Cómo el patio de Nutrición de la UBA cumple con la ley de Educación Ambiental: escuela agroecológica, bar sin ultraprocesados, compostaje, talleres y visitas guiadas
Durante todo el año, las puertas de este entorno saludable están abiertas para toda la comunidad
Maíces y girasoles de dos metros de altura, una decena de árboles, composteras comunitarias, un bar que vende alimentos agroecológicos y ningún ultraprocesado, talleres de cocina, de cultivo de hongos comestibles, visitas escolares con niños que se quedan boquiabiertos ante el jardín de mariposas y la cosecha de verduras enormes son solo algunas de las escenas que se pueden encontrar en el Patio de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires.
En medio del cemento -y del estacionamiento- el verde irrumpe mostrando la diversidad que ofrece la Naturaleza dentro de neumáticos, baldes y cajones de madera reciclados y decorados. Es imposible, al menos, no sonreír frente a este arcoíris.
"La huerta es la herramienta práctica de la Educación Ambiental. Además, porque históricamente las comunidades se construyeron a partir del alimento", dice Sebastián Briganti, docente y coordinador del Colectivo Reciclador, la agrupación que se encarga de la huerta en el patio, ubicado en Azcuénaga y Paraguay. Se entra por el estacionamiento.
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Durante 2022, en la huerta de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA se llevó a cabo la primera Escuela de Agroecología Urbana "La Margarita II" comandada por el Colectivo. Hubo talleres formativos de todo tipo: huerta y compostaje; producción de hongos comestibles; elaboración de biopreparados -biofertilizantes-; específicos sobre compostaje comunitario, domiciliario e institucional; alimentación; salud; economía social y solidaria; mosaiquismo; y el cierre del Mes de la Agroecología y del Mes del Compostaje, entre otros.
"Es un logro haber construido una huerta con este sentido comunitario de participación ciudadana. Es un aprendizaje constante", destaca Briganti.
Trece instituciones educativas, entre escuelas primarias, jardines, secundarias e institutos de formación, visitaron la huerta el año pasado. "Estábamos en contacto quienes coordinábamos la actividad con el docente del curso, entonces sabíamos qué contenidos estaban viendo en las materias para vincularlos directamente con la huerta. Hasta ahora, la huerta cumple e interactúa con los diseños curriculares de los distintos niveles educativos y con los propósitos de la ley de Educación Ambiental", señala.
Actividades de verano y lo que se viene
Las puertas del Patio están abiertas todo el año. Ir a la huerta no necesita inscripción previa, ni aviso. Cualquiera puede visitarla y de manera gratuita. Los horarios en los que se encuentra disponible durante enero y febrero son:
- Miércoles: 10 a 15
- Jueves y sábados: 10 a 20
¿Qué ofrece? En primer lugar, el voluntariado, que en el Colectivo se denomina Acción Huerta Urbana (AHU). Se centra en el mantenimiento de la huerta. No es necesario tener conocimientos previos.
Hay distintas actividades para participar:
- Club del compostaje: hay composteras abiertas para recibir los orgánicos de la comunidad y se tratan los residuos orgánicos del Bar Saludable y de la huerta.
- Mesa plantinera: se encarga del abastecimiento y la producción de plantines y bioinsumos para la huerta.
- Sector de carpintería: se hacen composteras, bancos y lo que la huerta necesite.
- Jardín de mariposas
- Cuadrilla de riego: de lunes a lunes hay un esquema de voluntarios de vecinos y vecinas e integrantes del Colectivo y de la cátedra de Nutrición para cubrir el riego, todos los días, en distintos horarios.
Dentro de las horas que cada persona elija para realizar el trabajo de voluntariado (se puede ir en cualquier momento, mientras el patio esté abierto), los mates y las comidas no faltan. Se hace un almuerzo entre todas las personas. "Quienes están encargadas de la cocina son las compañeras del Bar Saludable. Son 15 estudiantes y graduadas en Nutrición que ofrecen menúes con frutas y verduras agroecológicas a precios accesibles. El bar es el primero agroecológico y libre de ultraprocesados en todas las facultades de la UBA. Los alimentos provienen de productores agroecológicos del cinturón frutihortícola de La Plata.
Las visitas, la escuela y el bar forman parte de un trabajo interdisciplinario y mancomunado entre el centro de estudiantes de nutrición (VENI) de la UBA, los directivos de la Facultad y el Colectivo Reciclador.
"La huerta te abuena", dice Briganti citando a su papá, el "Reciclador Urbano", Carlos Briganti. "La gente se acerca por la huerta y termina encontrando un espacio de pertenencia, amigos. Van sin conocer a nadie la primera vez y siguen yendo. Es lo que la huerta genera en el resto de las personas", cuenta.
Este año, en marzo, comenzarán los talleres formativos. Por un lado, la Escuela va a ser cuatrimestral y su currícula será la que funciona para la Ley 6377 2020 de Huertero/a Urbano/a de los Centros de Formación Profesional (CFP) de la Ciudad de Buenos Aires.
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Paralelamente, habrá talleres más cortos, como el de seis encuentros de huerta y compostaje. En febrero, habrá más detalles sobre las cursadas.