Versova: "Vamos a tener que vivir limpiando las costas del río eternamente si no solucionamos la contaminación por plásticos de raíz"

"Che juntémonos a ver qué podemos hacer, no tengo trabajo, estoy cursando una sola materia y no sé qué hacer, estoy aburrida encerrada, le dije a Lucas. Nos juntamos en el Río de la Plata, uno de los pocos lugares donde te podías juntar por la pandemia, y charlamos una hora sobre mil ideas, mil cosas, y decidimos despejarnos viendo el horizonte, pero..." 

Pero lo que sucedió no fue una escena de película con un río manso y brillante de fondo, sino que la escenografía era una costa repleta de basura que pedía a gritos ser ella misma la "despejada". Así nació Versova, un grupo de voluntarios vecinos de San Isidro que, en plena pandemia de COVID-19, se pusieron como objetivo limpiar las costas en un año.

Quien le cuenta esta historia a Carbono.news es Luz Estol, una de las cofundadoras de Varsova, junto a Lucas Zothner y "el Colo" Tomás Beccar Varela. Luego de esa llamada telefónica en julio del 2020, y tras dos meses de capacitación brindados por una ingeniera ambiental, en octubre de 2020 comenzaron las limpiezas colectivas.

Entre los tres se dividieron todo el proyecto de voluntariado. Al principio, se juntaban tres veces por semana para lavar los guantes, los bolsos y planificar las limpiezas que se llevaban a cabo cada sábado. El proyecto creció mucho en su primer año y se hicieron conocidos en San Isidro.

No es para menos: solamente en su primer año, recolectaron 21 toneladas de residuos. El 18% de lo reunido era reciclable y, aunque parezca poco, hay que considerar que el volumen es enorme. El resto, no se podía reciclar. Alrededor de 905 personas participaron de las tareas en esos meses.

Lo reciclable terminaba en una planta de tratamiento en Villa Adelina, mientras que el resto, totalmente deteriorado, terminaba en el CEAMSE. "Al menos, está contenido, sin contacto con el río. Hay cosas que ya no se pueden recuperar", dice Luz.

"Una de las alianzas de las que estamos más orgullosos es (la que tenemos) con el Municipio. Siempre fueron muy buena onda. Entablamos una buena relación con el director de sustentabilidad, Tomás Rodríguez. Cuando les presentamos el proyecto, llevamos todo en una carpeta, organizado, con nuestra misión, valores, súper profesional. Nos apoyaron y nos dieron bolsas de consorcio biodegradables. El vínculo fue creciendo y los sábados comenzaron a mandar un camión para buscar los residuos. Nuestros materiales los empezaron a guardar en la muni y nos los llevaban e iban a buscar antes y luego de las limpiezas. Antes, nosotros los guardábamos en nuestras casas. Ellos hicieron el enlace con el Ceamse", explica la cofundadora del proyecto.

En ese primer año, contaban con un mínimo de 50 personas por limpieza y hubo días en que llegaron a ser 110. Luego, la cantidad disminuyó, pero siempre se mantuvo un piso fijo de entre 20 y 30 personas. Además de las limpiezas con voluntarios, organizaron limpiezas corporativas en las que empresas como Meta pasaban un día con sus empleados quitando los plásticos.

Su objetivo era, entre octubre de 2020 y octubre 2021, limpiar toda la costa de San Isidro. "Fuimos ilusos los tres, ya que ninguno venía del palo ambiental: Lucas, psicólogo, el "Colo", experto en logística, y yo, diseñadora. Nos complementábamos muy bien, pero ninguno sabía de la sudestada. Podés limpiar semana tras semana, pero viene una sudestada y te ensucia todo porque el río está lleno de basura. Nos dimos cuenta a los pocos meses que no íbamos a poder cumplir nuestro objetivo. Sin embargo, por inercia, seguimos hasta octubre de 2022", relata Luz. 

El nombre "Versova" relaciona una historia con el objetivo primigenio de la agrupación: la de Afroz Shah, un ambientalista indio que durante tres años hizo la limpieza más grande de la historia (la ONU la declaró la mayor limpieza de playas del mundo) en "Versova Beach", Mumbai, India. Logró dejarla sin contaminación por plásticos y, actualmente, recibe la visita de unas tortugas que estaban en peligro de extinción y que hacía veinte años no se veían en esas costas.

A fin del año pasado, desde el emprendimiento argentino, anunciaron que iban a cambiar los objetivos. Ahora, están en un proceso de "transformación", con muchas metas por delante.

Un futuro que va al origen

Hace unos años, durante un mes, Luz y Lucas hicieron un voluntariado en la India, más específicamente, en centros pertenecientes a la fundación de la Madre Teresa de Calcuta y cuidaban a personas en situación de calle, con discapacidad y a pacientes terminales.

"Fue muy impresionante. Al llegar nos dieron ganas de fundar una organización acá, en Buenos Aires. Tenía ganas de comprometerme con algo, porque todo bien (con) irte a la otra parte del mundo, pero si uno vuelve y no hace nada acá, no tiene mucho sentido. Además, me divertía la idea de armar algo de cero, pero con la facultad y el trabajo no pasó nada de todo esto. Hasta que llegó la pandemia", detalla Luz.

"La explosión en Beirut fue un evento clave en esto. Fue terrible y salieron muchas noticias de sus problemas, por la situación social, por la pobreza, por problemas económicos. Ahí me dije 'Uy, estamos todos en la misma, qué loco'. Y en ese momento lo llamo a Lucas", relata.

Actualmente, tanto Lucas como el "Colo" se fueron a vivir al exterior y quedó solamente Luz, de 26 años, a cargo de Versova. "Es como mi hijo (el proyecto)", explica. Hay doce personas voluntariando como ella y están reviendo todo. "Es una época de transformación", cuenta. "Es todo a pulmón, de hecho, pierdo plata. Me encantaría ser una ONG algún día y poder pagarles a los chicos". Además, afirma que su sueño es unir "el polo ambiental con el polo social", ya que su deseo siempre fue ayudar a las personas que más lo necesitan: "Jamás me imaginé (dedicarme a) lo ambiental, a pesar de que siempre me gustó, porque lo que más me interpela es la gente".

Sobre esta transformación de Versova, Luz dice: "Vamos a tener que vivir limpiando eternamente si no lo solucionamos de raíz. Queremos buscar soluciones a la raíz de la contaminación. En las limpiezas, se concientiza un montón a las personas que van, pero ahí no se termina el problema, porque la basura ya entró al río y hay que tratar de que no llegue. Queremos cambiar esta realidad. Demanda más trabajo, más tiempo".

"Toda la basura que ves en la calle termina en el río porque no hay ninguna red, no hay filtro ni nada. Cuando llueve, se va al Río de la Plata. No es como (en) Australia, que tiene redes de contención en las bocas de desagüe. Además, acá hay mucha contaminación por los basurales a cielo abierto".

El sábado 1 de abril, Versova va a retomar las tareas de limpieza, pero estas serán mensuales. Luz trabajó hasta hace poco en PARLEY, una organización internacional que promueve el cuidado de las aguas. Es uno de los principales sponsors de Versova. "Al director, Yago Lange, le gustó nuestro trabajo y nos dona materiales y nos ayuda con el gasto del lavado de materiales".

Para cerrar, Luz le deja un mensaje a quien tenga el deseo de emprender una iniciativa similar: "Le diría que si tiene ganas de desarrollar algún proyecto que vaya para adelante. No importa no tener todas las respuestas, nosotros no veníamos del plano ambiental, pero creo que nos complementamos muy bien con nuestras virtudes y diferencias. Salió algo muy copado porque todos teníamos una meta en común y pusimos todas nuestras habilidades al servicio de eso".