Día del árbol: el mejor homenaje es plantar cada vez más
Cada 29 de agosto se conmemora su gran aporte a la sostenibilidad de la Tierra.
Aletargados y pasivos como se los ve, los árboles desarrollan a lo largo de sus días innumerables tareas fundamentales para la vida de los humanos, los animales y el planeta. Purifican el ambiente, dan sombra, oxigenan el aire, ayudan a regular la humedad, reducen el ruido y hasta producen alimentos. Y eso solo por nombrar algunas.
Además, cada árbol constituye a la vez un pequeño ecosistema. En ellos y a su alrededor conviven distintas especies: desde insectos y arácnidos hasta aves, reptiles y mamíferos. Un universo particular en las hojas, corteza y raíces, y a la vez interconectado con todos los demás.
Por eso no es extraño que todos los años se celebre su día, el 29 de agosto, e incluso se los homenajee durante una semana entera, la última de ese mes. Y qué mejor forma de celebrar a los árboles que plantando más y más.
Es sabido que los árboles están en peligro. Que la deforestación avanza en la Selva Amazónica y en los bosques nativos de Latinoamérica, y que cada árbol que se pierde implica un ataque directo a la biodiversidad, a la fauna, a las comunidades alrededor y al planeta en general.
Por eso, alrededor del mundo, surgen cada vez más campañas de reforestación. La ONG argentina "Semana del árbol", por ejemplo, ya plantó más de 500.000 árboles desde 2012 y donó unos 100.000 más.
"Sabemos que reforestando 500.000 millones de árboles en tierras no productivas y que no compitan con otros ecosistemas, podríamos eliminar alrededor del 25% del carbono existente de la atmósfera, una solución efectiva para mitigar la crisis climática", expresan en su web. Un plan ambicioso, pero posible.
"A tree to breathe" es otro proyecto con un gran sueño: plantar un árbol por cada ser humano que habita la Tierra. Hasta ahora ya plantaron más de 5000 millones y llevan adelante la campaña "10.000 árboles en agosto" con voluntarios en todo Latinoamérica.
En Lima, Perú, existe "Entreárboles", un emprendimiento de venta de macetas que, por cada unidad vendida, motoriza la plantación de un árbol en las comunidades más vulnerables de la ciudad.
En México, "Apoya tu bosque local" lleva adelante la misma iniciativa: reforestar. Tan simple como suena, se encargan de recolectar donaciones, movilizar voluntarios, y plantar. "Desde hace nueve años decidimos comenzar a reforestar nuestros bosques y cada año intentamos "comprar tiempo". ¿Cómo? Comprando y plantando pinos más grandes, de hasta dos metros, así de esta manera ganamos años. Con los donativos compramos pinos desde 35 cm hasta 2 metros, todos de viveros locales en los cuales se les ponen nutrientes, enraizadores y se aseguran de que la planta vaya sana", explican en su perfil de Instagram.
Y estos son solamente algunos ejemplos. La comunidad que ama a los árboles y reconoce su importancia crece día a día, y cualquiera puede ser parte, con una donación o una acción.
Pensando en todas las personas del mundo y todos los árboles que serían capaces de plantar, de pronto el objetivo no parece tan inalcanzable. Y de seguro que vale la pena. ¡Feliz día del árbol!
Por qué el 29 de agosto
La idea de dedicarle una fecha a rendir tributo a los árboles nació en Suecia en 1840. Luego esos valores, la importancia de educar sobre las plantas, viajó con la inmigración a Estados Unidos, que estableció su fecha en 1872, y desde entonces, muchos otros países se contagiaron el entusiasmo.
En Argentina, el 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación declaró esta fecha por iniciativa de Estanislao Zeballos, referente de la generación del 80, que fue tres veces ministro de Relaciones Exteriores y dos veces director de la Sociedad Rural. Así, la primera vez que el día del árbol se celebró en Argentina fue en 1901.