Celebraciones Sostenibles: Un Compromiso con el Planeta durante las Fiestas

Llegan las fiestas y todo el mundo se desespera por hacer regalos, ya sea porque así lo deseamos o porque así lo indica la tradición, es difícil resistir la tentación de comprar un presente para nuestros seres queridos. Pero la pregunta es: ¿alguna vez nos pusimos a pensar en el impacto ambiental de todo eso que compramos y regalamos?

Es importante que sepas que todo, absolutamente todo lo fabricado por el ser humano impacta en el entorno, ya que requirió de la utilización de energía, agua, materia prima, etc. para su fabricación. Por lo tanto, y dado que nos encontramos en medio de una crisis ambiental, sería bueno que empecemos a replantearnos nuestra forma de vincularnos con los objetos.

Tomemos uno de los productos que más regalamos entre adultos: ropa. ¿Sabías que la industria textil es una de las principales responsables de la contaminación mundial? Por ejemplo, para hacer un par de jeans, se necesitan 7500 litros de agua. Para evitar ese desperdicio y empezar a comprar y regalar de manera más responsable, quiero compartirte algunas alternativas.

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Por un lado, la buena noticia es que cada vez hay más emprendimientos, ya sean con locales a la calle o en redes sociales, donde podemos encontrar productos usados. Puede ser que sea un local de antigüedades, una feria vintage o una cuenta de Instagram que recircule objetos interesantes fuera de uso. Podemos encontrar ropa en perfecto estado y a la moda, muebles, cámaras de fotos, veladores, prácticamente cualquier cosa que alguien ya no quiera tener en su casa, pero que sería ideal para nuestro ser querido

Otra alternativa para conseguir regalos más conscientes es empezar a visitar ferias de emprendedores donde podemos encontrar productos de cosmética natural, accesorios hechos con materiales reciclados o reutilizados, piezas de cerámica, tejidos artesanales, entre otras cosas. Un punto a favor de esta alternativa es que vamos a poder elegir entre productos únicos y especiales y al mismo tiempo apoyar a productores locales y a economías familiares.

En tercer lugar, te invito a que regales una experiencia, podes comprar un voucher o hacerlo vos mismo, para que quien lo recibe pueda cambiarlo por una cena, un masaje, una excursión, o lo que creas que pueda gustarle.

Por último, no olvidemos la posibilidad de hacer un regalo con nuestras propias manos. ¿Qué sé hacer que a mi homenajeado le pueda gustar? ¿Una bandeja llena de brownies? ¿Un top tejido a crochet? ¿Un cuaderno artesanal? ¿Un pan dulce casero? Seguro con un poco de imaginación podemos encontrar muchísimas alternativas.

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Sin embargo, cuando hablamos de las fiestas hay más para repensar. Vamos a analizar un poco cómo son los días previos a las fiestas en cualquier centro comercial: miles de personas entrando y saliendo de locales, cargando decenas de bolsas. En ese momento todo es alegría porque no hay nada más lindo que ver el arbolito lleno de paquetes, pero... ¿alguna vez miraste qué pasa después?

Se hacen las 12, chocamos las copas y empezamos a intercambiar regalos, bolsas, bolsitas, moños, etiquetas y papeles que a las 12.15 se encuentran desparramados por toda la mesa.

¿Y después? ¿Qué pasa con todos esos materiales una vez que los invitados se van? Vamos a pensar en algunas alternativas, de la menos ecológica a la más ecológica:

1- En primer lugar, lo menos ecológico que podés hacer es tirar todo directamente a la basura, por eso vamos a pasar al 2do escenario

2- Te propongo clasificar todos esos residuos diferenciando los reciclables de los no reciclables. Si este año elegís esa opción, acordate que los papeles y cartones son reciclables, la gran mayoría de plásticos duros también lo son, y los plásticos blandos (por ejemplo moños y envoltorios) pueden ir a la botella de amor 

3- En tercer lugar, hay una alternativa que puede combinarse con la anterior, guardar los materiales que puedan ser reutilizados más adelante en ocasión de realizar algún regalo. Esta alternativa nos permite darle una segunda vida a todos estos productos antes de llevarlos a reciclar.

4- La cuarta opción, que es la que recomiendo, es optar por el minimalismo a la hora de envolver nuestros regalos, evitemos los moños y las bolsas adentro de otras bolsas, y aún mejor, aprovechemos envoltorios que tengamos guardados para presentar nuestros regalos. La mejor alternativa para envolver es reutilizar.

Otro de los problemas que se da durante las fiestas es el desperdicio de alimentos, que también alcanza su punto máximo en esta época del año. La abundancia de comida y las celebraciones llevan a un derroche significativo. Se estima que durante diciembre se genera un 25% más de residuos domésticos, gran parte de los cuales son restos de alimentos.

Las fiestas en Argentina se caracterizan por ser un banquete de preparaciones que no comemos en ningún otro momento del año, muchas veces con ingredientes que hacen muy difícil la conservación de las sobras ¿Cómo hacemos para evitar el desperdicio de alimentos en estas fiestas?

1. Comprá de forma planificada y la cantidad correcta de porciones.

2. Calculá a conciencia cuánta comida se va a consumir y tratá de evitar las sobras

3. Repensá el menú para que la comida pueda conservarse.

4. Usar el congelador para conservar alimentos.

5. Repartí las sobras entre los invitados o acercáselas a organizaciones de ayuda social o personas en situación de calle.

Además del intercambio de regalos y la generación de residuos, la decoración también desempeña un papel fundamental durante las festividades. La renovación periódica de elementos decorativos conlleva un consumo innecesario de recursos. ¿Cómo podemos cambiar esto?

1- En primer lugar, te invito a reutilizar las cosas que ya tenés, muchas veces nos desenamoramos de lo que tenemos, pero te invito a mirar las cosas con otros ojos, lava lo que pueda lavarse, limpiá con un trapito las borlas y arreglá lo que se encuentre dañado. Muchas veces la limpieza y el mantenimiento nos hacen volver a apreciar objetos que ya teníamos.

2- Intercambiá con amigxs y familiares, animate a pedir lo que estás necesitando, tal vez alguien tenga un juego de luces de sobra y te salva de salir a comprar unas nuevas. De esa manera, recirculamos y le damos valor a objetos ya existentes, evitando la compra de productos nuevos.

3- Fabricá tu propia decoración reutilizando materiales, podes hacer centros de mesa, adornos para el arbolito y figuras colgantes aprovechando hojas de revista o papel de diario, papel madera, telas que tengas en desuso y todo lo que se te ocurra. Podes encontrar ideas muy simples haciendo un poco de investigación en internet.

4- Si no sos de las manualidades o no tenés tiempo para ello, y te das cuenta de que si o si querés comprar decoración nueva, te propongo aprovechar las muchísimas ferias navideñas que se organizan en todos los barrios, allí podrás encontrar decoración hecha por artesanos y emprendedores, muchas veces aprovechando materiales ya existentes como frascos, botellas, maderas, cds en desuso, latas de todo tipo, y mucho más.

5- Finalmente, si ninguna de estas alternativas es posible, te recomiendo intentar comprar cosas de calidad, muchas veces un juego de luces bueno es más caro que uno barato, pero probablemente el barato te dure una sola temporada mientras que uno de calidad puede durarte años. Tomate el trabajo de investigar un poco antes de comprar, para de esa manera apostar a productos que no se rompan en la primera semana de uso.

En estas fiestas, comprometámonos a regalar con conciencia, a reducir residuos y a optar por alternativas más sostenibles. Cada elección que hacemos durante esta temporada festiva cuenta en la construcción de un futuro más amigable con el planeta.