Reciclar es una de las principales acciones para colaborar con la sostenibilidad ambiental

El vidrio -que se obtiene por la fusión de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza- es uno de los materiales más reutilizables, ya que puede reciclarse infinitas veces sin perder sus cualidades ni el volumen de su material. De cinco botellas recicladas se obtienen cinco botellas nuevas.

Irónicamente, el porcentaje de vidrio reciclado es menor al 5%. En Argentina se fabrican alrededor de 1500 millones de envases de vidrio cada año, entre botellas de vino, aceite de oliva, cerveza, salsa de tomate y otras. Estos envases, son enterrados principalmente en vertederos, en los cuales tarda hasta 4000 años en degradarse.

El vidrio reciclado es muy valorado por la industria de fabricación de envases ya que, al introducirlo en la mezcla para el horno, baja hasta un 30 % el uso de energía y, además, genera un gran ahorro en la huella de CO2.

A la luz de esta carencia nació la idea de Reciqlo, empresa de Economía Circular que, con tecnología, trazabilidad e innovación, transforma los envases para la industria de vidrio, la construcción y el agro. Fue creada en 2017 en Argentina para desarrollar una red de recuperación y reciclado de vidrio a través de la aplicación de modelos de economía circular y que, además, haga su gran aporte al medio ambiente.

Los fundadores provienen de distintos sectores como la logística, el mercado financiero, y la industria de bebidas y el marketing. Ellos son Jorge Fernandez Moreno, César Rossell, Gustavo Chopitea y Carlos de Achaval. "Empezamos con algo intuitivo de decir ‘no se está dando solución al problema del vidrio en Latinoamérica, los recolectores urbanos no recolectan el vidrio por su bajo valor y por su peso y espacio que ocupa".

Su primer cliente fue el Ministerio de Ambiente y Espacios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, quienes adquirieron el modelo de Reciqlo, e instalaron maquinas en Puntos Verdes de la Ciudad, Hoteles como Sheraton, Four Seasons, Hyatt y en cadenas de vinos como Aldo's. Con la arena recolectada se fabricaron el 65% de las baldosas de la Ciudad, logrando mayor dureza en su composición. Reciqlo se contactó con prestigiosas universidades y laboratorios de investigación, y empezó a estudiar y a investigar con el silicio -uno de los elementos del vidrio y el mayor componente presente en nuestro planeta-, a desarrollar modelos de circularidad del vidrio, y a encontrar revalorización creando soluciones para reutilizar.

A las máquinas se sumó la logística de Rossell, cuya familia es propietaria de una empresa de transportes en Mendoza que trabaja con 150 bodegas, y que reparte cajas de vinos hacia restaurantes. "Son entre 20 y 30 cajas semanales, de seis botellas por caja, y ese vidrio queda como un residuo, los locales no lo reutilizan de ninguna manera y los recuperadores no lo transportan porque es pesado, se rompe y tiene un bajo valor", cuenta Rossell. Y recuerda: "Estábamos desarrollando todo, no habíamos llegado a hacerlo, cuando comenzó la pandemia. Estábamos armando el modelo de negocio".

Con el tiempo delinearon diferentes proyectos, todos basados en el reciclado del vidrio, y el objetivo del modelo circular, así Corona utilizo este verano su tecnología para recuperar sus botellas y volver a fabricarlas con parte de su vidrio reciclado. Al poco tiempo se sumó a la iniciativa, Sebastian Benavidez, joven empresario que abrió la planta y oficinas en el 2019 en Perú para expandirse en Latinoamérica. Así, Reciqlo ya lleva adelante proyectos en Maldonado, Uruguay, y en La Molina, en Perú, y planea seguir ampliándose a otros países de la región, así como dentro de Argentina.

"La tendencia mundial va a ser utilizar envases retornables y reutilizables. Con Reciqlo lograríamos hacer reciclables las botellas de vino, marca Rossell.

Hoy, Reciqlo puso en marcha un convenio con la Municipalidad de San Isidro, en Buenos Aires. "Nos comunicaron la dificultad que es separar para ellos y les ofrecimos hacer una prueba piloto para un servicio en el que se inscriban vecinos y nosotros les dejemos un cajón Reciqlo y pasamos a buscar una vez a la semana el vidrio para reciclar", cuenta de Achaval.

Para este servicio se sumará el aporte de distintas bodegas, que a cambio recibirán una certificación de impacto ambiental. "Si recolectamos en San Isidro 1000 botellas y una bodega nos apoya en la campaña, son 1000 botellas menos que introdujo esa bodega al sistema", explica. "Es una forma de hacerse cargo de que ellos están poniendo ese envase en el mercado".

Este servicio, en el que los vecinos pueden inscribirse online, está ya en marcha y con los envases reciclados, el Municipalidad realiza el bacheo en frío, y con su mejorador de suelo, darle mejor vida a plantas y árboles de su Ciudad.

Detrás de Reciqlo, dice Gustavo Chopitea, hay "todo un programa para recuperar, reutilizar y devolverle al planeta a través de un upcycling: aumentar el valor con el reciclado, pero también devolver una parte a la naturaleza. Una economía circular real". Además de las distintas formas y proyectos que montaron para recuperar y reciclar el vidrio, una de sus creaciones hace de frutilla de la torta de este emprendimiento, con el potencial de devolverle a la Tierra lo que ella brinda.

Cuenta Fernández Moreno: "Hacía varios años que estábamos trabajando con una universidad de Japón en un producto para mejorar el rendimiento hídrico del suelo. Firmamos un convenio para hacer las pruebas para certificar el producto que está hecho en base a vidrio reciclado, ellos aplican este producto en suelos casi desérticos de 18 países, y logran un ahorro del 50% del uso de agua y hasta un 50% en rinde por hectárea. En Perú comenzaron las pruebas en el 2019 mostrando grandes diferencias en el rinde de la producción de uva. Este mejorador de suelo a base de silicio actúa en la tierra como una esponja que absorbe el agua y la libera gradualmente. Con este producto, consumiendo la mitad de agua se obtiene la misma cantidad de producción. O bien, utilizando la cantidad de agua inicial, la producción rinde el doble. O se ahorra la mitad de agua, o se duplica la producción".

Así, Reciqlo hace su aporte al ambiente y completa el modelo de economía circular al que aspira. Además, al reciclar el vidrio también minimizan las emisiones de carbono de la industria.

"El silicio es el elemento más importante del vidrio. En la naturaleza se encuentra en forma de cristal, mezclado con otros minerales. Para separarlo hay que hacer procesos y al ser en forma de cristal cuando lo ponés en el horno a hacer botellas tenés que romper el cristal para que se transforme en líquido", detalla Rossell, y explica que,

"Reciclar vidrio es mucho más eficiente. Hay un ahorro muy grande de energía en la producción utilizando vidrio reciclado para hacer botellas. Y así se abarata también el costo. Las emisiones de CO2 se reducen 30% porque los hornos que funden el vidrio hasta los 2000 grados requieren menos temperatura", cierra.