Huella de carbono: ¿Qué es y cómo puedo calcular la mía?
Los expertos mundiales proponen un límite de aproximadamente dos toneladas por persona al año de CO2.
En tiempos de pandemia el tema del cambio -o crisis- climática se empezó a divulgar cada vez más y, con ella, algunos conceptos importantes sobre el funcionamiento del planeta. Sin embargo, muchas veces se confunden términos importantes y da lugar a afirmaciones incorrectas. Por eso, es mejor contar con esta información para entender qué es la huella de carbono, intentar calcularla y saber cómo actuar para tener un planeta más saludable.
El planeta se está calentando y no es ninguna novedad. No obstante, es importante saber cómo sucede. Para eso, hay que comenzar con lo primordial: el efecto invernadero.
La luz solar llega sin grandes obstáculos hasta el suelo, que se calienta y emite rayos infrarrojos (ondas caloríficas). Sin embargo, estos no vuelven directamente, sino que son absorbidos en gran parte por la atmósfera, que funciona como un techo de cristal para la superficie terrestre. De esta manera, esta capa gaseosa actúa similar a un invernadero ya que retiene el calor necesario para que la vida sea posible.
"Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural y son esenciales para la supervivencia de los seres humanos y de millones de otros seres vivos ya que, al impedir que parte del calor del sol se propague hacia el espacio, hacen la Tierra habitable", explica la ONU.
Estos gases que componen la atmósfera en su mayor medida son: vapor de agua, dióxido de carbono (CO2) metano (CH4), óxido nitroso (N2O) clorofluorcarbonos (CFC) y ozono (O3).
Por lo tanto, el "efecto invernadero" es algo bueno y necesario. El problema radica en el exceso de gases que producen los seres humanos que generan que la Tierra se recaliente a niveles peligrosos. Su aumento empezó a generarse luego de la Revolución Industrial.
"Después de más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera se han incrementado en niveles nunca antes vistos en tres millones de años", destaca la ONU.
Por lo tanto, los hechos que inciden en el calentamiento global son:
la concentración de GEI en la atmósfera terrestre está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra
esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución Industrial y, con ella, la temperatura del planeta
el GEI más abundante, alrededor de dos tercios de todos los tipos de GEI, es el dióxido de carbono (CO2) que resulta de la quema de combustibles fósiles
Para solucionar esta problemática, los países tienen que tomar decisiones importantes para ejercer una transición energética hacia energías renovables y cuidar el uso del suelo, los ecosistemas, el agua y reducir la contaminación. En el Acuerdo de París los países firmantes se comprometieron a que la Tierra no aumente más de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
¿Qué es la Huella de Carbono?
Ahora sí. La popular "huella de carbono" se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas. Se calcula en términos de CO2 equivalentes, y sirve como una herramienta útil de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar las emisiones, cómo se pueden mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos.
La "huella" puede ser abordada desde distintos enfoques o alcances específicos. Para cada uno de estos existen diferentes protocolos o metodologías reconocidas internacionalmente. Los enfoques son básicamente: el corporativo, el que mide el ciclo de vida de un producto o servicio, el personal (individual), para un evento determinado, por un territorio en específico o por industria.
Además, se expresa en toneladas de CO2 emitidas. Los expertos mundiales proponen un límite de aproximadamente dos toneladas por persona al año. La media mundial actual es de cuatro toneladas por persona, con grandes variaciones entre los países. Las medias nacionales son de aproximadamente 20 toneladas en los Estados Unidos, 9 en el Reino Unido, 3 en China y 1,2 en la India.
"Se calcula que las actividades individuales suponen alrededor de un 45% de la "huella" de cada uno, y que el resto corresponde a emisiones generadas por servicios de los que uno se beneficia. Aunque son necesarias acciones individuales y sistémicas para que se consiga alcanzar la meta propuesta, es mucho lo que cada uno de nosotros puede hacer para reducir su propia huella de carbono", resalta la OMS y agrega que "las acciones destinadas a reducir las emisiones de carbono pueden ser muy beneficiosas para la salud".
Para gestionar la huella de las empresas están los siguientes pasos:
Análisis del estadio inicial: definir los objetivos internos para determinar el enfoque de la huella de carbono y su gestión.
Cuantificación de la huella de carbono: elaborar un inventario de gases de efecto invernadero mediante la selección del método de cálculo, identificación de las fuentes de emisiones, recolección de datos, elección de factores de emisión, y aplicación de una herramienta de cálculo para obtener las emisiones de gases de efecto invernadero (en toneladas de CO2 equivalente) y conocer las principales fuentes de emisión.
Análisis de riesgos y oportunidades: cuando ya se conoce el valor numérico de la huella de carbono y sus principales fuentes de emisión, es posible realizar un análisis de los riesgos y oportunidades que representa con la finalidad de avanzar en la eficiencia de los procesos y el mejoramiento del uso de recursos.
Plan de mitigación: consiste en un grupo de medidas y estrategias que tienen por finalidad evitar o disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, ya sea mediante reducciones directas (por ejemplo: proyectos de eficiencia energética, cambios de hábitos, reducción en consumo de combustibles e insumos, mejoras en la logística, gestión de los residuos, entre otras). Lo más efectivo es reducir la huella de carbono y alcanzar el aumento de la eficiencia en la producción.
Además, en el caso de las empresas es muy importante que comuniquen fehacientemente sobre sus objetivos y alcances en este tema.
Calculadora de huella de carbono personal
Si una persona quiere calcular su huella de carbono, puede usar alguna aplicación que permita medirla para que luego pueda mejorarla, como la que aparece a continuación:
La calculadora estima por año tus hábitos en transporte, alimentación, reciclaje, entre otros ítems. Algunas de las otras aplicaciones disponibles más conocidas son: las de las Naciones Unidas y la de CeroCO2.
Es importante saber que "compensar" y "reducir" la huella de carbono, tal como señala la UNESCO, no es lo mismo. Compensar implica en invertir en otra situación vulnerable para mitigar los efectos de la crisis climática -"crisis" porque el provocada por causas antropogénicas y no naturales-. Mientras que, "reducir" refiere en cambiar hacia hábitos más saludables y amigables con el ambiente. Por lo tanto, si cambiás y ayudás al resto (no necesariamente económicamente) es un doble beneficio y es más eficiente.
En conclusión, es inevitable generar una "huella de carbono", pero sí se puede tratar de minimizarla cambiando a hábitos saludables que fomenten la economía circular: comprar a comercios cercanos que impulsen conciencia ecológica, disminuyendo los residuos, reciclando, cuidando el agua y evitando, en lo posible, el transporte contaminante como los autos particulares a nafta o gas, y reduciendo el consumo eléctrico de energía.