Plogging: cuando hacer ejercicio y reciclar van de la mano
La tendencia nació en Suecia pero crece rápidamente en todo el mundo.
El plogging es un movimiento que consiste, sencillamente, en recoger la basura del piso mientras se hace alguna actividad física. Es una tendencia que comenzaron los runners, pero que se trasladó rápidamente a quienes salen a caminar, trotar, pasear al perro o andar en rollers. De esta manera, se une deporte con conciencia ambiental.
La idea nació en Suecia hace tres años, pero se extendió, en poco tiempo, a todo el mundo. El término plogging es el resultado de la unión de la expresión sueca "plocka upp", que significa "levantar", y el término anglosajón "jogging", "trotar".
Paula Gosso Eguía es una médica veterinaria marplatense y es, además, la fundadora de Plogging Argentina. Al enterarse de la movida sueca, se contactó con ellos y la organizó en el país. Luego, ayudó a que se implemente en Brasil y en Chile. Actualmente el movimiento no para de crecer.
"Me pareció una idea brillante porque unía todas las cosas que me gustan: el deporte, el medio ambiente y la vida al aire libre", contó a Carbono.news. Desde sus páginas de Facebook e Instagram, Paula comparte desde eventos de plogging hasta consejos e ideas sobre el cuidado a la naturaleza, ya que el movimiento difunde la filosofía de vida zero waste, cero residuos, para disminuir la huella de carbono personal.
"No necesitás un evento para hacerlo, puede ser en cualquier momento del día, de la semana, con gente, sin gente y, al compartirlo en las redes, se potencia y se viraliza", explicó Paula, y aseguró que mediante la difusión de estos contenidos más personas se animan a sumarse.
Además, enfatizó en que al principio suele dar "vergüenza" levantar "plásticos de un solo uso" en las calles por si la gente mira, pero después "te das cuenta que vergüenza es ensuciar". Por otro lado, resaltó que "con el deporte se genera un gasto extra de calorías porque al agacharse, uno hace sentadillas y se producen el doble de endorfinas por el cuidado personal y el del medio ambiente".
La importancia de esta actividad radica en que la mayor parte de la basura que se tira en las calles, termina, a través de las alcantarillas, en el agua, en ríos, mares y océanos.
La médica veterinaria también ayuda a unir estas actividades con los municipios, no sólo de Mar del Plata, sino de otras localidades del país que quieran sumarse a la iniciativa. Ella afirmó que esta movida se conecta con el área de Turismo, de Ambiente, de Deportes y de Educación, ya que en los colegios los chicos y adolescentes se encuentran muy motivados con estos temas ambientales.
Iane Vukosich es arquitecta especializada en bioclimática -consiste en hacer construcciones sustentables, como su propia casa en el Delta del Tigre- y practica plogging "desde siempre". Ya cuando era chica y veía los basurales producidos por cada persona y cada ciudad, se le generaban "nudos en la panza", contó.
"Para mí hacer plogging es lo más normal del mundo", dijo a Carbono.news. "Siempre levanto cosas que estén tiradas", añadió, a pesar de que solo hace poco se enteró del nombre de la actividad.
Iane lo ejercita sola, en familia, o en eventos de limpieza comunitaria. Fue coordinadora de algunas acciones de Uplastify y Parley y participó de los impulsados por Bioguia, EcoHouse y OhLalá en 2019. Aseguró que sus papás le inculcaron la importancia de cuidar el medio ambiente.
"Mi mamá me contó que cuando tenía tres años vi en una propaganda (en Usuahia, donde nació) a unas mujeres reciclando pilas y haciendo campañas, y le dije ‘quiero ir ahí'. Me llevó a las reuniones juntas y terminé en un programa de televisión explicando lo que hacían para concientizar".
La arquitecta siempre quiso "impactar lo menos posible en el planeta" por eso se mudó junto a su marido y sus dos hijos, una nena y un nene, a un lugar "virgen" en contacto con la naturaleza. Gracias a la insistencia de sus amigas comenzó a publicar en redes, en 2018, contenido sobre su activismo ambiental. Los mensajes casi diarios de personas que le agradecen por cómo las ayudó a incorporar hábitos saludables la incentivan a continuar informando.
Iane describió tres casos que, inspirados en ella, cambiaron su modo de trabajar: Una amiga le pidió ayuda para lograr que su restaurante fuera "basura cero" y así fue: se llama "El pajarito bar" y está en el Delta de Tigre; otro amigo profesor de Yuyitsu le pide a sus alumnos que por mes lleven una "botellita de amor" (rellenas con plásticos) como parte de la cuota, y Daiana Carrere transformó su peluquería en la primera en utilizar insumos naturales caseros en Olavarría.
Tanto Paula como Iane recomiendan que cualquiera que quiera sumarse a ayudar al planeta debe hacer un cambio a la vez y avanzar de a poco. Iane aclaró que así "te sentís bien con vos, ves que es posible y querés seguir con más".
Paula, por su parte, destacó: "No podés levantar todo. No tenés que ser fundamentalista en nada. Hay que tener una mirada coherente. No ir mirando solo lo feo, sino también, las cosas lindas que hay".