocida en nuestro país. Se usa para captar líquidos pluviales en zonas áridas. Es fundamental retener el producto meteórico en zonas alejadas de ríos, lagunas y lagos. Ocurre lo mismo donde el agua subterránea es de mala calidad o la hallamos a mucha profundidad y por ello se torna muy costosa su obtención. No tiene sentido utilizar este método en zonas húmedas y cercanas a los grandes cursos porque aún con las bajantes más extremas nos podremos abastecer. Se trata de una manera inteligente de aprovechar este regalo de los cielos en regiones donde las precipitaciones se concentran solamente en una temporada concreta".

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