Por qué deberías empezar a usar protectores solares naturales
Un equipo del Conicet trabaja en la creación de un filtro solar en base a compuestos de origen marino.
"El sol de antes no era como el de ahora", repiten los abuelos cuando recuerdan sus hábitos de bronceado, mientras los profesionales y medios de comunicación advierten a los niños y jóvenes los peligros de exponerse sin protección a los rayos ultravioletas.
Y si bien el sol es el mismo -claro-, lo que ya no es igual a hace algunas décadas es la capa de ozono, que cada vez se afina más como consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero -en especial uno llamado CFC-11-, y absorbe menos radiación UV, haciendo más y más peligrosa la exposición al sol, que causa quemaduras, fotoenvejecimiento y hasta cáncer.
Por eso, un grupo de científicos del CONICET de Mar del Plata trabajan en la creación de protectores solares a base de compuestos naturales, que protejan a los humanos y sean seguros para el ambiente. Se trata del grupo de investigación Fisicoquímica de Sistemas de Interés Ambiental, dirigido por la investigadora Sandra Churio.
Churio explica que los protectores solares comerciales contienen diferentes tipos de filtros para rayos UV como ingredientes activos, pero que éstos no son infalibles. En algunos casos, dice la profesional, tras absorber la radiación solar pueden generarse cambios en la estructura química de estos productos que resulten en la pérdida de eficiencia por foto-inestabilidad o procesos de fotosensibilización, que incluso pueden inducir reacciones alérgicas.
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Por eso, junto a su equipo trabajan en estudios fisicoquímicos de procesos inducidos por luz y moléculas de origen natural que podrían utilizarse como fotoprotectores solares, antioxidantes o antimicrobianos.
"En particular, los proyectos bajo mi dirección han enfocado el interés en la caracterización del comportamiento fotoquímico de una familia de compuestos de origen marino denominados aminoácidos tipo micosporina, que tienen la propiedad de ser eficientes pantallas de la radiación ultravioleta del sol, que se extraen mayormente de organismos marinos de la zona -algas rojas y peces- y son aislados y purificados en el laboratorio", detalla Churio.
El impacto ambiental de los protectores
La mayoría de los protectores solares comerciales que se consiguen en supermercados y farmacias contienen químicos como oxibenzona, enzacameno, octocrileno y octinoxato. Cuando una persona se los aplica y luego se mete al río o al mar, esos productos quedan en el agua, afectado los ecosistemas.
Por eso, algunos de estos protectores están incluso prohibidos en algunos parques naturales del mundo. Y por eso también se hace cada vez más necesaria una opción de protección natural y biodegradable.
Según National Geographic España, cada año alrededor de 14.000 toneladas de cremas solares terminan en los océanos del mundo. Y en total, 82.000 productos químicos contenidos en productos de higiene personal son contaminantes para los mares.
Las principales víctimas de estos productos son los corales, que absorben los químicos, lo que altera su reproducción y sus ciclos de crecimiento, y en última instancia provoca blanqueos.
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"Como marplatense, aficionada a disfrutar de la playa y a tomar sol desde que nací, el mar, las algas, y la arena formaron siempre parte de lo más apreciado de mi entorno geográfico. Más allá de esta nota de gusto personal, creo que un investigador tiene que enfocar sus esfuerzos en proveer de conocimiento útil para potenciales demandas de la sociedad. Por eso, es de central importancia para el sentido de la investigación que exista una conexión concreta entre el aporte científico y la posibilidad de diseñar herramientas para dar solución a problemáticas reales, como en este caso para mejorar el ambiente y la salud", dice Churio sobre la investigación.
Otros protectores "naturales"
Los protectores solares llamados "naturales" son los que utilizan escudos minerales o físicos -como el óxido de zinc y el dióxido de titanio-, a diferencia de los a base de químicos. Ante la opción, siempre es mejor elegir los primeros.
"El óxido de zinc es un excelente protector solar porque tiene el espectro de protección UV más amplio. Normalmente los protectores solares del mercado contienen pantallas o filtros solares provenientes de compuestos petroquímicos. Estos compuestos dañan la flora marina en gran medida", explicó la herborista María Violante a Vogue Latinoamérica.